Una historia para contar: un trasplante, dos tumbas y un regalo especial

Antonio Santa Cruz murió el miércoles de un paro. Había sido trasplantado de un riñón, pero todo se complicó. En el entierro, una de sus hijas se olvidó un termo y se inició una búsqueda desesperada
viernes 20 de noviembre de 2020 | 6:48hs.
Una historia para contar: un trasplante, dos tumbas y un regalo especial
Una historia para contar: un trasplante, dos tumbas y un regalo especial

 

Otro entierro en el cementerio La Piedad. Otra historia que se termina y se convierte en recuerdos, en suspiros, en lágrimas, en sonrisas, en eternidad. La familia Santa Cruz despidió el pasado miércoles a Antonio, el hombre de 66 años que había recibido el trasplante de rinón, para la felicidad de todos, pero no resultó. Todo se complicó, tal el relato de uno de los once hijos que tuvo con Mercedes Soto, su esposa de 65 años.

El trasplante de riñón lo estaban esperando. Y fue el 4 de septiembre cuando tras una ablación multiorgánica en la ciudad de Eldorado, Antonio recibió el órgano en un operativo poco común.

Se ablacionaron corazón, hígado, córneas y riñones. Para llevar adelante la gran tarea habían llegado a la provincia dos aviones sanitarios con equipos de la Fundación Favaloro y de la ciudad de Buenos Aires, además se usó también el helicóptero del Gobierno Provincial para el traslado de los equipos médicos de Iguazú a Eldorado y su regreso una vez finalizada la ablación. Con este caso, el de Antonio, se habían concretado en total 46 trasplantes de riñón en Misiones.

"Fue una lucha todos los días desde que se hizo el trasplante, mi mamá y todos mis hermanos. somos 11, estuvimos todos presentes con el desde el primer día, después se complicó y cayó internado nuevamente y falleció el miércoles de un paro", contó Belén Santa Santa Cruz a El Territorio tras conocerse un capítulo muy particular tras el entierro de Antonio días atrás.

"El estuvo 48 años con mi mamá, un luchador, la verdad luchó hasta lo último pero ya su cuerpo estaba cansado. Fue muy triste porque esperábamos que salga de esto, pero le tocó partir", relató Belén que no pudo quedar al margen del desconsuelo de su madre, que tras despedir a su compañero de toda la vida, algo más había quedado en el cementerio.

"Mientras le estábamos enterrando, mi hermana puso el termo en una tumba y en medio del dolor se olvidó", dijo y no era un termo para el mate cualquiera.

La propia Mercedes escribió en las redes que "el termo que me quedó como recuerdo de su último regalo para mi cumpleaños y mi hija dejó arriba de una tumba y se olvidó. Es de un significado grande para mi".

Por entonces, ella inclusive puso que daba una recompensa de 1.500 pesos a quien consiguiera recuperar el termo. "Que se ponga en mi lugar", decía.

Belén, luego, acompañó en el pedido y puso que la recompensa por el termo "ofrecemos 5.000..., por favor es muy valioso para mí mama... alguien que trabaja en el cementerio, no pudo desaparecer. No había otras personas sólo los que trabajan ahí. Es muy valioso, es el último regalo que mi papá le hizo a mi mamá".

Desde entonces, Belén afirmó que se pusieron en campaña y "publicamos por todos lados lo que había sucedido. Y hoy (por la tarde noche del último jueves) un trabajador del cementerio se comunicó con mi mamá y mañana (por hoy viernes) le va a entregar el termo. Le llegó la historia, existen personas buenas", resaltó una de las hijas de Antonio, el hombre de los once hijos, 48 años de compañero fiel y regalero de un termo para el mate diario de Mercedes.

Antonio y Mercedes cumplen años el mismo día. Una historia que debía ser contada.

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