Cuentos para despertar

La realidad cotidiana puede agobiarnos o alegrarnos, pero no es la única esfera en la que podemos descubrirnos. El mundo de los sueños, los miedos, las posibilidades, se encuentran en el arte y muchas veces en las páginas de un libro.

La literatura fue una de las mejores aliadas en este año confinado y, a pesar de que las ferias más grandes del mundo fueron suspendidas, reversionadas o aplazadas, autores y lectores buscan encontrarse, aunque sea desde la virtualidad y la distancia.

Así, a pesar de que lamenta no haber podido viajado al país, Sebastián Borkoski celebra su arribo virtual a la 16ª Feria Internacional del Libro de Venezuela, como invitado. El evento, que se realizará por streaming (info en filven.com) irá del 12 al 22 de noviembre y tiene gran participación de literatos de toda la región latinoamericana, con los mexicanos como homenajeados. Borkoski, en representación de los escritores del NEA, no sólo presentará su última obra (El sueño de Rádovan), sino que también participará de un foro sobre qué escriben los jóvenes del mundo.

En esta línea, el misionero entendió que la realidad y sus complejas relaciones son siempre pasta para el escritor. Sobre lo que tienen en común distintos autores actuales resaltó: “La inquietud social. Tomar temáticas sociales contemporáneas como eje narrativo, injusticias sociales, o por ejemplo como hoy algunas novelas están narradas desde las nuevas perspectivas de género”.

“Creo que el eje que engloba a todos los escritores latinoamericanos es el deseo de una sociedad más justa y utilizar el arte como herramienta como para ayudar, sumar a eso”, insistió el también dramaturgo. “Muchas veces llegamos a la conclusión de que por ahí no es suficiente el arte, pero sí es necesario también para generar nuevas perspectivas, desde la ficción, la poesía, el teatro...”, estimó.

 En este contexto, el 2020 fue contradictorio para el arte. Borkoski anhela volver a encontrarse con colegas, viejos amigos, descubrir nuevos escritores y que ‘lo descubran’ (así como ‘alguien’ que lo vio en la Feria Internacional del Libro de La Habana lo invitó a Venezuela)... todo eso que sucedía en las ferias presenciales.  Además junto al grupo Teatro del Bardo debieron suspender alrededor de 20 presentaciones de la obra Sicarios en el NEA.

De todos modos, la etapa más estricta de la cuarentena sacó a la luz el arte. Como fue dura para todos, en todo el mundo, la creatividad comenzó a agolpar los hogares. “Como se dijo: ‘Ahora, en el contexto de encierro, muchos se dan cuenta de lo importante que es el arte también para sobrevivir’”, recordó Borkoski sobre una de las citas más repetidas por artistas. “Sobre todo en la etapa más dura de la cuarentena se hizo más obvia la necesidad de leer, de ver una película, de absorber una historia”, agregó.

Por ese motivo, si bien durante su aislamiento debió oficiar como docente de sus niños pequeños, entre otras nuevas aptitudes, encontró un espacio para continuar siendo partícipe de encuentros, de sumar capacitaciones y por supuesto, de seguir escribiendo cuentos y novelas siempre con el terror fantástico en foco. Las posibilidades y ambiciones que baraja, tienen que ver con poder editar otro libro para fines de 2021, estrenar más obras de teatro, como un unipersonal y concluir el proyecto audiovisual de Cetrero Nocturno.

Aunque cree que ni los hábitos más cotidianos serán iguales pospandemia, aprovecha este mes para codearse con referentes de la literatura latina. Por ahora de manera virtual hasta tanto vuelvan las ferias (esos espacios siempre generosos con consagrados y novatos) para atestarse de realismo mágico, fantasía, reflexiones a partir del terror, debate y en definitiva, pleno crecimiento.