Festival de títeres, desde los esteros al mundo

El encuentro, inclaudicable

Los Kossa Nostra se pusieron al frente de un nuevo festival titiritero que ansiaba llenar de alegría las calles correntinas del Iberá y como se mudó al streaming, ahora tiene la posibilidad de brindar su arte a distintas latitudes al mismo tiempo
domingo 22 de noviembre de 2020 | 5:00hs.
El encuentro, inclaudicable
El encuentro, inclaudicable

Así como entendimos que la capacidad de adaptarnos rápidamente e innovar fueron claves en este año pausado pero eterno, la inteligencia lúdica se consagró como llave para surfear los cambios que trajo la pandemia. Redescubrir el juego fue una de las posibilidades que nos dio el confinamiento y el arte también se tornó fundamental en esa comunión con el exterior.

“Todo el mundo cuando estaba encerrado apeló a entretenerse y a comunicarse de otra manera, ahí se vio que el arte, a pesar de que no fue considerado esencial en los términos de la pandemia, también lo fue y el encuentro es también esencial”, entendió Basko Ugalde, legendario titiritero. “La verdad uno se da cuenta la falta que nos hace encontrarnos a todos, a los que nos subimos al escenario y a los que vienen a ver. Porque no solamente el espectáculo es si uno ve, que lo puede ver por pantalla, el encuentro es lo que está faltando y es también esencial”, alegó el referente de Kossa Nostra.

Aunque pareciera que el tiempo se detuvo tras decretar la emergencia sanitaria en marzo, los meses pasaron y los artistas debieron seguir adaptando sus obras al streaming para llevar su creatividad al público. De esta manera, el festival de títeres Anímese Yverá, que esperaba estrenarse de manera presencial en localidades correntinas, debió sumergirse en la red para abrir su telón al mundo.

Si bien reconoció lo fastidioso de hacer teatro a través de una cámara y una pantalla, el Basko destacó que buscan ver el lado positivo de todo esto.

“Estamos muy contentos con lo que está pasando a pesar de que no pudimos hacer el festival de manera presencial. La idea del encuentro que pretendemos hacer anualmente en el Iberá es tener como sede a San Miguel, convocar ahí a grupos de títeres -este año eran siete- hacer talleres previos, desfilar con los muñecos, recorrer escuelas, plazas, barrios, parajes, de San  Miguel y de otras localidades como Loreto, Caa Catí, Concepción (Yaguareté Corá) y Chavarría que están en la costa oeste del Iberá”, arrancó contando sobre el festival que comenzó ayer, se extenderá hasta el 29 de este mes y se puede seguir a través de la web animeseyvera.com.ar.

En esa línea, el titiritero agregó que el hecho de hacerse en streaming es distinto y “permite invitar no solamente a los que iban a ser los destinatarios del festival sino al mundo entero literalmente. Tiene esa ventaja”. “Además no quisimos perder el impulso, las ganas que teníamos de hacerlo y nos sirvió para contarle el proyecto a todo el mundo. Que haya un precedente para cuando podamos volver a la presencialidad”, sumó.

Entre los misioneros están Sakados del Tacho con Aventuras de Lavandino y los Kossa con Misiones, kossa en ruinas, que fue grabada hace unos años en el Centro del Conocimiento. El video no sólo será una de las presentaciones de los organizadores del festival, sino que supo recorrer en estos meses distintos eventos (en Chile, Buenos Aires, la Patagonia, entre otros) y oficiar como aliciente ante el parate de sus actores.

“Teníamos la estructura armada en función de actuar y de ganarnos la vida subiendo al escenario. En mi caso, no soy docente y no tengo otra entrada que no sea actuar. Entonces tener grabada la obra nos dio entraditas y también ese encuentro con el público que está bueno” describió.  “Incluso los Zoom valieron para correrse de la cámara y asomar el títere y estuvo bueno porque es cierto que no es lo mismo, pero es parecido actuar por Zoom. Por lo menos un rato, sacar el títere y hacer reír a la gente improvisando, es una re linda experiencia”, refirió sobre estas invitaciones.

Sumando a esas actuaciones, también realizaron tutoriales para hacer talleres de construcción de títeres por video según profundizó Basko y volvió a poner la mirada en la necesidad del contacto y lo positivo de extender las fronteras.

“Esto que nos pasó tiene la ventaja de que nos conectamos con un montón de gente, que de otra manera no lo hubiéramos hecho. Hacíamos encuentros de Zoom, donde de repente había 30 personas mirando mi taller y cómo trabajo, los muñecos que hacemos... Eso no hubiera pasado de no haber tenido la pandemia. Hizo que se crearan otros vínculos”, insistió.

A su vez, con la mira puesta en que los festivales ya no serán los mismos, adelantó que el streaming  se posiciona como acompañamiento ideal de los vivos. “Además de lo local, poder ofrecerlo también a otras partes del mundo y mostrar el lugar donde estamos y quienes estamos acá. Creo que este formato de streaming o por lo menos de vender funciones virtuales también puede funcionar después de la pandemia”, graficó al tiempo que resaltó el apoyo de las localidades que se suponía recibirían el festival. En ese marco contó que a pesar de haber gestionado todo a la distancia, recibieron el necesario apoyo económico (por ejemplo para lanzar la web) y que ven muy auspicioso el futuro del festival, sobre todo en esta región, donde las fiestas populares son realmente multitudinarias.

“Queremos proponer un encuentro de títeres ahí también para que el mundo titiritero venga al Iberá, conozca esa parte tan linda de nuestro país, salga y lo cuente por todos lados y, a su vez, llevar títeres de todos lados para que sean vistos por la gente local”, anunció.

De la aldea al mundo y viceversa, el afán de descubrir nuevas formas de forjar lazos persiste en lo más hondo de la humanidad. Lo lúdico, como auxiliar irreemplazable se tropieza en esta oportunidad, con unos curiosos muñecos que obligan a reírse, sin dejar de reflexionar. 

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