Desde fin de septiembre el imputado goza de prisión domiciliaria por cuestiones de salud

Piden que acusado de violar durante años a su hijastra vaya a juicio oral

El pedido lo hizo el fiscal de Instrucción de Jardín América contra el hombre, de 47 años. Los abusos comenzaron cuando la víctima tenia 7 años y vivía en Buenos Aires
domingo 20 de diciembre de 2020 | 3:50hs.
Piden que acusado de violar durante años a su hijastra vaya a juicio oral
Piden que acusado de violar durante años a su hijastra vaya a juicio oral

La Fiscalía de Instrucción de Jardín América solicitó durante las últimas horas que un hombre de 47 años vaya a juicio oral en el expediente que se le inició en marzo pasado y en donde se lo investiga por los presuntos episodios de violación en perjuicio de su hijastra cuando esta era menor de edad y en hechos que, según la denunciante, ocurrieron cuando vivía junto a su familia en la provincia de Buenos Aires. 

El requerimiento de elevación a juicio de la causa que fue presentado el viernes a la mañana por el fiscal Jorge Fernández al magistrado Roberto Sena, titular del Juzgado de Instrucción Dos de Jardín América, tiene como protagonista a I. M. G. (47) -su identidad completa se mantiene en reserva para no revictimizar a la denunciante-, quien está imputado del delito de abuso sexual simple, en concurso real, agravado por la situación de convivencia. 

Tal como contó en su momento este matutino, la denuncia en contra del oriundo de Jardín América había sido presentada en marzo de este año por una de sus hijastras, actualmente de 19 años, quien luego de un largo tiempo de guardar silencio e impulsada por parte de su familia, decidió hacer público los distintos episodios de abuso que padeció años atrás. 

Dicha presentación, hecha en la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional IX, derivó en la posterior detención del imputado, a quien a principio de septiembre se le dictó la prisión preventiva. 

Aunque semanas más tarde, el juez Sena hizo lugar a un pedido de prisión domiciliaria presentado por su abogado defensor en donde se alegaron cuestiones de salud por parte del acusado, lo que obviamente despertó el malestar de la denunciante y su entorno quienes manifestaron que I. M. G. no padece ningún problema de salud que le impida continuar el proceso investigativo en su contra tras las rejas.

Incluso, tras conocerse el beneficio a I. M. G., el fiscal Fernández presentó un pedido de apelación a la domiciliaria que hasta el momento no se resolvió. 

Más allá de esto último, ahora la palabra la tiene el magistrado quien deberá analizar el pedido presentado por la fiscalía. 

Relato en primera persona
El pasado 20 de octubre, este matutino publicó una entrevista con la víctima, quien dio detalles de las fuertes acusaciones que recaen sobre I. M. G.

Sobre la presentación formal la joven de 19 años contó: “Yo lo denuncié el 17 de marzo y recién en junio lo detuvieron. Durante esos meses me crucé varias veces con él porque no hubo ninguna medida de protección hacia mi persona. A principios de septiembre le dictaron la prisión preventiva, pero el 25 del mismo mes el juez le otorgó la prisión domiciliaria. De eso tampoco me avisaron”.

Al respecto, mencionó que se enteró por otro familiar que el acusado estaba viviendo en la casa de su madre, tras lo cual se contactó con el fiscal, quien tampoco habría sido notificado en tiempo y forma. 

“Para colmo no tiene tobillera, quién me garantiza que no salga y tome represalias. Estoy indignada con el trato del juzgado, porque nunca me notificaron nada. Si no pregunto, no me entero de nada y la verdad es que tengo miedo”, alertó la joven.

Al ser consultada por los años que padeció los distintos hechos de abuso describió que “comenzaron cuando tenía 7 años y mi mamá se iba a trabajar. Siempre me violaba cuando ella no estaba”. Contó que su mamá se casó con el acusado en diciembre de 2006 y que luego se mudaron a Del Viso, partido de Pilar, Buenos Aires. Y que pese a que tiempo después regresaron a Misiones, por decisión familiar en 2010 la familia volvió a instalarse en la capital del país. 

“En 2010 volvimos a Buenos Aires con mis hermanos. Ahí ya teníamos una casa propia en Pilar. A partir de ahí padecí dos años infernales, con abusos de todo tipo”, aseguró la entrevistada. 

También sostuvo que abrumada por la situación comenzó a escribir cartas a su mamá para tratar de llamar la atención. “Yo le escribía cartitas a ella y las dejaba en la mesita de luz, pero nunca me dijo nada. Recuerdo que un día puse ropa a lavar y en un bolsillo en un pantalón de él encontré una de las cartitas que le había dejado a mi mamá. Hasta el día de hoy no sé si ella se la dio o él agarró”, comentó.

Asimismo, lamentó que sus años en la escuela primaria y secundaria fueron muy difíciles. “Me costó mucho, no me podía integrar, no tenía amigos”.

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