Aparicio Fabián Duarte fue asesinado el 30 de octubre en Campo Viera

“Cristian quiso matar a mi bebé, pero Fabián se despertó y nos defendió”

Lorena Kindler declaró que su ex, Cristian F., la amenazó con asesinar a su pequeño, ya que decía que no era su hijo. La única testigo dio detalles que complican al acusado
sábado 21 de noviembre de 2020 | 21:51hs.
“Cristian quiso matar a mi bebé, pero Fabián se despertó y nos defendió”
“Cristian quiso matar a mi bebé, pero Fabián se despertó y nos defendió”

Ahora se sabe que Aparicio Fabián Duarte (26) entregó su propia vida para salvar al hijo de su novia. Seguramente no será consuelo para su familia, pero esa última actitud engrandece su figura hasta la estatura de un héroe, alguien que en absoluta desventaja prefirió socorrer a un desvalido en lugar de huir y salvarse, como tal vez pudo haber hecho.

“Yo le estaba dando el pecho al bebé, sentí un ruido y era Cristian, que entró por la ventana con un cuchillo. Vino para mí y para el bebé. Él varias veces me dijo que le iba a matar al bebé porque creía que no era de él. Grité y Fabián se despertó. Él nos defendió, por eso Cristian le hincó”, declaró Lorena Kindler (21), quebrada por el llanto, al recordar la trágica secuencia de la madrugada del 30 de octubre pasado.

El testimonio de la mujer, única testigo directa del desastre, no hizo más que comprometer la situación de Cristian “Chita” F. (23), quien desde el primer momento fue sindicado como el autor material del homicidio de Duarte, hecho que se registró en el barrio Oeste, de Campo Viera.

“Cristian quiso matar a mi bebé, pero Fabián se despertó y nos defendió”, subrayó Kindler en su declaración ante el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá.

Precisó que es madre de una nena de 3 años y de un bebé de seis meses, y que ambos llevan el apellido del acusado, aunque desde la separación de la pareja el hombre le insinuaba que el niño no era suyo.

Incluso, aseguró que varias veces la amenazó con matar a pequeño: “Voy a matar ese gurí, vas a ver, porque no es mío, puta de mierda”, contó que le decía.

Pero no sólo eso, ya que los propios amigos del sospechoso testificaron en el mismo sentido y señalaron que les contaba que tenía problemas con la mujer porque no le dejaba ver a los hijos. En tanto, vecinos del barrio lo vieron escapar corriendo de la escena del crimen.

La máxima pena

El acusado y la madre de sus hijos estaban separados desde hacía alrededor de dos meses, aunque se cruzaban a diario puesto que ambos residían en el barrio Oeste de Campo Viera.

Asimismo, en el expediente judicial también aparece el testimonio de otra mujer residente en Oberá que aseguró ser la pareja de Duarte, con el que tuvo hijos, por lo que se desprende que el fallecido mantenía una doble relación sentimental.

Si bien al momento del hecho el implicado habría estado bajo los efectos de alcohol y drogas, tal como lo reconocieron él y sus compañeros de tragos, para la Justicia ello no implicaría la atenuación de la pena.

En ese sentido, podría ser acusado de homicidio agravado por razón de género, ley 26.791, delito que estipula la pena de prisión perpetua a quien matare “con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación”, entre otros términos.

También se tipifica el llamado femicidio vinculado, que abarca la muerte perpetrada por un femicida para castigar o destruir psíquicamente a una mujer sobre la cual ejerce la dominación.

Además, a partir de la declaración de Kindler, única y principal testigo presencial, se sumaría el agravante de la premeditación.

Lo descripto podría encuadrar el accionar del acusado y complicar seriamente su futuro procesal, anticipó una fuente judicial.  

La familia de Cristian F. contrató los servicios de una abogada obereña, mientras que los familiares de la víctima se constituyeron como querellantes a través de un abogado particular. 

El juez de Instrucción Dos, Horacio Alarcón, se inhibió por razones particulares, por lo que la subrogación estará a cargo de la jueza Correccional y de Menores de Oberá, Adriana Zajaczkowski.

Homicidio y fuga

El hecho se registró en la madrugada del viernes 30 de octubre. Alrededor de las 3.30 el sospechoso irrumpió en el domicilio de su ex tras violentar una ventana y se dirigió directamente a la habitación.

La mujer se hallaba en su cama dándole el pecho a su bebé y al lado dormía Duarte.

Según el relato de la mujer, el agresor quiso lastimar al pequeño, pero ella gritó y despertó a su novio, quien se interpuso para proteger al pequeño, aunque poco pudo hacer porque el otro estaba armado con un cuchillo y le asestó una puñalada a la altura del cuello.

Luego el asesinó escapó por la misma ventana por la cual que había ingresado.

Al ver a su pareja agonizando, Kindler dio avisó a uno de sus hermanos, quien a su vez requirió asistencia de una ambulancia del hospital local, desde donde dieron aviso a la Policía.

Por la gravedad del cuadro el herido fue trasladado al Hospital Samic de Oberá, aunque la víctima arribó ya sin vida al nosocomio. La estocada afectó una arteria principal y Duarte se desangró en pocos minutos.

En tanto, desde un primer momento, vecinos y allegados a las partes indicaron que Cristian F. nunca habría aceptado la ruptura con su ex pareja y hasta juró venganza, lo que luego corroboró la mujer.

“Ellos se separaron y él se fue a vivir a la casa de la mamá, también en barrio Oeste, mientras que la chica se mudó con su nueva pareja a otra casita. Por eso todos los días se cruzaban y parece que había pica, sobre todo del lado de Chita, que le tenía bronca por celos”, comentó un vecino a las pocas horas del suceso.

El sospechoso se dedicaba a realizar changas y, desde su propio entorno, reconocieron que tendría antecedentes por peleas y disturbios en la vía pública propiciados por el consumo de alcohol.


La entrega, 18 horas después
Luego del hecho, el sospechoso se mantuvo prófugo por casi 18 horas, lapso en que efectivos de diferentes dependencias fueron tras sus pasos y recorrieron colonias y picadas de Campo Viera.

Entrada ya la noche del 30 de octubre y cuando la oscuridad hacía muy dificultoso y hasta riesgoso continuar con la pesquisa, un hermano del implicado se acercó a las autoridades policiales y mencionó que el joven se contactó con él y le expresó sus intenciones de entregarse.

En tanto, el improvisado negociador mencionó el único requerimiento que tenía su hermano: “Dice que se va a entregar, pero sólo si es con la gente de la Brigada (División Investigaciones), porque si le llevan a la comisaría tiene miedo que le peguen”.

La propuesta fue aceptada de inmediato por la superioridad policial y se acordó un lugar para el encuentro y la entrega de Cristian F., quien “en todo momento se mostró predispuesto, colaborativo y arrepentido por lo que hizo. Incluso, en un momento reconoció lo que hizo. Dijo: ‘Estaba re pasado de droga y me mandé una macana muy grande’. Después fue revisado por el médico policial y quedó detenido a disposición del juzgado interviniente”, detalló una fuente de la UR II.

De todas formas, la supuesta confesión a la Policía no tiene validez jurídica, salvo que sea ratificada ante la Justicia y por el momento el acusado se abstuvo de declarar. 

Por otra parte, confirmada su captura, familiares de Duarte se congregaron frente a la comisaría de Campo Viera en reclamo de justicia, tras lo cual las autoridades de la Unidad Regional II decidieron su traslado a otra dependencia para evitar mayor inconvenientes y garantizar la seguridad del implicado.

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