Ñande Posadas

Posadas y la Guerra de la Triple Alianza

viernes 23 de octubre de 2020 | 6:01hs.

Cuando en 1852 Juan Manuel de Rosas fue vencido en la batalla de Caseros, el bloqueo de los ríos Paraná y Uruguay quedó sin efecto y significó la pérdida del valor estratégico como punto comercial del Campamento de la Rinconada de San José.

Hacia el año 1865, la Rinconada, tenía poca población y una guardia compuesta por un centenar de soldados paraguayos. Cuando la Triple Alianza le declaró la guerra a Paraguay, uno de los objetivos a recuperar fue la Trinchera de los Paraguayos o Trinchera de San José.

El 3 de octubre de 1865, el coronel Isidro Reguera tomó la Trinchera, en el parte que redacta posteriormente detalló los pormenores de la acción militar, la huida en 9 canoas de los 100 soldados paraguayos hacia Itapúa -Encarnación-, donde una tropa de varios miles los esperaba; también la incautación de un millar de animales vacunos y equinos, unos pocos bueyes y 4 carretas, nada dijo de las instalaciones por lo que se deduce que podrían haber sido destruidas antes de su llegada.

Reguera denominó al área como Campo de las Trincheras del Paraguay; se conoce otro parte de guerra firmado por el general Castro donde se refiere a la zona como “Campo en Trincheras de San José, frente el pueblo de Itapúa, hoy Encarnación”, con la misma fecha que el anterior.

Un año más tarde, en uno de los tantos informes remitidos a los jefes militares de la Triple Alianza se indica que en “en las Trincheras ya no existe nadie”, y dan inicio a los preparativos para entrar a Paraguay por tres rutas. Desde “las Trincheras de San José” fue una, aunque no todos los comandantes estaban de acuerdo con el plan. En tanto los Aliados delineaban sus estrategias bélicas, el gobierno de la Provincia de Corrientes nombró Jefe Político de las Misiones a Manuel B. de Rocha.

En abril de 1866, el Barón de Porto Alegre inspeccionó personalmente el área comprendida entre la Tranquera de Loreto y Candelaria, el contingente se encaminó hacia el Paso de Itapúa, arribaron a “las Trincheras”, hicieron una abertura en el muro e ingresaron. Luego de las tareas propias de los ejércitos en guerra, montaron un cañón y dispararon hacia Encarnación a modo de advertencia, tratando de descubrir qué tipo de armamento tenían las tropas paraguayas allí apostadas, sin obtener respuesta de fuego; más tarde, repitieron la acción con otros dos cañones: uno tuvo defectos de fabricación al ser disparado y el otro acusó poco alcance de tiro.

Por la tarde retomaron el viaje, dejando la Trinchera de San José, sin “levantar plano” pero con la convicción que no era el lugar adecuado para intentar el cruce del río Paraná hacia Asunción.

Los preparativos para invadir Paraguay continuaron en esta zona, en el Campamento de Santo Tomás. En mayo, las noticias que tropas paraguayas cruzaban el Paraná, atacaban y retornaban a su país preocuparon al Barón de Porto Alegre, ordenó al Brigadier José Gomes Portinho y la División a su mando, atender “ese problema”.

A fines de mayo de 1866, el militar envió un informe dando cuenta haber sorprendido, dentro de la Trinchera, a “dos soldados y un viejo que desaparecieron”, que el encargado de los espías paraguayos era el sargento Benítez, y también la ejecución de disparos de tercerolas, simulando el supuesto avance de un grupo más numeroso de soldados.

Mientras la guerra seguía su curso, en Corrientes, Emilio Ziegler -vecino de la capital de la provincia- solicitó, el 17 de octubre de 1866, el arriendo de “un campo baldío y patriolengo en el Departamento de Santo Tomé, denominado el Rincón de San José, en el lugar adonde existe la antigua trinchera de San José”. En diciembre de ese año se aceptó la solicitud y se autorizó la mensura del terreno, que finalizó en marzo del año siguiente; en el recorrido burocrático, el Juez de Paz de Santo Tomé informó que “el campo que refiere la presente solicitud está ocupado con invernadas del Ejército Aliado”. En octubre de 1870, el fiscal general correntino informó de otra solicitud sobre la misma extensión, “el campo denunciado por Dn. Tomas Bedoya es de los que ocupaban los paraguayos llamado la Trinchera, (…) ocupado por la división Brasilera del general Portiño en mayo de 1869, después que dicha division pasó al Paraguay, ha quedado en el rincón denominado Ytapua una población de 500 á 600 almas con muchas casas de negocio, (…) el local es aparente para Pueblo por ser en la costa del Paraná en frente del Pueblo Paraguayo la Encarnacion; esta en lugar elevado y libre de las inundaciones del río, y que es el punto de paso más frecuentado para el Paraguay, y últimamente, que existe una muralla de mas de media legua de extensión que circunda ese lugar de poblacion”.

El expediente siguió su curso, incorporó en el recorrido reclamos del primer solicitante Ziegler, hasta 1876, cuando se lo envió al Archivo Provincial de Corrientes

Retomando el relato de la guerra, el Alto Mando Aliado no se ponía de acuerdo en el mejor plan para invadir Paraguay; hacerlo desde la Trinchera de San José y/o Candelaria no era la posición dominante. Durante tres años Gomes Portinho permaneció en el Campamento del Aguapey, aprovisionando al resto de los ejércitos, los primeros días de mayo del año 1869 inició el desplazamiento, acampó en la Trinchera de San José, poco después recibió como refuerzos un batallón completo y una batería, enviadas por el Comandante d´Eu.

Apoyadas por una escuadra, las tropas comenzaron el cruce del Paraná por el Paso de Itapúa, a fines de mayo, y la tarea demandó 25 días; los primeros grupos que desembarcaron tomaron prisioneros a los pocos soldados que encontraron, incautaron caballos, mulas y armas. Finalmente, en junio de 1869, la totalidad del ejército estaba en suelo paraguayo, camino a Asunción.

Gomes Portinho regresó a Encarnación, en octubre, instaló un nuevo campamento y desde allí se ocupó de abastecer a los ejércitos hasta el final de la guerra.

Hasta el próximo viernes.

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