La pareja detenida por el caso Medina se abstuvo de declarar

A cuatro días del crimen de Clemencio Medina (80) en su casa del barrio Ñu Porá de Garupá, la pareja involucrada en el caso fue llevada a declarar ayer ante la Justicia y en esa instancia fueron imputados por el hecho.

De acuerdo a lo consignado por fuentes consultadas por El Territorio, la pareja conformada por Marta G. (43) y Cristian L. fue trasladada durante la jornada de ayer ante los estrados del magistrado Juan Manuel Monte, titular del Juzgado de Instrucción Dos de Posadas, para comparecer en audiencia de declaración indagatoria.

En esa instancia, ambos implicados tenían la oportunidad de brindar su versión de los hechos o bien abstenerse de declarar sin que su silencio le signifique presunción de culpabilidad alguna, tal como lo ampara su derecho.

Justamente, las fuentes indicaron que tanto el hombre como la mujer optaron por guardar silencio ante al juez y tras ser notificados de los elementos existentes en sus contra fueron formalmente imputados por el hecho  investigado.

Mientras tanto, los investigadores a cargo del caso continúan a la espera de una serie de pericias encomendadas a realizar y cuyos resultados podrían ser clave para el avance del proceso.

Una de ellas tiene que ver con  el cotejo de las muestras de las palmas de los pies de los sospechosos con las huellas de pisadas en sangre detectadas en la escena del crimen.

Tal como publicó este matutino, la mujer era empleada de la víctima y si situación se vio comprometida cuando incurrió en varias contradicciones a la hora  de brindar su testimonio ante la Policía durante las primeras horas de la pesquisa.

 El otro apuntado es la pareja de la mujer y sobre quien -según comentaron voceros de la investigación- algunos testigos apuntaron que ya había tenido inconvenientes con Medina porque le robaba mercaderías.

El crimen fue descubierto el sábado a la mañana, cerca de las 6, cuando el hijo de la víctima fue hasta la casa de su padre dentro del misma propiedad para compartir unos mates y lo encontró sin vida sobre un gran charco de sangre.

El examen de autopsia practicado esa misma tarde estableció  que la víctima padeció reiterados golpes con un objeto contundente que le provocaron fractura de cráneo y de zona maxilar.

Por las características de las marcas, se estima que el elemento utilizado para llevar adelante el crimen pudo haberse tratado de un hierro macizo, aunque hasta el momento no se incautó ningún objeto compatible.

Las fuentes consultadas en ese momento también indicaron que se estima que la víctima conocía a su o sus homicidas, dado que el ingreso a su vivienda cuenta con trabas pero no tenía signos de haber sido forzado.

En el lugar tampoco se había constatado faltantes de elementos de valor y tampoco había espacios o lugares comunes revueltos, signos habituales en casos de robo.