El presidente cuestionó la marcha en la casa de Cristina

martes 13 de octubre de 2020 | 5:00hs.
En el marco de la manifestación opositora de ayer, el oficialismo deploró que se haya convocado a marchar hacia la casa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a la vez que expresó su preocupación por el “irracional” impulso a concentraciones en un “contexto sanitario complejo” por la pandemia de coronavirus.

El presidente, Alberto Fernández, criticó la convocatoria de sectores opositores a protestar frente al domicilio de la vicepresidenta y dijo que ese tipo de acciones “sólo fomenta la grieta y daña la convivencia democrática”.

“Disentir con un gobierno es parte de la democracia. Movilizarse, aún con el riesgo que implica en una pandemia, también”, escribió el primer mandatario en su cuenta de Twitter.

“Pero promover una convocatoria a una protesta en el domicilio de una persona sólo fomenta la grieta y daña esa convivencia democrática”, advirtió Fernández, que incluyó el hashtag #ArgentinaUnida.

También se expresó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien, también vía Twitter, publicó: “Es muy claro que no defienden la República ni respetan las instituciones, son los profetas del odio” y repudió “que se difunda como punto de protesta el domicilio de la vicepresidenta”.

Por su parte, el ministro del Interior, Eduardo De Pedro, advirtió: “El macrismo y Clarín convocan a una marcha frente al domicilio particular de la vicepresidenta. Es muy claro que no defienden la República ni respetan las instituciones, son los profetas del odio”.

Por su parte, el ex ministro de Economía y ex candidato presidencial Roberto Lavagna advirtió que “pretender que el Presidente y la Vicepresidente se distancien o tomen caminos distintos es una aspiración institucionalmente dañina”, ya que “otra alternativa resultaría muy perniciosa y hasta peligrosa” para el país.

Al mismo tiempo, llamó al oficialismo a “ejercer el lugar que le asignó la ciudadanía” y a la oposición a ser “constructiva”, a la vez que advirtió que “la sociedad argentina no está para soportar extremismos, ni de derecha ni de izquierda”.