Ñande Posadas

Elecciones, intento de golpe y cambio de nombre

viernes 06 de noviembre de 2020 | 5:01hs.

En marzo de 1871, el juez Fernández Olmo solicitó al gobierno provincial la mensura y deslinde del pueblo; el Ejecutivo correntino dictó un Decreto ordenando la mensura, deslinde y amojonamiento de Trinchera de San José y designó para la tarea al agrimensor Francisco Lezcano.

Conjuntamente con la Comisión de Tierras -compuesta por Guillermo Echenique, Pedro Morcillo y Domingo Aldave- consensuó el sitio adecuado, el lugar de la plaza principal y la dirección de las calles.

Lezcano diagramó 169 manzanas en el cuadrado de 1.540 varas de frente que indicaba el decreto, correspondiendo 4 de ellas a plazas públicas. El trabajo terminó a fines de mayo; el terreno sobre el que trabajó era accidentado, con bañados y aguadas, frondosa y espesa vegetación más la existencia de la trinchera que cruzaba el terreno, desde inmediaciones de la laguna San José hasta un monte ubicado al noroeste del futuro ejido.

La mensura generó la protesta de los vecinos afectados, intercambio epistolar ríspido y un áspero descargo de Lezcano; el gobierno correntino dio por terminado el tema y el trabajo se aprobó.

Al mismo tiempo, se crearon dos escuelas, una de varones, con José Montero como preceptor, y otra para niñas, a cargo de Amalia Vera; meses después se dotó de una vía postal al Departamento, recorrido Ituzaingó-Santo Tomé, con trece paradas o postas.

A fines de septiembre de 1872, se convocó a elecciones municipales para elegir cinco concejales -tres titulares y dos suplentes-; el acto se realizaría el 13 de octubre; el juez de Paz Morcillo se encargó de la confección del padrón de ciudadanos en condiciones de votar y de presidir el comicio.

La novedad no fue bien recibida por la Comisión Departamental, que elevó sus discrepancias al juez de Paz. El argumento: falta de difusión de acto eleccionario, grado de ignorancia de la población sobre el ejercicio de la ciudadanía, el escaso tiempo desde el dictado del decreto hasta la fecha establecida por él, entre otros, y hacían responsable al funcionario directamente. Tres días antes de la elección, el juez respondió al reclamo en términos claros que pusieron en su lugar a la comisión.

Se registraron dos listas para participar de la contienda electoral, una integrada por Francisco Lezcano, Alfonso de Arrechea (h), Eugenio Ramírez, Leonardo Troassi y Ramón García como titulares, Guillermo Echenique y Tiburcio González como suplentes; la otra lista conformada por Juan Fernández Olmo, Jorge Fitzmaurice, Pedro Schneider, Juan Aguirre y Andrés Marcenaro como titulares, con ellos Ciriaco González y Joaquín de Oliveira como suplentes.

El resultado fue 179 votos para la lista encabezada por Francisco Lezcano y 155 para la encabezada por Fitzmaurice.

La lista infortunada elevó una queja al gobierno provincial, denunciando las irregularidades del acto eleccionario, se dio a conocer a los vecinos; en los tres o cuatro días siguientes el clima social se convulsionó, tanto, que el juez de Paz Morcillo autorizó la asunción de las nuevas autoridades municipales, a pesar de no tener atribuciones para impulsar ese acto jurídico.

El 18 de octubre de 1872, el juez puso en funciones a los cinco municipales electos, constató la votación interna para designación de presidente y vicepresidente y la distribución de las Comisiones de Higiene, Instrucción Pública, Síndico Procurador y Tesorero; curiosamente, Francisco Lezcano, que encabezó la lista ganadora y fue designado presidente, no estuvo presente en la primera sesión; para completar la ceremonia se invistió a Manuel Morcillo como secretario.

La Corporación Municipal comunicó al Ejecutivo correntino y a la Comisión Departamental su instalación, y también solicitó la entrega del archivo, y nuevamente recrudeció el conflicto entre las facciones locales.

Tal fue la indignación que, encabezados por Fitzmaurice, planearon un motín para la noche del 9 de noviembre, aprovechando la ausencia del juez Morcillo; se pactó una reunión en la platería de Schneider, luego se decidió hacerla en lo de Pedro Marcenaro.

El plan: tomar la Guardia del pueblo, deponer al juez de Paz y designar en su reemplazo a Fernández Olmo. Finalmente, liberar a un preso relacionado con el agrimensor.

Esa noche, llegaron a la cita algunos acompañados por Schneider, otros guiados por Adán Alves da Silva y un tercer grupo disimuló una serenata; cuando todos estuvieron presentes, Fitzmaurice explicó el motivo de la reunión, Marcenaro no estuvo de acuerdo, lo que motivó la crítica vehemente de la mayoría de los presentes y un fuerte cuestionamiento del agrimensor y del joyero,

Se repartieron las armas y se ocuparon de optimizar los detalles, las horas pasaron, varios desertaron y al amanecer del día 10, los pocos que quedaban regresaron a sus hogares.

De estos “rebeldes” trascendieron algunos nombres: Eufracio Dutill, Juan Fernández Olmo, Víctor García, Francisco López, Máximo Bargas, Ángel Silva, Claudio Vergara y José M. Navarro -fiscal de Santo Tomé- que trató de sumar más personas desde los campos de Resoagli.

El intento de motín fue denunciado ante la Justicia correntina y contribuyó para acelerar la decisión de aprobar el resultado del comicio. El día 21 se legitimó en el recinto municipal a las primeras autoridades locales.

En setiembre de 1879 se discutió en el Congreso correntino un proyecto de ley que proponía que Trinchera de San José cambiara su denominación por Belgrano. El autor fue el diputado por Candelaria y Santo Tomé Carlos Ábalos; durante el debate, el diputado José Luis Cabral propuso que el nuevo nombre fuese Posadas, en reconocimiento al director supremo Gervasio de Posadas, que en 1814 había creado las provincias de Entre Ríos y Corrientes, separándolas de la provincia de Buenos Aires.

Se aprobó por mayoría y se promulgó el 22 de setiembre; la novedad fue comunicada al municipio, pero adoptar el nuevo nombre requirió tiempo.

Hasta el próximo viernes y ¡felices 150 años, Posadas!

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