“Fue el resultado de un gran trabajo en equipo”, resaltaron

El reencuentro del anciano que cayó al pozo con quienes lo rescataron

jueves 29 de octubre de 2020 | 5:00hs.
El reencuentro del anciano que cayó al pozo con quienes lo rescataron
El reencuentro del anciano que cayó al pozo con quienes lo rescataron

El mundo se le detuvo por media hora el lunes a Pedro Redes (80) cuando cayó al pozo de agua de su domicilio cuando intentaba limpiarlo y sacar una madera que se había atascado. Como no podía salir, sus vecinos escucharon sus gritos y llamaron inmediatamente a la Policía. Fue asistido por una oficial y un sargento y luego personal de los Bomberos Voluntarios, de Montecarlo.

Don Pedro vive solo en una casita en el barrio 9 de Julio, toda su vida se dedicó a realizar tareas de jardinería y actualmente está jubilado. Estaba acostumbrado a bajar al pozo que él mismo construyó para hacer limpieza cada tanto.

“Siempre bajo a drenar o limpiar un poco, si bien tengo agua corriente prefiero el agua del pozo. Esa tarde me bajé para sacar una madera que cayó y cuando estaba por llegar al último tramo, resbalé y caí al agua, tomé agua, floté y me sostuve como pude”, relató el anciano a El Territorio.

Y siguió: “Calculo que estuve media hora hasta que los vecinos me escucharon gritar y llamaron a la Policía. No podía salir y ya no tenía fuerzas para resistir. Seguramente seguiré limpiando el pozo en algún momento, pero nunca más va a ser solo”.

Los héroes

La oficial Cecilia Benítez (30) y el sargento primero Mauricio Cabrera (38) regresaban de una comisión desde Puerto Piray y al escuchar el llamado por la radio decidieron acudir y se encontraron con don Pedro en el fondo del pozo.

“Cuando llegamos al lugar rectifiqué a la guardia el llamado a los Bomberos, nunca pensamos que nos íbamos a encontrar al hombre en ese estado de desesperación, que decía: ‘Me voy  a morir’, ‘no aguanto más’. El pozo era tan profundo y con mi compañero no dudamos en buscar la forma de contenerlo hasta que llegue el equipo de rescate de Bomberos”, dijo la oficial Benítez.

“Le dije a mi oficial que me autorice a bajar por lo menos para sostener al señor, que ya no daba más y no queríamos que le pase nada. Bajé utilizando la especie de escalón que tiene en el borde y la soga, llevé una linga que tenía en el móvil y le pase por debajo del brazo para atarlo y mantenerlo a flote”, relató Cabrera.

Cabrera hace quince años que pertenece a la fuerza policial y por primera vez le tocó vivir esta experiencia. “La única forma de que no se  ahogue era bajar y mantenerlo a flote, para que no se hunda. La decisión fue en segundos, lo único que uno piensa es en salvar, después que termina todo recién reaccionás y analizás lo que hiciste y el peligro que significó”.

Por su parte, la oficial Benítez inició sus tareas en la fuerza en diciembre del año pasado y en esta oportunidad le tocó autorizar a su compañero y velar porque salga sano y salvo del pozo. “No nos quedaba otra, no íbamos a  dejar solo al señor. Si teníamos que bajar los dos lo íbamos a hacer, por lo menos para tranquilizarlo hasta que lleguen los bomberos. En ningún momento pensamos en el peligro, cómo iba a subir, si iban a subir. La primera reacción fue bajar pensando que podría ser un familiar, un conocido que uno hace cualquier cosa para salvarlo, fue actuar con el corazón y no en las instrucciones que a veces uno tiene”, expresó.

“Mi compañero es un héroe. Después que pasó todo llamé a mi papá, le conté y nos largamos a llorar porque podía haber sido cualquier persona cercana”, continuó.

El rescate de Pedo Redes fue una tarea conjunta entre la oficial, el sargento y personal de los Bomberos Voluntarios. En el caso de éstos, el encargado de descender al pozo, sacar al anciano y luego al policía fue José Areco (26), que hace trece años es voluntario en el cuartel.

“Ya tuvimos varias intervenciones de rescate en pozos. Pero el rescate de una persona con vida fue mi primera vez. En el cuartel nos capacitamos en todas las tareas que realizamos: incendios, accidentología, operaciones y rescate con cuerdas, rescate vehiculares, etcétera. Tenemos capacitación teórica y práctica.  Realizamos simulaciones de las tareas que realizamos y de esa manera nos vamos perfeccionando. También tenemos preparación psicológica, esto es para que al momento de una emergencia podamos resolver las situaciones con la cabeza fría, como se dice”, detalló el joven.

Además contó que cuando llegó al lugar y vio que un oficial estaba conteniendo a la víctima, se sintió más tranquilo. “Sensaciones hay muchas, adrenalina, ansiedad, pero hay que controlarlas para estar lo más sereno y firme. Al bajar sólo te planteás tus objetivos, que eran en primer lugar hacer contacto con la víctima, asegurarlo y extraerlo. El policía se quedó afirmado con la cuerda que había en el lugar hasta que volví a bajar y así subir de la misma forma que lo hice con la víctima”.

Asimismo, destacó:  “El trabajo fue de todo el equipo actuante.  En mi caso me tocó ser el rescatista, pero hay un equipo atrás que me asistía con la tracción de la cuerda: el personal de la unidad de traslado fue el que trasladó a la víctima, el heroico policía quien en primera instancia bajó al pozo y mantuvo a flote y estable a la víctima, los vecinos quienes escucharon el pedido de auxilio. El rescate fue exitoso. Fue resultado de un gran trabajo de equipo”.

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