Tiene 17 años y es cadete de bombera voluntaria

Marité Fedyna o ‘la llamita del corazón’

La joven integra el cuartel de Campo Grande hace dos años. Una historia de nobleza y valentía que inspira vocación de servicio
sábado 05 de diciembre de 2020 | 20:40hs.
Marité Fedyna o ‘la llamita del corazón’
Marité Fedyna o ‘la llamita del corazón’

En la jerga de los bomberos hay una frase que se expresa cuando un voluntario experimenta la verdadera vocación de servicio. Se dice que ‘se siente una llamita en el corazón’ cuando verdaderamente el bombero percibe que su misión en el mundo es esa: ser bombero.

Esa experiencia la vivió Marité Fedyna, que con sólo 17 años es cadete de bombera voluntaria en la localidad misionera de Campo Grande y, en las últimas semanas trabajó junto a su equipo para apagar algunos de los focos de incendio que arrasaron con cientos de hectáreas en la Tierra Colorada.

La joven se enlistó al cuartel cuando sólo tenía 15 años y, desde entonces, resume que “su mayor pasión y aspiración es ser bombera voluntaria”, según le contó a El Territorio.

Vive en una chacra, junto a sus padres y uno de sus cuatro hermanos. Y cada vez que tiene que acercarse hasta la estación debe caminar unos cuantos kilómetros. “Generalmente sólo acudo a siniestros cuando estoy de guardia en el cuartel, si no se me complica porque tengo más o menos unos 40 minutos de caminata hasta llegar a la estación, por lo que no suelo llegar a las emergencias”, lamentó la joven, al tiempo que destacó que también suele ayudar al equipo de bomberos porque ya lleva dos años de experiencia como cadete. Sin embargo, para convertirse oficialmente en Bombera Voluntaria deberá pasar un examen para ser aspirante y luego profesional.

Una vocación del alma
Su necesidad de ayudar a los que más necesitan y de ser útil en situaciones de extremo peligro despertaron cuando la joven era aún una niña.

Resulta que, al lado de su casa, hubo un incendio estructural al que acudieron los profesionales para aplacar las llamas. Era de noche y las resplandecientes llamaradas despertaron a todos los vecinos de la zona. También sacaron a Marité de su cama, quien desde lejos, observaba el accionar de los bomberos. “Así surgió mi admiración por esta profesión. Ese día me marcó para siempre y desde entonces decidí que lo que quiero hacer es convertirme en bombera y asistir a los que precisan de mi ayuda”, dijo la joven que está cursando el 4° año del nivel secundario y espera profesionalizarse como bombera o “realizar enfermería, veterinaria o alguna carrera en la que pueda ayudar a otros”.

Ni bien decidió alistarse, trabaja arduamente por superarse día tras día. Capacitaciones, deportes, pruebas físicas y teóricas, cursos de formación y especializaciones; todo lo que necesita saber y aprender para ser bombera, Marité lo hace.

“Siempre estamos en constante entrenamiento. Solemos hacer deportes como vóley con los trajes puestos, ya que pesan más o menos 10 kilos los estructurales y debemos estar en condición física para trabajar y ayudar. Hay clases de apoyo divididas por temáticas y muchas otras opciones mediante las que aprendemos y seguimos formándonos para esta profesión”, dijo la joven que encuentra inspiración en la jefa del cuartel, una mujer que lidera el equipo compuesto por 45 bomberos voluntarios.

Un equipo mixto
El grupo de Campo Grande es mixto y tiene preponderancia la participación femenina (27 integrantes son mujeres).

Si bien los cadetes no acuden a los incendios, en los últimos días, con la cantidad de focos que hubo en Misiones, Marité colaboró con su aporte en la colonia Burro Magro. Allí, combatió a las llamas junto a su equipo durante dos días.

“Fue increíble. Es verdaderamente lamentable que hayan incendios pero también es indescriptible lo que se siente cuando uno está ahí, tratando de ayudar y apagar las llamas”, señaló la joven con su pasión por contrarrestar las llamas, siempre instando a que la sociedad tome conciencia respecto a la quema, la importancia de no ocasionar incendios.

Esta última experiencia la comparó con el primer incendio al que acudió, otro hito que marcó su camino, cuando tenía 3 meses de práctica en el cuartel. “Era programado, de esos que se producen cuando la gente hace un rozado o algo así. Había mucho fuego, me acuerdo que volví a casa con mucho olor a humo y los ojos llorosos”, contó emocionada, haciendo hincapié también en que su familia siempre apoyó su decisión y, aunque temen por ella y saben que en algún momento podrá recibir un llamado que ponga en riesgo su integridad, conocen también que ese es su ideal.

Tal es así que hace pocos días, estando de franco, acudió al rescate de un gato “porque defendemos todo tipo de vida”, señaló anteponiendo su nobleza ante todo.

Poniendo el cuerpo y los ideales
“Mi familia me apoya y acompaña desde el primer día. Ellos creen que es hermoso que yo sienta esta vocación de servicio”, dijo. Y aunque son muchos los que admiran su valentía y entusiasmo, también están quienes cuestionan su accionar por el hecho de ser joven y mujer. “Algunos familiares y conocidos no están muy de acuerdo y me dicen ‘¿Cómo vas a ser bombera si sos mujer? ¡Eso es para hombres!’. Pero esas son las cuestiones que me alientan mucho más a seguir en este camino, porque con mis actos les estoy demostrando que sí puedo ser mujer y ser bombera, que sí se puede”, señaló al respecto.

Marité tiene la firme convicción de que hombres y mujeres, en equidad de condiciones, pueden lograr todo aquello que se propongan. “Somos iguales, no se trata de ser mejor que los hombres o competir con ellos, sino hacer lo que nos nace del corazón sin importar nuestro género. Saber que con mi ejemplo estoy luchando por la igualdad y sentando un camino, me hace sentir muy bien, me llena el corazón. Es hermoso hacer lo que uno ama y dejar huellas”, reflexionó.

Es que ella, al igual que tantos otros que se enfrentan día a día a las llamas, que solo parecen mirar con algún respeto a esta gente de uniforme amarillo. Tienen el don de ser sensibles a todo, de encender el corazón cada vez que se necesita ayuda. “Nosotros defendemos todos los tipos de vida, vamos a salvar. Y esa llamita del corazón se enciende sólo cuando hay verdadera vocación”, cerró Marité.

Marité Fedyna o ‘la llamita del corazón’
Marité Fedyna o ‘la llamita del corazón’
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