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Destino para el regreso del turismo

San Fernando del Valle de Catamarca, la ciudad custodiada por cerros y montañas

El arte y la cultura se entremezclan con lo mejor de la gastronomía y paisajes argentinos. Desde la ciudad es fácil acceder a más destinos que aseguran una tranquila estadía

domingo 08 de noviembre de 2020 | 10:00hs.
San Fernando del Valle de Catamarca, la ciudad custodiada por cerros y montañas
La Catedral Basílica es uno de las paradas obligadas para todo viajero.
La Catedral Basílica es uno de las paradas obligadas para todo viajero.

A pesar de que Soledad dice que Posadas es una ciudad que le gusta mucho, Catamarca sigue y seguirá siendo la provincia que le hace cambiar el tono de voz cuando comienza a hablar de cómo es.

“Posadas es mi lugar en el mundo”, dice la joven, que llegó sólo para estudiar, pero cada vez se empezó a sentir más cómoda con lo que la rodeaba. Su familia se quedó en San Fernando del Valle de Catamarca, capital de la provincia, de donde es oriunda, y ellos son una de las importantes razones por la cual seguirá volviendo, además de las cientos de opciones para disfrutar del paisaje y de la calidez de su gente.

“El paisaje más común es de cerros, donde mires siempre hay un cerro detrás, porque la capital es un valle y por ende está entre montañas y cerros. En invierno es re lindo porque ves el cerro nevado”, comenta Soledad, que enumera los diferentes espacios que un turista puede visitar cuando pase la pandemia de Covid 19.

San Fernando del Valle de Catamarca es la capital provincial y es una bellísima ciudad que conjuga hermosos paisajes naturales con una amplia variedad de atractivos artísticos y culturales.

La capital provincial le permite a los turistas disfrutar de sus vistas naturales, que mezclan cadenas montañosas y quebradas con una vegetación propia de las zonas áridas: helechos, cardones y pajonales. Todo en el marco de una atmósfera muy relajada.

La ciudad ofrece artesanías, que son un saber ancestral que perdura en manos pacientes y laboriosas. Se puede visitar la Gruta de la Virgen, cobijo a cielo abierto para refugio de los fieles, también los museos, ámbitos donde el pasado ilumina el presente y las bodegas, que tienen estilos únicos, arquitectura, paisajes y sabores.

En relación a las actividades culturales, Soledad remarcó que el teatro es muy recomendable en la ciudad.

“La capital tiene todo lo que tienen las grandes ciudades, cine, boliche, se hacen actividades culturales. Quien llega no puede dejar de conocer la catedral, que está en el centro y  la plaza 25 de Mayo que está al lado de la Catedral. Es súper lindo el Cine Teatro Catamarca. También en el centro están  las casas de productos regionales, que están en el perímetro de la catedral, ahí se puede comprar nueces confitadas y diferentes dulces. La peatonal también es interesante ya que  abarca un par de calles, tiene un buen tamaño, acá no hay, eso me llamó la atención. La zona está llena de comercios, está muy bien cuidada y tiene lapachos en los costados que cuando es época se llena de flores, es rosado todo, hermoso”.

Otro punto que resaltó la catamarqueña es el de las comidas. Contó que en Misiones no se venden nueces confitadas, por lo que ella comenzó a realizarlas. “Dentro de las comidas típicas de Catamarca la humita sí o sí hay que probar, se la puede hacer en chala o en olla. Lleva choclo, zapallo, morrón, queso, mucho queso, el queso es clave, es una de mis comidas favoritas. Las nueces confitadas también, son nueces con dulce de leche y fondant arriba, es una cosa impresionante. También se hace todo lo que sean dulces,todo lo que se pueda se hace en almíbar”.

De cerros y senderos

 El centro de San Fernando del Valle de Catamarca es muy  prolijo y pasadas las 2 de la tarde no queda nadie en la calle (en épocas sin Covid-19). En la ciudad hay desde hoteles elegantes hasta hostels accesibles, así que el alojamiento no será problema.

“En verano se acostumbra ir a El Rodeo, que es una localidad que está a 45 minutos en auto de la capital. Es como un destino turístico de verano porque hay más casas de la gente que va a vacacionar ahí, que los que viven, así que se pone muy lindo en la semana del estudiante, se llena mucho de gente joven. También se puede ir a Las Juntas, que está pasando El Rodeo. La Puerta  también es una opción, tiene arroyos, ríos y Las Pirquitas. Son pueblecitos que están alrededor de la capital y están bastante cerca”.

