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Condenaron a un electricista posadeño por manosear a una nena de 10 años

jueves 17 de diciembre de 2020 | 14:47hs.
Condenaron a un electricista posadeño por manosear a una nena de 10 años
El debate a puertas cerradas en una de las salas del Palacio de Justicia. Foto: Federico Gross.
El debate a puertas cerradas en una de las salas del Palacio de Justicia. Foto: Federico Gross.

Tres años de prisión en suspenso, prohibición de acercamiento a la víctima e inicio inmediato de un tratamiento psicológico, es la condena que recibió un hombre por el abuso sexual simple de una niña de 10 años, cometido a mediados de noviembre de 2017.

El sujeto se llama Enrique Abraham O. (41) y según dijo ante las autoridades, es técnico electrónico y electricista con domicilio en el barrio Virgen del Valle de la ciudad de Posadas.

Llegó a la instancia de debate oral en libertad, acusado del delito de abuso sexual sin acceso carnal.

Su defensa fue ejercida por del abogado José Luis Rey en tanto que la fiscal Correccional y de Menores 1, María Laura Álvarez, estuvo a cargo de la acusación.

La sentencia fue dictaminada por la titular del Juzgado Correccional y de Menores 1 de Posadas, quien al frente de un tribunal unipersonal lo declaró culpable y dictaminó el cumplimiento inmediato de las reglas de conducta, prohibiciones establecidas y tratamiento psicológico.

El debate oral fue a puertas cerradas por tratarse de un delito de instancia privada.

En la casa de la abuela

De acuerdo al expediente el ataque sexual fue cometido el 18 de noviembre de 2017 a las 18:30 en la casa de la abuela de la víctima, que en ese entonces tenía 10 años.

Valiéndose de la confianza que le representaba el ser “un amigo de la familia” el sujeto manoseó a la menor en una de las habitaciones de la casa cuando ingresó para buscar algunas ropas.

Según la declaración de la nena en Cámara Gesell, el hombre ingresó detrás de ella y la retuvo por medio de la fuerza hasta que en determinado momento pudo escapar, correr hasta la casa donde vivía con su mamá que está situada en el mismo terreno y contarle lo sucedido.

Inmediatamente la progenitora acudió a la sede policial para radicar la denuncia y pedir asistencia médica por una serie de lesiones que habría sufrido durante el forcejeo con el atacante.

En ese ámbito relató lo que le había contado su hija, es decir, que había ido a la casa de la abuela que vivía en el mismo terreno para buscar ropa y al cabo de veinte minutos regresó, angustiada, contándole que “el amigo de la familia” la manoseó y que no la dejó salir hasta que finalmente escapó.

La acusación fue sostenida con una serie de elementos de prueba presentes en el expediente, que fueron tenidos en cuenta para decretar la culpabilidad del abusador y condenarlo.

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