Imputan por abuso y corrupción de menores a camionero de Capioví

La gravedad de los hechos denunciados y los detalles dados por una de las víctimas en sede policial resultaron clave para que la Justicia de Puerto Rico disponga la inmediata detención de un camionero de la localidad de Capioví que, a principios de semana, fue acusado de haber abusado sexualmente de sus dos hijos: una adolescente de 18 años y un varón de 12.

Dicha requisitoria judicial fue cumplimentada el miércoles, tras un operativo policial desplegado en la mencionada localidad y, sin perder tiempo, las autoridades avanzaron en la causa y durante la tarde de ayer trasladaron al acusado al edificio del Juzgado de Instrucción Uno para la correspondiente audiencia indagatoria ante el magistrado Manuel Balanda Gómez, quien lo imputó formalmente del delito de abuso sexual calificado y corrupción de menores.

Si bien no trascendieron los detalles de su testimonio ante el magistrado, este matutino sí pudo saber más en relación a los primeros avances de la investigación.

De acuerdo a la presentación policial hecha por la joven de 18 años, quien ante los uniformados declaró acompañada de su progenitora y otro familiar, los mencionados abusos se produjeron cuando ella era muy pequeña y se extendieron hasta el 2016, aproximadamente.

Los distintos ataques ocurrieron dentro del entorno familiar y en ausencia de la madre de la víctima.

Por si fuera poco, durante su extenso y pormenorizado relato, la muchacha contó que su hermano más pequeño también fue abusado por el camionero.

En el caso del menor, los hechos se iniciaron cuando tenía 6 años y que incluso el hombre tomaba fotos de la criatura y las guardaba en su teléfono celular,

Si bien desde hacía un tiempo el acusado ya no convivía con su esposa y sus hijos en la vivienda que compartían en Capioví, una seguidilla de episodios de hostigamiento por parte del hombre hacia la madre de las víctimas derivó en la denuncia por abusos.

Y es que, según pudo saber este medio por fuentes ligadas a la pesquisa, al ver que su madre padecía los ataques intimidatorios a través de mensajes de teléfono, la joven rompió el silencio y narró a su mamá el calvario que ocultó durante años.

Inmediatamente a la presentación policial hecha a principios de semana, el magistrado Balanda Gómez ordenó un allanamiento y detención del implicado.

En plena etapa de investigación se estableció que el acusado no se encontraba en la provincia, aunque se esperaba su arribo a Capioví durante la jornada del miércoles, momento en que una comisión de la comisaría local aguardó por su arribo.

Una vez que esto sucedió el implicado fue puesto a disposición de la Justicia.

Investigación

A partir de la detención del sospechoso, las fuentes consultadas agregaron que entre los pasos a seguir en la instrucción de este expediente sobresalen una serie de pericias psicológicas y físicas a los denunciantes. Y además, la correspondiente entrevista en Cámara Gesell con el pequeño, quien intentará reconstruir lo sucedido años atrás.

Si bien los hechos que se denuncian sucedieron hace ya varios años, en el caso de la posible comisión del delito de corrupción de menores, desde el Juzgado se descartó el secuestro del celular del detenido. Pero sí desplegaron otras medidas en paralelo en busca de encontrar algún tipo de material audiovisual que permita confirmar dicha acusación.