Estudiantes del 2021 y el desafío de la nueva normalidad

De total imprevisto este año la forma de dar clases y de asistir a ellas cambió rotundamente. Apareció un nuevo compañero de estudios llamado Zoom, del que nadie había escuchado hablar antes y hubo que adaptarse rápidamente a su formato. Internet activo, espacio de la casa destinado al estudio, buena presencia en casa y rutinas impuestas por uno mismo fueron más que necesarios para sobrevivir a este ciclo lectivo.

“Por suerte pude asistir a casi todas las clases, salvo algunas veces que habían problemas de conectividad o cortes de luz. Personalmente yo prefiero la presencialidad, más que nada por las cualidades de mi carrera, es sumamente práctica y digamos que en el aislamiento tuvimos que adaptarnos a cambiar la modalidad de hacer nuestros trabajos, podemos decir que fue un gran cambio tener que cursar de manera virtual”, dice Luciana, que estudia la  Tecnicatura Superior en Comunicación Multimedial en el Instituto Montoya.

Así como los estudiantes, los docentes también tuvieron que adaptarse, cambiando sus pedagogías y la forma de relacionarse con sus estudiantes. Para Maximiliano, estudiante de Ingeniería Química en la Facultad de Ciencias Exactas, la experiencia tuvo sus pros y contras. “En el caso de las materias que cursé, los profesores se pusieron las pilas y estuvieron al lado nuestro; para cualquier consulta que teníamos nos pasaban sus números o armaban grupos de WhatsApp donde podíamos preguntar”.

Esta modalidad de trabajo llegó de forma forzada y obligó a miles de jóvenes y adultos a vincularse con la virtualidad. En el camino hubo frustraciones, interrupciones, bloopers y aprendizajes, que hoy cobran relevancia debido a que, hasta el momento, todo indica que se continuará trabajando de la misma manera.

“La realidad es que las cosas van a seguir medianamente igual, no va a haber cambios, seguramente el gobernador hará el anuncio cuando corresponda, pero estamos más o menos acomodados en este formato. Las inscripciones para lo que son las carreras del nivel superior del Consejo de Educación están todas abiertas y de hecho tenemos muchos inscriptos; de todas maneras hay una nueva normalidad”, expresó Alejandro Schrott, director de Educación Superior del CGE, en concordancia con Alicia Bohren, rectora de la Universidad Nacional de Misiones.

“La educación va a ser virtual hasta tanto se habilite la presencialidad y si se habilita va a ser gradual, con distanciamiento, por turnos y con todo el protocolo que tenemos que respetar, estamos sujetos a la decisión de la provincia. Hay facultades que ya están inscribiendo. Por resolución ministerial estamos sujetos a las decisiones epidemiológicas de la jurisdicción Misiones, ya consensuamos los protocolos con los gremios y mandamos al Ministerio de Salud para su aprobación. No vamos a comenzar hasta que la provincia habilite, esto al margen de nuestra autonomía, esta es una decisión epidemiológica y nosotros estamos muy abocados a respetar la salud”.

Un día a la vez

Las inscripciones para el ciclo lectivo 2021 ya están abiertas para la mayoría de las carreras y los trámites se realizan de manera online. La virtualidad llegó para quedarse y la práctica llevada adelante durante estos siete meses servirá para un mejor manejo de la tecnología el año que viene.

“Esta situación nos deja algunas fortalezas y conocimientos en un montón de herramientas, por ejemplo el manejo del Zoom o la compra de equipamientos. Es un desafío,los docentes y los no docentes están haciendo un esfuerzo increíble, con muchas dificultades algunos, que han puesto todo de sí para garantizar la continuidad educativa. Lo que sí hay que planificar es lo presencial, porque no todo se puede simular”, dijo la rectora de la Unam.

Asimismo, Maximiliano, estudiante de Ingeniería Química comentó que para él es necesaria la presencialidad.  

“En mi caso es mejor cursarla porque hay cosas que son difíciles de entender, te ayuda más estar en una clase presencial, donde se puede consultar con los profes si no entendés algo. Para mí también es mejor tener una rutina de ir a cursar, me motiva más, así virtual no tengo mucha motivación, porque además en mi carrera necesitamos hacer las experiencias en el laboratorio, porque de forma teórica no podemos aprender al 100 por ciento”.

Más allá de los deseos, la situación sanitaria es la que define el futuro de las clases en la provincia.