Abigeato y tiroteos en San Pedro

Llegado los meses de noviembre y diciembre, comienzan a intensificarse los casos de abigeato en distintas colonias de San Pedro. En esta ocasión, uno de los últimos hechos, generó temor e impotencia porque los autores del hurto no sólo faenaron a los animales sino que dispararon en cinco oportunidades contra el cuidador de la propiedad, ubicada en Gramado. 

Esta no sería la primera vez que ingresan a la propiedad de Ricardo Nachtigall a fin de robar animales; tanto vacuno como oveja. Solo en el mencionado campo, en lo que va del año fueron cuatro animales vacunos y tres ovejas faenadas por personas ajenas, lo que representa un enorme perjuicio para el propietario ya que es fruto de un enorme esfuerzo que realiza diariamente a fin de seguir adelante.  La zona de la localidad entre Gramado, San Alberto y Plan Piloto, es una de las más afectadas por abigeato.  

El hecho ocurrió a plena luz del día, cerca de las 7:45 del sábado 31 de octubre, momento en que el cuidador del campo escuchó un disparo de arma de fuego a unos 100 metros de la vivienda y de inmediato se dirigió en esa dirección a fin de saber que estaba ocurriendo, para su sorpresa no solo se encontró con un ternero, de unos 160 kilos muerto, sino con disparos en su contra.

"Mí secretario cuando vio el ternero  ya en etapa de faena, fue un poco más al fondo, escucho ruidos y entonces un tipo escondido detrás de una planta de mandarina disparó tres veces, por suerte no llegaron a acertarle ningún disparo, el no llegó a ver de quien se trataba y desde otra dirección salieron dos disparos más", relató sobre lo ocurrido Ricardo Naschigall, a El Territorio. 

Así como este, los anteriores robos fueron denunciados en la Comisaría Seccional Primera, sin lograr esclarecimiento o detención de los autores, siendo de gran impotencia el hecho de ser intimidados a tiros dentro de su propiedad. "Tengo todas las denuncias hechas, que te repelen a disparos es muy peligroso, ese día hicimos el recorrido con la Policía pero no hallamos a nadie, sentimos mucha impotencia y nos sentimos indefensos, laburamos todos los días para que de pronto todo el trabajo de dos años, vengan y se lo lleven con total impunidad", señaló con tristeza Naschigall.