El Lobo Fischer se fue a hacer goles al cielo

sábado 17 de octubre de 2020 | 6:00hs.
El Lobo Fischer se fue  a hacer goles al cielo
El Lobo Fischer se fue a hacer goles al cielo

Humildad, constancia y goles, atributos que caracterizaron la enorme carrera deportiva del obereño Rodolfo José ‘Lobo’ Fischer, ídolo eterno de la hinchada de San Lorenzo de Almagro, quien falleció ayer a los 76 años.

Afincado durante varias décadas en la localidad de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, todos los años volvía a Oberá para reencontrarse con los afectos y rememorar, entre asados y sobremesas, una carrera repleta de logros.

Los memoriosos lo recuerdan a toda hora pegándole a la pelota en la plazoleta frente a la casa paterna, sobre avenida Sarmiento de Oberá, donde forjó una enorme trayectoria que lo llevó a vestir las camisetas de Atlético Oberá, San Lorenzo, Botafogo de Brasil, Once Caldas de Colombia y Sarmiento de Junín, además del seleccionado argentino.

El Ciclón fue su segunda casa, en la que marcó 141 goles en 272 partidos, al punto que en 2010 le pusieron su nombre a una de las tribunas del Nuevo Gasómetro.

Ayer, los principales medios del país le dedicaron una amplia cobertura a su deceso y aprovecharon para recordar sus pergaminos.

Entre sus logros más trascendentes se destacan dos títulos con San Lorenzo; fue dos veces goleador del fútbol argentino; también fue máximo artillero del Botafogo en la Copa Libertadores y ganó el ascenso a Primera División con Sarmiento.

Pero para quienes lo conocieron bien, su mayor don fue no creérsela nunca y mantener siempre la misma humildad.

“Una vez estaba todo listo para hacer un documental sobre la vida del Lobo y cuando le fuimos a decir, él no quiso. Dijo que era mucho, que no hacía falta. Así de grande fue el Lobo Fischer”, comentó ayer un emocionado Saúl Vega, presidente de la Peña Sanlorencista de Oberá que lleva el nombre del ídolo.

Ídolo eterno
Después de los títulos y logros como futbolista profesional, el Lobo cosechó innumerables reconocimientos y halagos. Entre ellos, el estadio de fútbol del polideportivo municipal de Oberá lleva su nombre.

En una visita al pago natal charló largo con El Territorio y dejó su visión sobre el fútbol de las últimas décadas y también algunas máximas para los pibes.

“En todas las épocas hubo grandes jugadores. Por ahí ahora se juega a un ritmo más vertiginoso, pero no creo que haya muchas diferencias. Los jugadores de mi época eran tan habilidosos, técnicos y capaces como los actuales”, comentó entonces.

Tampoco le escapó al debate actual sobre quién es mejor entre Diego Maradona y Lionel Messi.

“Creo que Maradona fue un excepcional jugador, pero sinceramente creo que Messi lo igualó y ya tiene más goles que Maradona. Las comparaciones son odiosas y pienso que cada uno fue el mejor de su época”, opinó el Lobo.

Y a pesar de los años y su bajo perfil, nunca dejó de recibir el afecto de los hinchas del Cuervo, ya sea en Oberá o cualquier parte del país.

“A veces voy caminando y la gente de mi época y los hinchas de San Lorenzo me reconocen y me saludan. Es muy lindo, y cuando vengo a Oberá también siento mucho el reconocimiento de la gente”, comentó.

Siempre destacó que si bien no fue un virtuoso con la pelota, con los años mejoró su técnica en base a esfuerzo y trabajo. Incluso fue ejemplo para los más jóvenes que lo veían quedarse después de los entrenamientos practicando la pegada, el cabezazo y otras facetas del juego individual.

“Sin talento no se puede, pero aparte vale la voluntad, el querer progresar y para eso hace falta mucho entrenamiento y dedicación”, remarcó el ídolo.

Y le inculcó esos valores a su hijo Guillermo, jugador profesional de handball que reside en España.

Tremenda trayectoria
El Lobo nació el 16 de julio de 1944 y se inició en el club Atlético Oberá. Con sólo 16 años ya integraba la selección obereña y en poco tiempo llegó la gran oportunidad de probar suerte en el fútbol grande.

Su debut en Primera División con San Lorenzo fue en 1965. Vistió la camiseta azulgrana en el período desde el 65 al 72 y del 77 al 78, y fue campeón con Los Matadores del 68 y el San Lorenzo del 72. Además, fue dos veces goleador del fútbol argentino: Metro 68 y Nacional 69.

En Argentina también jugó profesionalmente en Sarmiento de Junín, club con el que se retiró.

En 1968 convirtió quizás su gol más importante, cuando en cancha de River se enfrentaron San Lorenzo y Estudiantes por la final del campeonato de ese año.

El partido terminó igualado en un tanto, pero en el suplementario el Lobo puso las cosas 2-1 y les brindó a todos los hinchas azulgranas la victoria y el campeonato.

Otro hito en su historia con la camiseta de San Lorenzo se remonta a la novena fecha del torneo Metropolitano del 72, cuando convirtió tres tantos en el triunfo 4-3 de San Lorenzo sobre River.

Quienes lo vieron jugar aún lo recuerdan por su fuerza y velocidad que lo hacían imparable por el sector centro-izquierdo.

Además, se lo considera el inventor de la “bicicleta”, jugada que le pedían cada vez que se entreveraba en un picado con amigos, costumbre que mantuvo hasta hace poco, cuando el cáncer se cruzó en su camino.

El Lobo Fischer no supo de marketing, declaraciones polémicas ni ostentación. Fue un ídolo genuino, forjado por atributos que lo harán eterno.

 

El récord del Lobo que sigue intacto

Argentina tiene una gran cantidad de referentes y goleadores a lo largo de su historia futbolística, pero hay un récord que todavía se mantiene.

El Lobo Fischer llegó a San Lorenzo en 1963 y debutó en Primera División en 1965. Se coronó campeón en 1968 y sus buenas actuaciones con el Ciclón lo llevaron a la selección en 1972 para jugar la Copa Independencia en Brasil.

El 18 de junio de ese año, el misionero le marcó cuatro goles a México en el marco de la segunda fecha del grupo A, disputado en el estadio Rey Pelé de Maceió. Ese día el Lobo conquistó el primero a los 26 minutos del primer tiempo y los otros tres en el complemento (a los 22, 35 y 40 minutos). Completaron la goleada 7-0 Pinino Mas, con un doblete, y Carlos Bianchi.

En ese torneo Argentina finalizó cuarta, tras perder con Yugoslavia en el encuentro por el tercer lugar y el Lobo, además de los tantos ante México, le convirtió a un combinado africano en el partido inaugural.

El récord del Lobo sigue intacto.

Por Daniel Villamea

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