Universo perpetua

Son al menos 60 los internos que actualmente purgan la pena máxima en distintas cárceles de Misiones. Quiénes son, en qué instancia están, cómo se trabaja con ellos y el debate en torno a la sanción
domingo 01 de noviembre de 2020 | 6:02hs.
Por Jorge Posdeley
Universo perpetua
Universo perpetua

Perpetua. La sentencia impartida el 16 de octubre contra Gabriel Cristóbal “Gaby” Leal (43) en el final del juicio por el asesinato de Pablo Fraire (28) todavía retumba en los pasillos del Tribunal Penal Dos.

Si bien aún resta la confirmación del fallo, desde el preciso momento en que los magistrados bajaron el martillo, la prisión preventiva de Leal se transformó en una sentencia de primera instancia y desde allí pasó a formar parte de un largo listado de personas condenadas en Misiones a la máxima pena que estipula el Código Penal de la Nación argentina.

Con este veredicto como disparador, El Territorio decidió indagar respecto al tema y abordar la cuestión de la prisión perpetua desde diversas aristas, con la sensibilidad y el equilibrio que se requiere, desde quiénes son, qué hicieron y en qué instancia están los condenados, hasta el debate que se abre en cuanto a la efectividad de la sanción o la posibilidad de otras alternativas.

De acuerdo a los datos recabados, de aproximadamente 1.700 internos que forman parte de la población penal de Misiones, al menos 60 de ellos (56 hombres y 4 mujeres) purgan condenas de prisión perpetua. Dentro de ese universo se encuentran quienes aún están contemplados por la legislación anterior que establecía los 25 años de encierro como tope de pena y quienes ya fueron alcanzados por las últimas modificaciones que elevaron la máxima a 35 años.

Dentro del primer grupo, por ejemplo, se hallan desde Domingo Jesús Penteado, que a pesar de tener su pena agotada no puede salir en libertad por no cumplir con los demás requisitos previstos, hasta Adriana García, que actualmente goza de salidas laborales.

Pero, según indicaron los especialistas, la situación de los condenados por hechos cometidos de 2004 en adelante es muy diferente porque además de incrementarse la pena máxima hasta los 35 años de prisión, también se estableció que sea de cumplimiento efectivo en su totalidad. Es decir, muchos de estos internos ya saben que la próxima vez que pisen la calle podría ser recién para 2050.

Bajo este panorama, El Territorio en primera instancia consultó con autoridades y profesionales tanto del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) como de la Dirección de Patronato de Liberados para conocer de qué manera se trabaja con internos que permanecerán casi una vida entera bajo encierro y en qué instancia se encuentran algunos de los más conocidos, como así también analizar cómo operan sus mentes durante este proceso y de qué forma se produce la reinserción de este tipo de reos, si es que existen antecedentes.

En este informe también se hace una comparación a nivel mundial de la medida y se incorpora la opinón de especialistas en derecho penal, quienes ponen en relieve la situación apuntando a que las condenas son necesarias, pero consideran que debe haber cambios estructurales en política criminal para que los internos una vez fuera del presidio tengan herramientas necesarias para rehacer su vida alejados del delito.

 

“Sabemos que causaron un daño, pero las segundas oportunidades existen” El Patronato de Liberados y su rol para evitar la reincidencia “La justicia del castigo, de la pena y de las leyes mediáticas se agotó” “Que sea una sanción privativa de la libertad, no de otros derechos” La prisión permanente revisable y las penas de muerte en el siglo XXI

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