Campanas por la vida

Misionero del Año 2020: un proyecto que contagia alegría y esperanza

martes 08 de diciembre de 2020 | 9:06hs.
Misionero del Año 2020: un proyecto que contagia alegría y esperanza
Misionero del Año 2020: un proyecto que contagia alegría y esperanza

Este año, el sector oncológico del Hospital Pediátrico Fernando Barreyro incorporó en sus instalaciones una campana de bronce, que suena cada vez que un niño logra ganarle la batalla al cáncer. 

La propuesta llegó al centro sanitario de la mano de Viviana Núñez y Julio Ramírez, padres de Evan, un pequeño de 4 años que enfrenta una leucemia linfoblástica aguda de riesgo intermedio (LLA).

Hace algunos meses, la familia presentó el proyecto ‘Campanas por la Vida’, con la intención de que el tratamiento del paciente oncológico sea mucho más ameno y amoroso. “Queremos que este largo y duro camino sea más feliz para Evan, para nosotros y para todos los que tienen que pasar por una situación como esta”, habían señalado en diálogo con El Territorio, respecto a la presentación del propuesta.

‘Campanas por la Vida, el Sonido de la Victoria’ representa una manera de compartir la felicidad de quien ha finalizado el tratamiento; fortalecer los vínculos y agradecer a los profesionales de la salud que acompañaron el proceso; y a su vez, transmitir esperanza al resto de los pacientes que continúan luchando para salir adelante.

De esta manera, cuando un niño logra su remisión, recorrerá los pasillos del sector oncológico y, en una íntima ceremonia, hará sonar la campana anunciando que ganó la batalla. “Cada campanada supone poner un punto final a una etapa ya superada y dar comienzo a una nueva, llena de alegría que, además, aumenta la unión entre pacientes, acompañantes y personal sanitario”, resaltaron los Ramírez.

El pasado 4 de noviembre, el hosptital pediátrico de Posadas se convirtió en el primero del país en implementar esta iniciativa -que también es utilizada en otros países como Estados Unidos, Brasil, Alemania y Noruega, entre otros tantos- gracias al aporte de la familia Ramírez. 

Y, como complemento a esta nueva forma de anunciar la victoria al tratamiento, también se implementó la realización de un mural con un gran arcoiris y un árbol sin hojas en el que, a medida que los niños van consiguiendo su remisión, dejarán a modo de huella sus manos pintadas alrededor del árbol.

“Estamos muy emocionados y contentos  de estar nominados. La verdad es que todo esto surgió con la finalidad de acompañar y recordarles a las familias que atraviesan una situación tan difícil que en muchas ocasiones son más fuertes de lo que creen”, destacaron los padres de Evan.

“Iniciamos una etapa de cambios. Con este proyecto logramos contagiar ese espíritu de esperanza y alegría que buscábamos. Es muy importante que el niño y su familia pueda sobrellevar esta dura situación con amor y contención. Porque cuando estás ahí, en ese momento tan difícil, cada detalle importa, cada granito de amor reconforta”, agregaron los candidatos.        

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