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Entrevista a Cindy Fernández, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional

Afirman que habrá escasez de precipitaciones hasta febrero

Un combo de altas presiones que generan días despejados y el fenómeno de La Niña, entre los responsables. Cómo se comportará el tiempo y los efectos ambientales

domingo 29 de noviembre de 2020 | 5:00hs.
Afirman que habrá escasez de precipitaciones hasta febrero
Los arroyos con menos caudal, uno de los reflejos de las pocas lluvias en la región. Foto. NATALIA GUERRERO
Los arroyos con menos caudal, uno de los reflejos de las pocas lluvias en la región. Foto. NATALIA GUERRERO

La escasez de lluvias está acentuada en la provincia y toda la región Nordeste del país. El pronóstico climático trimestral para diciembre, enero y febrero que elabora el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) afirma que al menos hasta el segundo mes del 2021 habrá lluvias inferiores a las normales en Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, este de La Pampa y Buenos Aires y temperaturas superiores a las normales en las mismas zonas.

Las causas de este fenómeno son multifactoriales, explican. Pero se destaca que desde el año pasado la región está atravesada por sistemas de alta presión que generan mayor cantidad de días con cielo despejado. A eso, se le sumó a mediados de este 2020 el fenómeno de La Niña, que entre otras consecuencias impacta en el Nordeste del país alejando las lluvias.

“La tendencia para lo que resta de este año y comienzos del año que viene es de lluvias inferiores a lo normal. Con lo cual es esperable que este final de primavera y comienzos del verano se siga presentando con menos lluvias de lo habitual. Eso no quiere decir que no vaya a llover, pero considerando la cantidad de precipitaciones que hay en esta época, van a haber menos de lo habitual”, explicó a El Territorio Cindy Fernández, comunicadora meteorológica del SMN.

¿Qué está pasando en la región?

Si se miran las anomalías de los últimos meses, desde octubre y noviembre del año pasado hasta ahora, se ve que prácticamente todo el país está con condiciones de lluvias inferiores a las normales, especialmente el este de Chaco, de Formosa y toda la provincia de Corrientes y Misiones que es donde están las anomalías más importantes. En el último año llovieron de 500 milímetros hasta casi 700 milímetros menos de lo normal.

¿Y a qué se debe esto?

En primer lugar no hay una sola causa sino que son una serie de causas que generaron que predominen condiciones que no favorezcan las lluvias. Lo que más estuvo afectando al final del año pasado y el comienzo de este fue que estaban predominando altas presiones sobre todo el Nordeste de Argentina, Sur de Brasil y Paraguay y las altas presiones lo que hacen es dar muchos días consecutivos de cielo despejado y generan condiciones que no favorecen las lluvias.

¿Se trata de un proceso natural?

Hay una variabilidad natural del clima que hace que todos los años no sean iguales. Hay años más secos, más húmedos, cálidos o fríos. Y es normal que todos los años se comporten distinto. Ahora, lo que hay que analizar es cómo se comportan las condiciones de lluvias mirando un lapso largo de tiempo para poder asociarlas con un cambio climático, por ejemplo.

Lo que se ve si se sigue la tendencia desde 1961 hasta ahora, es que los veranos, los otoños y las primaveras sí están incrementando las lluvias. Pero si se discrimina por estaciones del año, verano, otoño y primavera están siendo cada vez más lluviosas, pero los inviernos están siendo cada vez más secos.

Aunque en particular para este período que va de noviembre a febrero, lo que ustedes anuncian desde el SMN son menos lluvias de lo habitual.

Lo que estuvo predominando la mayor parte de este año fueron las altas presiones que hicieron que no hubiera lluvias en el Nordeste de Argentina. Incluso no hubo lluvias en el Sur de Brasil, Paraguay y parte de Bolivia. Lo que hizo este sistema de alta presión fue desplazar las lluvias más al Norte y estuvo lloviendo más en el Norte y Centro de Brasil. Pero desde mediados de año hasta ahora se sumó un nuevo factor que inhibe las lluvias en el Nordeste argentino que es el fenómeno de La Niña. Esta oscilación intraestacional es básicamente el enfriamiento de las aguas del océano Pacífico, en la zona ecuatorial. Los océanos están acoplados e interactúan con la atmósfera constantemente, sobre todo uno tan grande como el Pacífico.

Cualquier océano intercambia con la atmósfera calor o frío. Porque si el océano está caliente o frío está calentando o enfriando la atmósfera y también son una fuente de humedad. Cuando mayor temperatura tienen las aguas más humedad están entregando a la atmósfera o viceversa.

Entonces, quieras o no, los océanos siempre están interactuando y generando cambios en la atmósfera. El Pacífico tiene un acoplamiento especial con la atmósfera en esta zona ecuatorial que los científicos denominamos ENOS, que popularmente lo conocemos como El Niño o La Niña. Cuando el océano se calienta en esa zona es lo que se conoce como El Niño y cuando se enfría se conoce como La Niña. Este último fenómeno interactúa con la atmósfera de determinada forma y en Argentina repercute dejando menor cantidad de precipitaciones en el Noreste y a veces, dependiendo de la intensidad de La Niña, también en la región Pampeana.

¿Qué efectos ambientales puede generar este período de pocas lluvias?

A lo que más hay que tener cuidado, sobre todo en esta época, es al tema de los incendios. Ya que se generan más pastizales secos, hay menor cantidad de humedad en el suelo y si a eso le sumamos que estamos en primavera y acercándonos al verano, que son las épocas más calurosas del año, hay una mayor evaporación y se acelera la pérdida de humedad tanto de las plantas como del suelo. Y si hay escasez de lluvias, el ambiente es más propicio para los incendios. Además, puede haber bajante de ríos y arroyos que pueden frenar el transporte fluvial, esto genera una desaceleración de la economía. Hay producciones que se paran, hay pérdidas económicas si no se toman acciones que mitiguen los impactos de esta falta de agua. Pero no es una causa netamente meteorológica, sino que son faltas de acciones y decisiones para minimizar el impacto de esto que se viene. Hay que planificar, siempre. Para eso está la información meteorológica.

 

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