Los pesque y pague, un plato fuerte del turismo rural local

Con el atractivo de tener el pique asegurado, los pesque y pague que hay en la provincia pueden tener un gran verano.

Y es que por las limitaciones que impuso la pandemia del Covid-19 se espera a más público local recorriendo los lugares turísticos cercanos. En esa oferta, la producción de peces en estanques, mezcla una actividad recreativa como la pesca con la difusión y venta de comidas hechas con carne de pescado de cultivo.

Andrés Rogaczewski es el propietario del camping El Edén de Pedro y María en Campo Viera. Comentó que ya en las últimas semanas se acercaron más personas tanto a pescar como a probar algunas propuestas gastronómicas que preparan con su esposa en el lugar.

“Aquí siempre vienen a pescar, tenemos los estanques y lo que la gente saque lo paga y se lo puede llevar. También lo puede comer aquí, preparamos varias comidas con pescado fresco”, comentó en diálogo con El Territorio.

El productor y emprendedor turístico comentó que su oferta de turismo rural nació trabajando asociadamente y recibiendo grupos de la Unión de Escuelas de la Familia Agrícola (Unefam) y reconvirtiendo lo que en su momento fue una pequeña planta láctea de su familia.

“Las piletas que tenían uso industrial las levanté y las convertí en piletas de natación recreativas para que vengan las familias. En este lugar viene gente a acampar y se siente muy a gusto”. Asociado al camping fue creciendo la oferta de platos a base de pescados frescos.

“Mi señora había hecho la capacitación en gastronomía en la Municipalidad (de Campo Viera) hace varios años atrás y en un momento le propusieron hacer una comida en el marco de la Fiesta del Té. Así arrancamos a ofrecer más platos. Mi señora hace más de 20 variedades de comidas con pescados que criamos aquí. Lo que más nos piden son las empanadas, las croquetas, lasaña, albóndigas de pescado, todo se puede hacer”, comentó.

El emprendedor recordó que otra forma habitual de consumo es a la parrilla y que la especie exclusiva en el lugar son las carpas. “Ahora estoy trabajando con cinco variedades de carpas. Probé con boga, sábalo y pacú, pero tardan más en crecer, al menos en mi experiencia. Para la variedad de comidas que se prepara, lo más suave es la carpa, cualquiera de ella es riquísima”.

Sobre la producción de sus estanques, Rogaczewski contó que cuando hacen despesques han sacado especies grandes de carpas, que se venden casi de inmediato.

“Para Semana Santa sacamos algunas de hasta 5 kilos y se venden muy rápido. Alguna llegamos a publicar en nuestro Facebook y la gente llega a buscar porque gusta mucho el pescado grande”, comentó.

Pero diferenció: “Acá en el restaurante conviene trabajar con el pescado chico; uno, por las espinas. Porque al sacarle el espinazo queda con espinas muy chicas que encima al molerse la carne se disuelven. Lo que más se usa es el desmenuzado de pescado, con eso se puede preparar cualquier tipo de comida sustituyendo la carne vacuna”.

El productor contó que además de los visitantes casuales que llegan todas las semanas, hay convenios con algunas escuelas agrícolas que llevan a sus alumnos a conocer la experiencia de agroturismo.

Además de las variadas experiencias que hay en Campo Viera con la producción piscicola, otros municipios como 25 de Mayo o Apóstoles también tienen variados casos de cría de peces en estanques asociados a la actividad recreativa.