Nicolás Trotta indicó que las clases presenciales no vuelven a la Ciudad

lunes 21 de septiembre de 2020 | 19:47hs.
Educación/Pandemia
Educación/Pandemia
Los ministros de Salud y de Educación de la Nación Ginés González García y Nicolás Trotta se reunieron este lunes con sus pares de la Ciudad Fernán Quirós y Soledad Acuña para negociar la vuelta a clases de 6500 alumnos que, por no tener acceso a computadores o internet en sus hogares, perdieron contacto con los maestros durante al aislamiento social por el coronavirus, pero no llegaron a un acuerdo total.

Tras el encuentro, Trotta explicó que “en cinco provincias volvimos a las clases presenciales, pero después tuvimos que dar marcha atrás. En la Ciudad debemos establecer parámetros objetivos: tenemos una pequeña diferencia sobre si están dadas las condiciones epidemiológicas para volver de manera presencial. No hubo un ‘no’ sino un ‘establezcamos condiciones’ para cuidar a los hijos porque hay un amesetamiento de los casos en un nivel muy alto”.

“La Ciudad hablaba de 6500 alumnos sin computadoras o internet, pero hasta ahora individualizaron a 1500. Nos pidieron 20 días para poder localizar al resto. Nosotros tenemos listas las pc para distribuirlas. La escuela es importante, sí, pero hay un punto previo, que es el epidemiológico, por lo que ir a clases no implique un riesgo. Volver a la escuela es difícil no solo en la Ciudad sino en todo el país”, aclaró.

De esta manera, Trotta remarcó lo que el Gobierno nacional ya había informado al término de la reunión con Acuña y Quirós: “Respecto al protocolo presentado al Ministerio de Salud de la Nación, se realizaron varias observaciones que serán analizadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como así también por el Ministerio de Educación de la Nación”.

“Se buscará analizar la situación epidemiológica de la Ciudad y establecer indicadores epidemiológicos objetivos que permitan darle la certeza a los porteños del momento oportuno para regresar a las actividades escolares sin exponerlos a riesgos de contagios”, advirtieron desde la Nación, por lo que la vuelta a clases de ese universo de estudiantes deberá esperar a esos resultados.

Por la mañana, Acuña manifestó en Radio Mitre: "Queremos pensar estrategias de regreso para grupos focalizados, empezando por los que más escuelas necesitan. Ahí tenemos diferencias. Nación habla de vuelta a clases pero estamos presentando alternativas posibles para distintos grupos, para garantizar que no vamos a amontonar chicos ni el transporte público”.

En este sentido, agregó: “Estamos convencidos de que es necesario para los chicos. Si bien me encuentro con un ‘no’ cada vez que voy (a una reunión), tengo que trabajar por un ‘sí’, mi tarea es no resignarme porque esto genera consecuencias psicológicas en los chicos”.

Para el Ministerio de Nación la condición básica para el regreso a las aulas es que se registre una baja o nula circulación comunitaria del virus, algo que aún no sucede en el territorio porteño. Este punto fue votado el 2 de julio por todas las jurisdicciones. El Gobierno insistió este lunes con este punto frente a la Ciudad.

En la puerta del Ministerio de Salud de la Nación, donde se llevó adelante el encuentro entre las autoridades porteñas y nacionales, se concentró un grupo de docentes para criticar la última propuesta presentada por Soledad Acuña.

“Rechazamos el protocolo que está presentando la ministra Acuña. Creemos que no están dadas las condiciones en la Ciudad”, remarcó Alejandra Gómez, representante de la multisectorial docente. Y resaltó que “no son clases”, ya que no serán con sus docentes ni con sus compañeros. “Son espacios de apoyo escolar y talleres de lectura, son actividades paralelas”, advirtió la mujer.

Según explicó, al leer una carta que le fue entregada por el Ministerio de Educación porteño, las actividades en las plazas van a estar a cargo de “equipos socioeducativos”. “Como docentes no vamos a participar de esas actividades porque cuidamos nuestra salud y la de nuestros alumnos”, subrayó la docente.


La propuesta de clases en parques y plazas

La “Propuesta retorno a la presencialidad”, como decidieron llamarla en el Ministerio de Educación porteño, fue presentada el martes pasado a Nación. La misma se divide en tres etapas. La primera incluiría a unos 6500 chicos que perdieron el vínculo con la escuela, ya sea por problemas de conectividad, sociales o familiares. Más adelante, se sumarían los alumnos de primer grado, con clubes de lectura y escritura que tendrían lugar en las plazas y parques porteños.

En una tercera etapa, comenzarían los jóvenes de quinto y sexto año del secundario y aquellos adultos que estudian en los centros de capacitación y terciarios de la Ciudad. En estos casos, se cortaría una calle aledaña al centro educativo y se armarían allí las aulas.

