Jinkus: “La nueva reglamentación no aporta a la causa de Rosana”

jueves 12 de noviembre de 2020 | 11:19hs.
Jinkus: “La nueva reglamentación no aporta a la causa de Rosana”
Jinkus: “La nueva reglamentación no aporta a la causa de Rosana”

El Gobierno reglamentó la ley de uso medicinal de cannabis, que "facilita e impulsa la investigación científica orientada a los posibles usos terapéuticos" y busca asegurar "el acceso a las terapias de forma segura e informada para todos los usuarios y usuarias", incluso a través del "autocultivo o el cultivo solidario".

La norma establece que las obras sociales, el Estado y las prepagas "garanticen" el acceso. Otorga al médico "un rol fundamental en el acompañamiento de los pacientes" y contempla la provisión "en forma gratuita por parte del Estado" de derivados de la planta a quienes tengan "indicación médica".

Gabriel Jinkus, asesor jurídico de Rosana Vier, referente de la fundación Familias Usuarias de Cannabis Medicinal de Misiones (Fucami) argumentó su posición crítica respecto al decreto 883/2020, publicado este jueves en el Boletín Oficial.

“Aplaudo los avances en la reglamentación, lamento los parches chicos. Deberíamos tener una ley mucho más amplia y clara. El autocultivo es un remedio momentáneo. Hay gente que no tiene tiempo, ni conocimiento para cultivar, esa gente queda fuera todavía de las soluciones”, opinó el letrado en diálogo con Radioactiva.

Y enfatizó: “No veo una decisión política todavía de tomar el toro por las astas, y hacer una documentación clara que le sirva a gente como la fundación de Rosana, que no hace autocultivo, sino cultivo colectivo, es decir que atiende a las necesidades de muchas personas, y por definición tiene muchas más plantas que las que puede tener una persona en su casa”. 

Jinkus diferenció además el cultivo solidario del cultivo colectivo. “Por definición el cultivo solidario hace referencia a una persona que cultiva para otros, que podría pero no es usuaria propiamente. El solidario entrega, el que no es solidario vende”.

Denuncia y secuestro

Jinkus, quien brindó un asesoramiento integral a la fundación Fucami y aportó algunos argumentos para la defensa, afirmó que el nuevo decreto “no significa un aporte para su causa”.

Para el profesional, “deberían declarar la falta de mérito y devolver los materiales secuestrados que eran medicina para personas determinadas. Cada frasco tenía nombre y apellido. No hay delito”.

“La denuncia es anónima, pero por lo que sabemos habría sido una persona que también hace comercio de aceite, lo que hizo es denunciar a un competidor que trabaja bien”, sostuvo.

Consideró que la causa “es medio extraña”, y que “la imputación es porque el producto que entregaba Fucami no estaba autorizado por la Anmat, no le están haciendo una imputación por venta ilegal de estupefacientes”.

En Misiones, Vier asistía con el preparado a unas 300 personas que mejoraron su calidad de vida. “En principio se secuestraron unos 200 goteros, es decir se dejó de asistir a esas personas”, dijo el letrado.

“Con el material secuestrado cae de maduro que es la tenencia para uso medicinal, es una tenencia para algo, y ese algo está permitido por la ley”, cerró.

La lucha de Rosana

La lucha de Rosana Vier se hizo conocida en toda la provincia hace al menos cuatro años. La mujer de Puerto Rico comenzó a producir aceite de cannabis con fines medicinales para tratar a su hermano que sufría hasta 20 convulsiones diarias. 

Con el tiempo también empezó a elaborar para otras familias que padecen distintos problemas de salud y que encontraron en el uso del cannabis la única alternativa para tratarse.

El caso de Rosana Vier fue testigo en toda la región. Su hermano Juan Carlos sufre de epilepsia refractaria, es decir, la enfermedad es resistente a los fármacos anticonvulsivos. Para paliar sus crisis, elaboraba de manera casera aceite de cannabis.

Luego de 28 años de que la familia Vier visitara cuánto especialista le fuera recomendado tanto en Argentina como en Brasil y en Paraguay, a principios de 2016 encontraron en la cannabis una opción para mejorar la calidad de vida de Juan Carlos.

El 18 de abril de 2016 representa un antes y un después en la historia de Juan Carlos. En realidad, en todos aquellos que lo rodean. Antes de esa fecha, tomaba tres pastillas por día, convulsionaba hasta 20 veces y en ocasiones la convulsión podía extenderse hasta dos horas. Desde que ingirió el aceite casero, sus crisis se redujeron en un 80%.

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