Poder ser

domingo 06 de diciembre de 2020 | 6:00hs.
Poder ser
Poder ser

Carmen y su hermanito Ernesto están cansados de escuchar la misma pregunta, una y otra vez, de todos los grandes. Los amigos de sus papás, la maestra, el señor del quiosco, sus tías, el cartero, el vecino con el perro peludo y el otro vecino con el perrito pila, la doctora que les revisa los dientes y la doctora que les cura el resfriado, todos, hasta sus abuelos preguntan:

¿Qué querés ser cuando seas grande?

Ellos siempre responden algo distinto, no porque se olviden, tampoco porque cambien de parecer a cada segundo, o porque se aburran, no es eso. En realidad, ¡ellos no quieren elegir! Quieren hacer todo, a veces al mismo tiempo y otras, se deciden por una cosa, pero sólo por un ratito…

Carmen quiere ser astronauta. Quiere ver las estrellas y flotar en el espacio junto con los planetas más lejanos. Buscar su casa mirando desde la Luna, saludar a sus amigos y perseguir estrellas fugaces dejando una cola de luz detrás, recorrer los anillos de Saturno y calentarse un poquitito cerca del Sol, pero ¡ojo, que quema!

Ernesto quiere ser cocinero. Quiere jugar con los sabores y los colores, hacer torres de caramelo y ríos de sopa. Lo que más le gusta es que al principio sólo hay frutillas, chocolates, harinas y huevos con leche por un lado, pero al final, con un poco de imaginación y experimentación, se puede comer un bizcochuelo riquísimo para convidar.

No, ahora Carmen se acordó y también le gustaría ser piloto de aviones. Una vez viajó en uno con su hermanito y disfrutó de cómo acariciaba las nubes mientras nadaba en el cielo. Sí, eso es lo que le gustaría: volar sobre las almohadas de algodón, de cielo a cielo, apretando botones y dirigiendo el volante, conociendo paisajes nuevos.

Además de la comida a Ernesto le gustan los animales, entonces a veces sueña con llenar su casa de perros, gatos, un caballo, pajaritos cantantes, mariposas y ciempiés, iguanas y hasta ratones. Quiere aprender a cuidarlos para que estén sanitos, pero más que nada, quiere jugar. Arañarse con el gato, saltar y correr como el viento con el perro, pasear a caballo, bailar con los pájaros, dar miedo como las iguanas todas serias, caminar con cien zapatillas y comer como los ratones con los dientes de adelante.

Carmen, en cambio, prefiere los dinosaurios. Por eso cuando aprendió en la escuela que los paleontólogos desenterraban los huesos y reconstruían dinosaurios gigantes, pensó que eso es lo que quería hacer. Desde ese día, quiere aprender los nombres y el tamaño de todos los dinosaurios, por ahora sabe que algunos eran chiquititos como un perro y otros eran tan grandotes ¡como los edificios de la ciudad!...Pero tenían los brazos CORTIIIIIITOS como los bebé ,ji ji.

Ahora que lo piensa mejor, Ernesto también quiere dibujar y pintar, tanto manchas de colores como dibujos ideados por él. Piensa que podría pintar remeras para sus amigos, decorar las paredes de su casa o, por qué no, dibujar los dibujitos de la tele o los libros. Tiene muchos colores para pintar: crayones, lápices, pinturas, tizas. Pero más importantes… ¡tiene incontables ideas!

A mí también me encanta dibujar-dijo Carmen. -¡Podríamos hacerlo juntos!

Ernesto, emocionado, respondió con un “síiiii” alargado. Y después preguntó: -Cuando vayas al espacio… ¿puedo ir con vos?

Ambos, felices, ya se imaginaban persiguiendo estrellas fugaces con sus trajes de astronautas. Después se les ocurrió que cuando volviesen de su viaje podrían buscar unos cuantos animales para colmar su casa de bigotes y patas peludas con garras.

Además Carmen soñó con ser corredora profesional, andar y andar y andar, lo más rápido posible. Su hermanito Ernesto, también quiso ser inventor, crear cosas que nadie nunca haya creído posibles.

Y así, sin poder dejar de soñar, siguieron explicando todas las cosas que harían cuando sean grandes y que empezarían a practicar ahora mismo, sin perder ni un segundo.

Camila Grosso, cursa las últimas materias de  la licenciatura en Letras en la Universidad Nacional de Córdoba. Publicó con su hermana Elisa, Todas mis mamás.

Camila Grosso

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