En todos los casos, el regreso a la presencialidad consistiría de dos encuentros semanales de dos horas cada uno, con protocolos y medidas preventivas como el uso de tapabocas obligatorio, distanciamiento social y productos de higiene a disposición en puntos estratégicos.

Según la normativa vigente, Ciudad necesita la autorización del Gobierno nacional para poder implementar el proyecto.

Al momento, cinco provincias argentinas han logrado volver a las aulas pero solo dos pudieron sostenerlas: Formosa y La Pampa. En el caso de San Juan, Catamarca y Santiago del Estero, tuvieron que dar marcha atrás porque cambió su realidad epidemiológica, pese a que los nuevos brotes no estuvieron relacionados con las escuelas, pero se tomaron medidas de restricción de la circulación.

Los protocolos que aprobaron para el retorno a clases presenciales fueron para localidades con nulo o muy bajo nivel de contagios de COVID-19. En diálogo con Radio Rivadavia, Trotta recordó este fin de semana que en Ciudad hay un promedio de 1200 casos diarios.

Tras la presentación del nuevo proyecto, Acuña dijo en TN que esperan que a fin de mes puedan retomar la actividad con esta modalidad, que está suspendida desde marzo. La funcionaria porteña consideró que “la presencialidad es fundamental” y adelantó que no se “darán por vencidos” hasta que el Gobierno apruebe la vuelta de las clases presenciales.

Además, explicó el protocolo es el mismo que el usado para el espacio público en Ciudad y consideró que “si los jóvenes pueden ir a bares a tomar algo con amigos, al aire libre” también pueden asistir a clases bajo esta misma modalidad.



El rechazo a la propuesta anterior y la contrapropuesta

El Ministerio de Educación porteño le entregó a Nación el pasado 13 de agosto el protocolo de funcionamiento de “Conectate en la escuela”. El mismo contemplaba la apertura de espacios digitales en las escuelas primarias y secundarias de gestión estatal de la Ciudad.

Los sitios planteados eran ambientes de la escuela equipados con computadoras y conectividad para que, un máximo de 15 alumnos, en dos turnos de dos horas, puedan acercarse para desarrollar actividades virtuales para la continuidad pedagógica.

No se iba a dictar clases, sino que un representante del Ministerio iba a controlar el cumplimiento de las medidas sanitarias y el alumno se iba a limitar a completar las tareas que su docente le fue asignando durante estos meses de aislamiento social obligatorio.

Entre las medidas de prevención que se mencionaban, los estudiantes no podían usar el transporte público para llegar hasta la institución, podían ir acompañados por un adulto, se les tomaría la fiebre al ingreso, se desinfectarían las computadoras luego de cada uso.

El plan incluía 634 escuelas, 464 primarias y 170 secundarias, con un máximo de 15 estudiantes por turno, lo que se traduce en 9450 alumnos.

La propuesta generó polémica entre los maestros y los representantes de los gremios CTERA y UTE se manifestaron en contra, bajo el lema “la escuela no es un ciber”. A la semana siguiente, Trotta rechazó el proyecto.

Sin embargo, desde el Ministerio nacional hicieron una contrapropuesta y le ofrecieron a las autoridades porteñas entregar 6500 computadoras y conectividad gratuita para estos alumnos. Al momento, Trotta se quejó de que no recibieron la lista de los destinatarios de estos dispositivos.

“El domingo, alrededor de las 23, recibimos una primer tanda con algo de información por parte del Gobierno de la Ciudad de alrededor de 1500 chicos, todavía no individualizados ni georeferenciados. En la reunión de este lunes se va a volver a insistir en estos datos para poder brindársela al Enacom”, contó este lunes Trotta en diálogo con TV Pública.

Y explicó: “Gran parte de estos chicos están localizados en los barrios populares, donde la conectividad es más compleja. No nos han dicho en qué barrios están, necesitamos esa localización para determinar qué compañía es la mejor”.

Las autoridades porteñas habían manifestado que la entrega de netbooks por sí sola no resolvía la situación que viven muchos chicos que se desvincularon con las escuelas y que querían ver “niño por niño y comprender el contexto familiar, social y cultural para ver por qué perdieron el vínculo y poner al Estado a disposición para darles oportunidades”.

Trotta se refirió a estos dichos y explicó que la propuesta es acompañar la acción con “trabajadores sociales que puedan tener interacción con los niños y su entorno familiar, para ver cuáles con las mejores políticas que debe desplegar el Gobierno de la Ciudad para poder acompañar esta situación”.

“Nos parece que esta propuesta de computadoras, de trabajadores sociales que vayan a los hogares y de educadores que puedan visitar a los alumnos con el distanciamiento social, es una propuesta superadora al hecho de que vayan a la plaza dos veces por semana”, advirtió el ministro de Nación.