“Primero le hacían mirar al piso para luego darle varias cachetadas”

martes 24 de noviembre de 2020 | 0:23hs.
Policiales
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“Están muy shockeados por lo que pasó ya que es la primera vez que les sucede algo así, nunca han estado arriba de un patrullero y tampoco han tenido problemas con nadie. Hoy ni siquiera quieren salir a jugar a la plaza porque tienen miedo que les pase lo mismo, o que pare un auto y los levante”. Con esta frase, Matías Caballero (28) describió cómo sus dos hijastros de 9 y 12 años aún recuerdan el calvario que les tocó padecer el pasado jueves 12 de noviembre en una plaza de Villa Cabello, cuando integrantes de la Seccional Séptima llevaron hasta la dependencia en carácter de demorados a los menores por una denuncia de hurto en perjuicio de un establecimiento educativo de la zona.

A raíz de esta grave acusación que tuvo repercusión nacional mediante una publicación que se hizo en la revista La Garganta Poderosa de Buenos Aires, los tutores presentaron la semana pasada una denuncia formal ante la Fiscalía de Instrucción Dos de la capital provincial por el proceder indebido que habrían tenido cuatro efectivos policiales, quienes durante cinco horas abusaron de la autoridad que les compete para abofetear e infligir violencia psicológica contra los dos menores.

En diálogo con El Territorio, Caballero comentó que lo sucedido con los pequeños representó un acto más de los constantes episodios de persecución policial que padece junto a su familia, desde agosto pasado cuando denunció ante autoridades del Inadi y ante la Justicia un supuesto caso de negligencia intrahospitalaria y violencia institucional por parte del personal médico de del hospital de Fátima. Todo esto luego de la muerte de su hijastra Rocío Samaniego.

El hombre, quien junto a su pareja Olga Samaniego y los pequeños viven hace varios años en la chacra 148 de Villa Cabello, comentó que desde el 16 de agosto, cuando radicaron la denuncia por la muerte de la joven, “se acercaron en reiteradas ocasiones a nuestro domicilio pidiendo por un menor distinto de nuestra familia para llevárselos, sin orden judicial y cuando pedíamos explicaciones nos decían que eso no nos correspondía y luego se retiraban sin identificarse”.

Al ser consultado por lo sucedido durante la tarde del jueves 12 pasado comentó que los menores fueron abordados cuando jugaban, junto a varios amigos del barrio, en la plazoleta ubicada en cercanías a las avenidas Kolping y López y Planes.

Entre las 17 y las 17.30 “fueron abordados por un presunto robo que nunca se pudo confirmarse ya que nunca se los pudo encontrar dentro de una institución, tampoco se le encontraron cosas robadas”.

De acuerdo a los dichos del padrastro, recién a las 20 de ese día, una oficial de la Séptima se presentó en su domicilio para notificar a los tutores de la demora de los pequeños. Fue allí que decidieron trasladarse hasta la dependencia con los documentos de los niños. Pero según ellos, al llegar, se toparon con una situación totalmente fuera de lo normal.

“Nos atendieron de una forma muy prepotente, sin ningún tipo de empatía. Nos cerraron la puerta en la cara y no nos dieron la atención que esperamos. La verdad que los chicos lo único que podían decir en ese momento era que estaban muy asustados, estaban totalmente quebrados en llantos. Cuando pudimos hablar con ellos nos dijeron que habían sido maltratados por los efectivos, incluso había un oficial principal que estaba de guardia ese día y que fue quien abofeteó a mi hijo mayor en nuestra cara”, manifestó el tutor.

Por otra parte, comentó que en ese momento fue vital la intervención de una abogada del Inadi y de una representante de la Comisión contra la Tortura, quienes fueron las encargadas de mediar con los policías para que los niños pudieran dejar la comisaría.

Además, los tutores denunciaron que no recibieron copia alguna de las actuaciones por el supuesto hecho de hurto que se les había iniciado. Y que debieron firmar en disconformidad ante lo que consideraron una total falta de sentido común por parte de los policías intervinientes.

Golpes y “correctivos”

Ya una vez en casa, los pequeños dieron más detalles de lo vivido en la comisaría. En ese sentido Caballero comentó que sus hijastros fueron obligados a ponerse de pie en varias oportunidades y que recibieron “tongos” en la cabeza.

“Primero le hacían mirar el piso para luego darles cachetadas. Después los llevaron a la parte de los calabozos y le mostraron el lugar donde estaban los procesados. Les decían que ellos iban a terminar ahí, que por algo se empieza con la mala fama. Era evidente que estaban siendo torturados, tanto psicológicamente como físicamente. Mi hijastro mayor me decía que venía un hombre grande y le pegaba en la cara, hasta le cortaron el cabello sin autorización nuestra, fue una total falta de respeto hacía nuestra familia lo que sucedió”, remarcó Caballero.

También el entrevistado recordó una serie de intimidaciones que tuvo durante los últimos meses en donde integrantes de patrullas de diversas divisiones pasaron por el frente de su casa en busca de “problemas”. “Desde que iniciamos la denuncia por lo de Rocío intentaron callarnos la boca, no querían que hablemos en los medios. Al otro día de que hicimos las distintas presentaciones recibí un llamado de un número extraño que me decía que desista de salir en los medios, que no hiciera público lo que había pasado porque me iban a pasar cosas peores, a mí y a mi familia”, añadió.

Cabe mencionar que por este caso, desde la Comisión Provincial de Prevención contra la Tortura se presentó el viernes pasado un escrito ante la Jefatura de Policía en donde se pidió explicaciones sobre el accionar de los efectivos denunciados.

Acusados de un hurto en el CEP I de Villa Cabello

En contraposición a los dichos de los tutores de los pequeños, desde la Jefatura de Policía de Misiones indicaron a este matutino que las demoras de los dos hermanos y de un tercer menor de edad tuvo que ver con el esclarecimiento por el hurto de distintos elementos que ese mismo día habían sido sustraídos de un aula del Centro Educativo Polimodal I de Villa Cabello.

De acuerdo a las fuentes consultadas, los tres fueron sorprendidos con pelotas, conos y redes que fueron denunciados como robados por un profesor de dicho establecimiento ante efectivos de la seccional Séptima. Se añadió además que tras el análisis de las cámaras de seguridad de la citada dependencia no se advirtieron indicios de ningún tipo de agresión por parte de los efectivos hacía los menores. Más allá de esto, desde la fuerza se añadió que en razón de la denuncia penal desde la Jefatura se consignó de forma inmediata la apertura de un sumario administrativo interno a los integrantes que participaron en ese operativo. Hasta ayer por la noche no habían trascendido novedades sobre algún tipo de medida disciplinaria para los policías denunciados.

 

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