Policía a juicio por manejar alcoholizado, despistar y provocar la muerte de otro uniformado

Se llama Sebastián Seredisky (28). Llega a la instancia de debate en libertad e imputado por el delito de homicidio culposo en accidente de tránsito, que protagonizó hace poco más de 6 años sobre la avenida Andresito Guacurarí (ex Roque Pérez) de Posadas.
miércoles 09 de diciembre de 2020 | 14:48hs.
Policía a juicio por manejar alcoholizado, despistar y provocar la muerte de otro uniformado
Policía a juicio por manejar alcoholizado, despistar y provocar la muerte de otro uniformado

Un policía posadeño que manejando alcoholizado y excedido de velocidad un automóvil, despistó, chocó contra dos árboles de una plazoleta y provocó la muerte de otro uniformado que llevaba como acompañante, será juzgado mañana, desde las 9, en la sala de debates del Palacio de Justicia.

Se trata de Sebastián Seredisky (28). Llega a la instancia de debate en libertad e imputado por el delito de homicidio culposo en accidente de tránsito, que protagonizó hace poco más de seis años sobre la avenida Andresito Guacurarí (ex Roque Pérez) de Posadas.

La víctima fue Cristian Alejandro Troncoso Guidek (34), oficial de policía y quien en ese momento cumplía funciones en la Comisaría Decimosegunda de la capital provincial.

El tribunal unipersonal que emitirá un veredicto sobre su conducta aquella fatídica madrugada estará a cargo del titular del Juzgado Correccional y de Menores Dos, Cesar Raúl Jiménez.

La fiscal Correccional y de Menores Uno, María Laura Álvarez, en calidad de subrogante, formulará la acusación enmarcada en el Artículo 84 párrafo 2 del Código Penal.

Despiste y vuelco

El siniestro vial ocurrió minutos antes de las 5 de la madrugada del 9 de octubre de 2014, sobre la avenida Andresito Guacurarí, entre Félix de Azara y Colón -frente a la Escuela de Música-, cuando el vehículo Chevrolet Corsa II al mando de Seredisky despistó, embistió dos árboles y terminó volcado.

Según los testigos circunstanciales, la velocidad del rodado al pasar por un badén hizo que se desestabilizara y el conductor perdiera el control, generando el accidente fatal.

Efectivamente, las pericias determinaron que circulaba a una velocidad mínima de 102,70 kilómetros por hora cuando la reglamentación vial para ese tramo de la ciudad indica un máximo de 60 kilómetros por hora.

El cuerpo de Troncoso salió despedido del coche y como consecuencia de las graves lesiones que sufrió falleció prácticamente en el acto, aplastado por uno de los laterales del vehículo.

El informe médico constató “traumatismo grave con pérdida de huesos del cráneo y sustancia del lado izquierdo, múltiples excoriaciones y hematomas en miembros superiores y torax”.

Seredisky sufrió apenas lesiones leves, fue derivado al Hospital Madariaga por prevención y a las pocas horas volvió a su casa.

El test confirmó que estaba alcoholizado, arrojando 1,10 g/l de alcohol en sangre, en tanto que el análisis hecho al cuerpo de Troncoso Guidek marcó 1,98 g/l aunque en su caso, no estaba a cargo de la conducción sino que iba en el asiento del acompañante.

“Seredisky conducía un vehículo automotor realizando una maniobra negligente e inobservando los reglamentos o deberes a su cargo, cuando le era exigible otra, a saber, debía conducir cuidadosamente, con precaución y sin haber consumido bebidas alcohólicas, tal como surge del informe de alcoholemia que arrojó resultado positivo de 1,10 g/l de sangre, llevar una velocidad de 60 kilómetros por hora máximo permitido para la vía en que circulaba, siendo que de las pericias accidentológicas surge que la velocidad mínima del vehículo era de 102,70 kilómetros por hora y antes de iniciar la maniobra de trasponer el badén debía aminorar esa velocidad y así evitar el desplazamiento del vehículo”, se expone en el dictamen de elevación a juicio elaborado por la fiscal Álvarez como subrogante de la Fiscalía de Instrucción 6 que llevó adelante la investigación del siniestro fatal.

Cuando ocurrió, la muerte de Troncoso Guidek cobró rápidamente trascendencia pública puesto que era querido en el ambiente policial, siendo además el hijo de la supervisora de una conocida cadena comercial posadeña.

¿Que opinión tenés sobre esta nota?