Advierten que la pandemia provocó abusos en consumo de antibióticos

El uso incorrecto de antibióticos durante este año de pandemia es una preocupación que figura en la agenda de las autoridades sanitarias del país, que buscan impulsar una ley que regule de manera eficiente los distintos usos de esos medicamentos, para evitar que siga creciendo la resistencia antimicrobiana.

“Se trata de un proyecto de ley que busca solucionar el problema del avance de la resistencia antimicrobiana de manera integral y por eso abarca cuestiones referidas al consumo de estos medicamentos tanto en humanos como en animales, el control de todo lo referido al tratamiento de las infecciones intrahospitalarias y la cuestión de las ventas y registros de antimicrobianos”, explicó a El Territorio la doctora Laura Barcelona, a cargo del área de Coordinación del Uso Apropiado de Antimicrobianos del Ministerio de Salud de la Nación.

La defensa ante los antimicrobianos se produce cuando los microorganismos que pueden ser bacterias, virus, hongos o parásitos, sufren cambios que hacen que los medicamentos utilizados para combatirlos y curar diversas infecciones, dejen de ser eficaces.

“Se trata de un problema global”
La resistencia antimicrobiana hace que las infecciones comunes sean más difíciles de tratar y aumenta el riesgo de propagación de enfermedades graves. Entre muchos factores que han acelerado esta amenaza se encuentra el uso excesivo e indebido de antimicrobianos en los seres humanos, en la ganadería y la agricultura, así como también el acceso deficiente al agua potable, el saneamiento y la higiene.

Hay muchos ejemplos de conductas a modificar para evitar que crezca esa resistencia antimicrobiana, que según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) podrían provocar la muerte de 10 millones de personas por año. Cuando un médico receta antibióticos para un cuadro viral que no requiere su uso. Cuando una persona compra antibióticos por recomendación de un vecino. Cuando una farmacia vende antibióticos sin la receta de un médico que la prescriba. Cuando no se respeta la toma en dosis y en horarios de antibióticos o se abandona su toma antes de cumplir todo el tratamiento.

Todas esas acciones que suelen ser comunes en la vida cotidiana están en el espíritu del proyecto de ley nacional, que también buscará intensificar las campañas de concientización social sobre el uso correcto de antibióticos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios.

La doctora Barcelona señaló que “se trata de un problema global, es decir que no es exclusivamente de Argentina, ni de Latinoamérica, ni de países pobres o países ricos”.

La funcionaria nacional también explicó que “la lucha debe ser abordada interdisciplinariamente, ya que pone en peligro la eficacia de la prevención y el tratamiento de una serie cada vez mayor de infecciones por virus, bacterias, hongos y parásitos, además de complicar el éxito de las cirugías mayores, los trasplantes de órganos y las quimioterapias, que se ven comprometidos en ausencia de antibióticos eficaces para tratar sus complicaciones infecciosas”.

Aumento del consumo
“La pandemia del Covid complicó aún más la situación que ya veníamos observando sobre el consumo indiscriminado de antibióticos sobre todo en los hospitales y clínicas.Ya lo estamos viendo ahora y las consecuencias la sentiremos el año próximo”, aseguró la doctora Barcelona, durante el encuentro con los periodistas.

Seguidamente dijo que “pudimos observar durante la pandemia un aumento del uso de los antimicrobianos especialmente a nivel de las instituciones de salud y de internaciones en todo el país”.

La doctora explicó que “el Covid-19 es una neumonía de origen viral que causó mucho susto en el equipo de salud, que no contaba con herramientas terapéuticas, y llevó que durante los primeros meses se hiciera un uso bastante indiscriminado de antimicrobianos para tratar esta neumonía”.

Barcelona también dijo que “el recambio de roles en el personal de salud, con los equipos de control de infecciones de los sanatorios y hospitales, abocados de lleno al control de la emergencia sanitaria, redujeron sus tareas de control en el uso de los antimicrobianos, con internaciones en general más prolongadas y como consecuencias con bacterias mucho más resistentes”.

En 2013, a nivel global se produjeron 700.000 muertes atribuibles al mal uso de medicamentos, y para 2050 se esperan 10 millones de defunciones por esta razón, superando a las víctimas por cáncer. Es por ello que la toma de conciencia del riesgo de la propagación de la RAM y el cuidado del uso apropiado es una responsabilidad conjunta de toda la sociedad.

Del 18 al 24 de noviembre se celebra la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antibióticos para generar conciencia y fomentar las mejores prácticas entre el público en general, los trabajadores de la salud y los responsables de la formulación de políticas públicas.

“Un problema prioritario”

“Combatir la resistencia antimicrobiana es posible y es un problema prioritario para la salud pública”, señaló la secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, Carla Vizzotti al realizar la apertura del encuentro virtual con periodistas, en el que participó El Territorio, en el marco de la semana mundial de la concientización sobre el uso de los antimicrobianos. El encuentro contó con la participación de funcionarios de distintos organismos nacionales desde donde se intentan ejecutar diversas acciones que buscan controlar el consumo abusivo de antimicrobianos en el ámbito de la salud humana, animal y también en la industria alimenticia, el medio ambiente.Participaron del panel la coordinadora del área de Uso Apropiado de Antimicrobianos del Ministerio de Salud de la Nación, Laura Barcelona, la jefa del Servicio de Antimicrobianos del Anlis Malbrán Alejandra Corso, la directora del Instituto Nacional de Epidemiología del Anlis Malbrán, Irene Pagano, la directora de Evaluación Gestión de Monitoreo de Productos para la Salud del Anmat, Silvia Boni, la jefa del departamento de Control y Desarrollo del Instituto Nacional de Alimentos (Inal), María Josefina Cabrera Durango, el director de Productos Veterinarios de Senasa, Federico Luna y el investigador del Inta, Mariano Miyakawa.