Otra de las opciones que dio Soledad para una futura visita a Catamarca es el dique El Jumeal.  “Para llegar se sigue la avenida Ocampo derecho, como camino para El Rodeo y antes de salir de la ciudad hay que doblar a la derecha. Es un camino que te lleva al dique de El Jumeal  y es muy lindo, reformaron todo, pavimentaron de nuevo y pusieron máquinas de ejercicio, hay miradores también”.

De lo que no hay que olvidarse es de la Fiesta del Poncho, que nació en 1967 para revalorizar el trabajo de hilanderos y tejedores, verdaderos protagonistas de este encuentro.

El Poncho se ha transformado en un símbolo de la identidad de Catamarca, y  su fiesta es asumida y vivida como la Fiesta de Todos. En ese tiempo ha crecido en infraestructura, en expositores, en artistas y sobre todo en visitantes, que eligen como destino Catamarca en el mes de julio para ser parte de esta celebración, la más grande del invierno en Argentina.

El Poncho es una fiesta especial, que comienza de día, con el despliegue de los saberes y las creaciones de artesanos y que continúa de noche, al calor de la música y la danza.

En torno a la Fiesta del Poncho se tejen encuentros, sentidos y representaciones que como catamarqueños nos permiten reconocernos como pueblo y mostrar hacia afuera, con orgullo, lo que son.

“El predio ferial es donde se hace la Fiesta del Poncho, que es la fiesta madre de Catamarca. Enfrente hay un estadio fallido, porque en primer lugar quedó chica la cancha y en segundo lugar la tribuna se cayó, está en desuso, pero se lo puede ver desde afuera".

Gruta Virgen del Valle

La Gruta de la Virgen del Valle  fue inaugurada el 26 de Abril de 1941, día en que se iniciaron las fiestas conmemorativas del cincuentenario de la Coronación.

Es un templete que cubre la gruta propiamente dicha, donde se levanta un sencillo altar de piedra a cuyo costado tiene una pequeña sacristía, todo resguardado con una reja de hierro de arriba hacia abajo, con una puerta del mismo metal, que permite la entrada cuando hay oficios sagrados o está presente el encargado del lugar. Complementa la obra un amplio lugar abierto con piso de lajas y barandas para las reuniones de los fieles al aire libre durante las celebraciones litúrgicas. Se encuentra seis kilómetros al norte de San Fernando del Valle de Catamarca.

El Rodeo

Ubicada a tan sólo 38 kilómetros de la capital provincial, el pueblo, con sus calles de tierra y sus chalets, presenta paisajes asombrosos, ya que está enclavado a 1.275 metros sobre el nivel del mar, sobre un terreno ondulado atravesado por pequeños arroyos de agua que le aportan color al lugar durante el verano. Pueblo de Niebla o Niquixao fue el nombre original, en lengua quechua, de la hermosa villa turística que hoy se conoce como El Rodeo y que fue fundada por los españoles en 1614.

Las Juntas

Un poco más al norte de El Rodeo, a 13 kilómetros, está la otra villa turística de la zona, conocida como Las Juntas.

Ubicada en un valle sobre el faldeo oriental de la Sierra de Ambato, esta localidad está a 1527 metros sobre el nivel del mar.

Aquí también los ríos son grandes protagonistas. Uno de ellos, llamado como la localidad, Las Juntas, recorre todo el largo del pueblo.

Las Salvias, por su parte, baja desde el oeste y se junta con el anterior.

Y Las Trancas pasa por el norte de la villa. Los tres se juntan y desembocan en el río del Valle.

Un paseo imperdible en Las Juntas es la travesía hasta La Silleta, que se encuentra a 2300 metros de altura y a la que se llega por un encantador sendero.

También se puede hacer el circuito de Piedras Blancas y refrescarse en el “pozo de los curas”, un balneario natural con cascada incluida.


Gastronomía exquisita para disfrutar 
La cocina catamarqueña despliega una gran variedad de aromas y sabores para

satisfacer las exigencias de los paladares más exquisitos. Jigote: esta hecho a base de carne, cuenta con unos ingredientes claves para darle el gusto.

Mote: es una comida típicamente belicha (de Belén, departamento de Catamarca) vinculada a la vida colectiva y a los eventos sociales, ya sean de celebración como de trabajo comunitario. tortillas al rescoldo: Una comida simple y típica, indiferentemente a otros tipos de tortillas de distintas regiones, con un auténtico sabor, y uno de los mejores acompañantes para diferentes platillos.

Rosquetes: Debilidad de muchos paladares, conservan el sabor inconfundible del anís belicho o santamariano.

Empanadas: fácil de preparar, gracias a sus ingredientes de la masa y su relleno, hacen distinguido su sabor.

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