En el mundo material la incorporeidad de lo disonante es arma de control. Pero esta garra desdibujadora sin embargo no anula la existencia de lo desemejante.

La invisibilización es un proceso que lleva en sí mismo la fuerza de lo invisibilizado. Un germen de tensión que es la esperanza en lucha ante la verticalidad descarnada del privilegio.

De ese “torbellino en el suelo” emerge y sube lo ocultado: los feminismos, los derechos conquistados, el cuestionamiento de todo hado natural para el orden social heredado.

En esa búsqueda de un nuevo equilibrio de lo humano, de quitar los sesgos que reproducen y perpetúan desigualdades, el arte no escapa al escrutinio de viejas y clásicas prácticas.

“Buscamos visibilizar el rol de las mujeres en el arte, tanto de los modelos que reproduce el arte y la teoría del arte como por ejemplo los cánones de lo que es bello como también la producción artística de las mujeres a lo largo de la historia, que no está muy reconocida o difundida su aporte”, explica la artista plástica y docente Karina Sureda, que conformó junto a otras artistas mujeres la Colectiva Mora.

La Colectiva Mora es un espacio de reflexión, investigación y acción por un arte con perspectiva de género, atravesado por los feminismos y que contempla la diversidad.

El grupo surgió desde la necesidad de explorar nuevas formas de representar la realidad -menos arbitraria y menos rígida-.

De las charlas que tienen lugar una vez a la semana en el Taller de Arte Mora se apuntaron varios proyectos. Entre ellos, están los jam de dibujo feminista con modelo vivo, que son instancias de indagación sobre los cuerpos, poses, formas.

Trazos que rompen estereotipos

Ayer por la mañana se desarrolló el quinto jam de dibujo, que fue el primero al aire libre, en el Parque Paraguayo.

“Los jam te dan esa libertad de expresar en el papel lo que ves y sentís. Es más un ejercicio de experimentación, de investigación con modelo en vivo que de concreción de una obra. Te permite ver las formas, las dimensiones, las diferencias de los cuerpos. No hace falta ser un experto dibujante para asistir, sólo hay que tener ganas de ponerse a dibujar”, señala Liliana Suárez Holze, artista visual.     

Acomodados sobre el pasto, a la sombra de los árboles, cada uno con su mate -respetando el protocolo de distanciamiento- los participantes del jam dirigieron la mirada al modelo, Maximiliano Scheibe, que es actor. Ataviado con un vestido de ballet o con un camisón con transparencias traza los movimientos.

“Cada encuentro tenemos un modelo diferente, pueden ser mujeres, varones, disidencias, jóvenes, mayores, en todas sus formas. Lo que buscamos hoy con Maxi es romper con lo que entendemos como masculinidad hegemónica. Por eso tiene algunas prendas que son consideradas femeninas, la idea es dibujar y en esa acción replantearnos todo”, refirió por su parte Elisa Grosso, también artista integrante de la colectiva.

Para agendar
Sumarse a dibujar
Los jam se realizan dos sábados al mes. Estos encuentros son de asistencia libre y pueden ser en un espacio verde o en el Taller de Arte Mora, en avenida Brown 3825 casi San Martín. Más información en IG @Morataller.