Rechazaron el cambio de calificación en la causa por el crimen de Andrade

Mediante una resolución emitida el viernes se conoció que la Cámara de Apelaciones de la provincia falló en contra del pedido de cambio de calificación presentado hace unos meses por los abogados defensores de los dos efectivos policiales implicados en el asesinato de Reinaldo Andrade, un hombre de 37 años que murió a causa de un disparo que recibió en la cabeza durante una supuesta persecución que se dio en noviembre del año pasado en la localidad de El Soberbio.

Según detallaron voceros judiciales consultados por este matutino, por voto unánime de los camaristas Ricardo Venialgo y Marisa Dilaccio, miembros de la Sala I, se rechazó el planteo defensivo interpuesto por los abogados del oficial subayudante Matías L. (22) y del cabo Fabio B. (22).

Dicho recurso buscaba mediante un veredicto favorable el cambio de calificación a legítima defensa o en subsidio exceso en la legítima defensa, figuras que contemplan el beneficio de la excarcelación.

Sin embargo a partir de la reciente resolución, el expediente que es investigado por el Juzgado de Instrucción de San Vicente, a cargo del magistrado Gerardo Casco, seguirá igual. Es decir, en el caso de Matías L. (22) -presunto autor del disparo mortal- continuará acusado de homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad y agravado por el uso de arma de fuego, mientras que por el lado del suboficial partícipe necesario en el delito de homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad.

Previo al planteo ante la cámara, las mismas defensas hicieron un pedido similar al propio juez Casco, quien en su momento y en consonancia con la postura de la querella y de la fiscalía, representada por Rodolfo Cáceres, también lo rechazó.

Quienes patrocinan a los dos ex integrantes del Comando Radioeléctrico de El Soberbio también habían pedido un estudio que determine con más exactitud la distancia desde donde ocurrió el disparo. Es decir, un análisis minucioso de de las marcas de ahumamiento o tatuaje que se genera alrededor de las heridas de bala.

Incluso, en su momento se pidió la recusación del juez instructor.

El requerimiento, no obstante, fue desestimado por los miembros del Tribunal Penal de Oberá.

Supuesta persecución
El hecho por el que se investiga a los uniformados, quienes inmediatamente fueron puestos en disponibilidad por la Jefatura de Policía de Misiones, ocurrió el 13 de noviembre del año pasado sobre un camino vecinal de colonia San Ignacio, en El Soberbio.

De acuerdo a los dichos de los dos imputados en el caso, todo se inició en horas de la tarde cuando ambos efectivos realizaban recorridas de prevención sobre la ruta costera 2 en el vehículo particular del oficial subayudante.

Al llegar a una estación de servicios se toparon con un Volkswagen Voyage gris que, en teoría, era uno de los vehículos utilizados en la zona para el contrabando de cigarrillos. Y que los desconocidos, al ver la presencia policial, aceleraron y escaparon en dirección a los Saltos del Moconá.

Luego de varios minutos de persecución, tras adentrarse unos 1.000 metros sobre un camino terrado que conduce a colonia San Ignacio, el auto de los policías colisionó con un Volkswagen Gol Trend en donde viajaba Andrade y otros dos acompañantes de 26 y 32 años.

Siempre desde el testimonio del oficial, uno de los ocupantes del Gol habría sacado un arma de fuego y que para preservar su vida y la de su colega efectuó disparos hacia el otro vehículo.

Testimonios contrapuestos
Por su parte, de acuerdo a los relatos brindados en sede judicial por los acompañantes de Andrade,  trascendió que los tres viajaban rumbo a una chacra de la zona mientras bebían cerveza y escuchaban música.

En determinado momento, uno de ellos pidió bajar a orinar, por lo cual Andrade detuvo el rodado a un costado del camino y en esa instancia fueron embestidos por el Ford Focus en el que se movilizaban los policías.

Cuando los ocupantes del Gol Trend se recompusieron del accidente notaron que Andrade ya estaba herido de bala, por lo que se cree que el disparo fue inmediatamente después de la colisión.

A partir de ahí, fueron los mismos uniformados quienes auxiliaron a la víctima mientras que los vecinos de la zona solicitaron una ambulancia.

Por esta pesquisa se incautaron las armas reglamentarias de ambos uniformados, como así también un revólver calibre 38 y un pistolón que fueron hallados fuera del vehículo de Andrade, a unos pocos metros.

En tanto, los estudios realizadas por peritos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) determinaron que las dos armas atribuidas al grupo de Andrade estaban en condiciones de disparar, pero no fueron accionadas.

Esto desestimaría la posibilidad de un enfrentamiento armado o un fuego cruzado entre ellos y los policías, mientras que en segundo término confirmaron que el proyectil que mató a la víctima salió del arma del oficial detenido.