El consumo de cemento volvió a crecer y registró su mejor número desde 2017

El 2020 fue un año atípico para todos los sectores como consecuencia de la pandemia del coronavirus, que derivó en un parate sin precedentes en el afán de frenar los contagios. El de la construcción no escapó a ese freno en el segundo trimestre pero rápidamente pudo recuperarse ante la mayor demanda de insumos y de personal para la ejecución de obras.

De todos los productos necesarios para una construcción, el cemento tuvo un marcado crecimiento. Es que el despacho de cemento registró en noviembre una suba del 28% interanual, mientras que creció un 4,3% respecto a octubre y fue el séptimo mes consecutivo de alza y, a la vez, uno de los valores más altos desde diciembre de 2017, según datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP). En la misma línea, el consumo también tuvo un notable incremento en noviembre, que fue del 25,1% frente a noviembre de 2019, y en el análisis intermensual, del 2%. En el relevamiento se dio cuenta que de 24 jurisdicciones 19 registraron suba en la venta de cemento, entre ellas, Misiones. De acuerdo a los últimos datos discriminados por provincia, en septiembre la tierra colorada tuvo una suba del 37,8% de un año al otro en el consumo de cemento, que lo ubicó como uno de los distritos de mayor crecimiento interanual.

En consonancia, desde el Centro de Constructores de Misiones indicaron que desde agosto se duplicó la demanda de obras en todo el territorio provincial. Pequeñas refacciones hogareñas, la ampliación de viviendas y la construcción de piletas se volvieron moneda corriente en el último tramo del año. Ante la incertidumbre sobre las flexibilizaciones en materia de turismo derivaron a que muchas familias destinaran el dinero de las vacaciones en la compra de materiales para encarar esas obras, en ellas, la de cemento.

En ascenso

En el informe de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, se da cuenta del notable crecimiento en el despacho y consumo de cemento en todo el país. Estos indicadores son importantes ya que la construcción es definida como la madre de las industrias ya que moviliza otras actividades conexas, además de ser un gran generador de empleo en todo el país.

En el reporte, se especificó que en noviembre se despacharon 1.132.559 toneladas de las cuales 1.091.549 toneladas se orientaron para el mercado argentino y 41.010 toneladas para la exportación. Esa cifra representó un incremento del 28% frente al mismo mes del año pasado, cuando se totalizaron 1.085.354 toneladas tanto en el consumo local como en el envío hacia el exterior.

Asimismo, se destaca que es el valor más elevado desde diciembre de 2017 ya que en noviembre de ese año, entre el mercado interno y externo, se despacharon 1.191.537 toneladas.

En lo que respecta al año en curso, se trató del séptimo mes con crecimiento consecutivo en el consumo de cemento en todo el país, luego de llegar al mínimo de 407.646 toneladas como consecuencia del freno sin precedentes que generó la pandemia del Covid-19 en la Argentina. Al mismo tiempo, desde la AFCP señalan que es el tercer mes consecutivo en que los registros de despachos superan las 1.000 toneladas mensuales.

A la vez, el acumulado entre enero y noviembre arrojó como resultado 8.878.789 toneladas, que significó una merma del 14,3% frente al mismo período del año pasado. Sin embargo, “la producción para el cierre de 2020 tiene una proyección de 9.828.000 toneladas, que lo ubicaría un 11,5 por ciento por debajo del cierre de 2019, que tuvo 11.103.556 toneladas totales”, concluyó el informe, en referencia a lo que deja este año para el sector que se vio atravesado por la parálisis total entre marzo y junio.

En el caso de Misiones, la actividad retomó de manera paulatina a partir de abril para la obra pública y privada. Según los últimos datos disponibles por provincia, en septiembre se comercializaron 27.196 toneladas en la tierra colorada lo que implicó un crecimiento del 37,8% frente al mismo mes de 2019, y de un 8,6% frente a agosto. De esta manera, la tierra colorada acumuló cinco meses consecutivos de incremento sostenido y lo ubicó en el séptimo lugar de las provincias con mayor aumento en el consumo del producto base de la construcción.

De la parálisis al repunte

Después de cuatro años de crisis, este año se sumó una pandemia que generó un parate sin antecedente, pero del que se pudo salir de manera progresiva. La situación epidemiológica de Misiones permitió en abril el regreso de la actividad bajo estrictos protocolos sanitarios y, con ella, la reactivación.

Miguel Ojeda, titular del Centro de Constructores de Misiones, manifestó que “este año fue atípico por la pandemia, pero permitió que podamos seguir trabajando y produciendo, con un claro repunte en la actividad desde hace cuatro meses”.

En diálogo con Acá te lo Contamos, por Radioactiva 100.7, consideró que la recuperación se debió a una mayor demanda dentro del ámbito privado, para la refacción y ampliación de viviendas, por lo que se duplicó la actividad privada en meses.

“Desde agosto la obra privada duplicó su actividad por los mayores pedidos que hubo para pequeñas construcciones, que permitieron la continuidad de los trabajos”, señaló. En consonancia, según los últimos datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), el empleo registrado en la construcción en Misiones creció durante septiembre de este año un 12,6% comparado con agosto, y con ese porcentaje se convirtió en la provincia del NEA con mayor crecimiento en la actividad. En total, se registró un número de 6.356 trabajadores del sector, que representó un incremento de 710 nuevos empleos para una actividad fundamental en la provincia y, por primera vez, logró superar la barrera de 6.000 empleados que desde marzo no se registraba. Es decir, que quedó a poco de recuperar los niveles previos al inicio de la pandemia.

Por su parte, José Garay, titular de la Cámara Misionera de Empresas Constructoras y Afines (Cameca), calificó al 2020 como un año difícil por la fuerte reducción en la actividad que se registró a principio de año. “Si bien al principio disminuyó, hubo un esfuerzo del gobierno provincial como para mantener las obras de carácter público; a nivel nacional con la asistencia del ATP que nos permite sostenernos. En el caso de la obra privada, vino la reactivación con el paso de los meses, ya que la gente depositó el dinero de las vacaciones para hacer pequeñas obras, que permitieron un movimiento económico importante, ya sea para el trabajador como para el consumo de materiales”, afirmó en comunicación con El Territorio.

“A la mayor demanda, el 2020 no fue un año malo. Veníamos de cuatro años con actividad negativa y este año hubo una pandemia, pero hubo un crecimiento evidenciable en la obra privada que permitió un mayor consumo, sobre todo de cemento, que fue muy importante, hasta tal punto que hubo demoras en la reposición que terminaron complicando un poco los trabajos, pero íntimamente ligados a la pandemia”, subrayó.