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“Sabía que mi marido trabajaba con Rojas, pero no conozco al juez Verón”

viernes 18 de septiembre de 2020 | 3:00hs.
“Sabía que mi marido trabajaba con Rojas, pero no conozco al juez Verón”
El juez Cardozo ya dictó la prisión preventiva para todos los detenidos.
El juez Cardozo ya dictó la prisión preventiva para todos los detenidos.
Carlos Cardozo

Por Carlos Manuel Cardozo fojacero@elterritorio.com.ar

El 8 de julio Vanesa Da Luz (34) salió de la casa de su madre, en Posadas, con chaleco antibalas, casco y esposas, escoltada por efectivos de Gendarmería Nacional. El operativo afuera era imponente, con efectivos de Prefectura, Policía Federal y la Policía de Misiones que habían sitiado la cuadra con armas largas y vehículos de gran porte.

El despliegue, que al parecer fue más un mensaje para el afuera, tiene que ver con la sensibilidad de la causa en la que está involucrada. Es que la mujer posadeña está acusada  -junto a su pareja, sus dos hermanos y un ciudadano paraguayo- por el presunto plan para matar al juez posadeño Fernando Verón bajo las órdenes del narco y múltiple homicida Néstor Fabián “Negro” Rojas.

Fue la última detenida y la primera imputada por el caso. Según fuentes de la investigación, tenía un rol activo en la organización e incluso tuvo conversaciones con Rojas después de que su marido, Luis Miguel Baden (32), fuera detenido. También sus hermanos dijeron que ella fue quien guardó los elementos incautados en su casa: chalecos y ropas truchos de PFA, municiones y una M16, arma estadounidense de gran poder y valor económico.

Sin embargo, ella lo niega todo. En la audiencia indagatoria decidió abstenerse a declarar, pero en los últimos días brindó una entrevista exclusiva a El Territorio en la que destacó que es ama de casa,  no sabe quién es Verón, ni los negocios de su pareja, con que tiene una relación de 17 años y tuvo tres hijos que en la actualidad tienen 7, 10 y 14 años.

Los chicos son hoy su preocupación, debido a que están con su madre, jubilada, que -dijo- tiene diabetes e hipertensión y está sumamente desbordada por la situación. Al respecto, su abogado Rodrigo Calderón detalló que solicitó una excarcelación con prisión domiciliaria en subsidio, lo que fue denegado por el juez que lleva el caso, Marcelo Cardozo. Luego se volvió a pedir una domiciliaria, que tampoco prosperó.

Lejos de ello, la novedad de más importancia en la causa ocurrió la semana pasada, cuando el magistrado dictó la prisión preventiva por homicidio en grado de tentativa y acopio de armas. Además de disponer el traslado de todos los detenidos a dependencias del Servicio Penitenciario Provincial (SPP). Es decir, consideró que hay elementos suficientes para tenerlos tras las rejas.

El único que aún no fue indagado por la Justicia fue Rojas, quien está alojado en la cárcel de Ezeiza, desde donde coordinó el presunto plan.

“Estoy mal. Desde que estoy detenida tuve tres convulsiones, estuve mal de salud y emocionalmente. Extraño mucho a mis hijos, es lo que más quiero estar con ellos, esto me está haciendo muy mal porque es injusto que yo esté acá. No es para mí, porque es injusto, no estoy preparada para esto”, fue la primera respuesta de Vanesa ante la consulta de cómo estaba. Incluso estuvo internada algunos días en el Hospital Madariaga.

Añadió que nunca antes había estado detenida, que no tiene antecedentes y que debido a las restricciones por el avance del coronavirus, apenas pudo ver pocas veces a sus pequeños, que además tienen a su padre y tíos en prisión. “El varoncito de 7 años dice que me extraña, llora y ya no quiere comer. Los tres están con mi mamá, que está enferma y me necesitan. Y yo les necesito a ellos porque tengo a mi marido que también está preso y uno de los dos tenemos que estar afuera. Yo injustamente estoy acá”, reclamó.

¿Se investiga un presunto plan para matar a un juez, sabías sobre eso?
No nada. No sabía nada de eso, nunca me metí en nada de eso. Eso era cosa de mi marido y yo nunca me metí, nunca. No supe nada.

¿Sabés quién es Fabián Rojas?
No. Sabía que mi marido era su mecánico, que trabajaba con él pero nunca supe nada, ni lo conozco. No conozco a este juez que supuestamente nombraron, el juez Verón. No sé quién es, sinceramente no sé quién es.

También están detenidos tus hermanos, que dijeron que las armas estaban en tu casa porque vos las guardabas.
No, yo no guardé nada. Eso era una mudanza que trajeron a guardar en casa y ahí estaba eso. Pero yo nunca supe nada de eso, estaba en una pieza y ahí encontraron todo.

Yo sé que de él era la mudanza -en relación a Andy León Torres, paraguayo detenido junto a su marido-, las cosas que estaban en casa eran de él. Dejaron en casa a guardar porque él se iba a ir a Paraguay, entonces él llevó eso y ahí encontraron esas cosas que estaban en mi casa.

¿No sabías de la existencia de esas armas?
No, yo no sabía. Nada de nada.

Lo que se investiga es que tuviste algún tipo de comunicación con Rojas después de la detención de tu marido y también se habla de algunos giros de dinero. ¿Eso es real?
No, después de la detención de mi marido no. Él me mandó dinero, porque mi marido le había hecho un trabajo en un auto que estaba ahí. En ese auto estaba supuestamente el arma. Él tenía que arreglar ese auto, entonces lo arregló y -Rojas- mandó un giro. Es cosa de trabajo de ellos, yo no tenía nada que ver. Yo lo que hacía cuando él me pedía que retire una plata, iba y retiraba. No preguntaba de quién era ni nada. Porque era trabajo de él, yo sabía que era trabajo de él y nada más.

¿Tus hermanos también trabajaban con Rojas?
Cuando mi marido cayó preso ellos fueron a verme, porque yo me puse muy nerviosa y entonces le digo “vengan, necesito que vengan, no sé qué pasa con él, no está” y ellos vienen a verme. Y ahí cuando vienen, a los diez minutos cae Gendarmería en mi casa y los detienen a mis dos hermanos como si nada. Ellos no tienen nada que ver.

Vanesa insistió con su inocencia y pidió contención para su madre, a quien se la vio totalmente superada por la situación, detallando incluso que la mujer fue hasta el Juzgado para ver sobre su situación y al llegar al lugar se paralizó. “Yo quiero salir y estar con mis hijos, no me importa nada más. No importa que me digan te quedás en tu casa o en la casa de tu mamá, no salís de acá, que me pongan seguridad, lo que sea, pero quiero estar con mis hijos. Esto me está haciendo mal porque es injusto. Me está enfermando”, concluyó.

Frederic sobre las bandas brasileñas

En su visita a Posadas, la ministra de Seguridad Sabina Frederic se refirió al avance de las bandas criminales brasileñas como el PCC o Comando Vermelho y también a la amenaza de muerte de la que fue víctima el juez Verón.

Ante la consulta de El Territorio, expresó que se está haciendo “un trabajo muy profundo” con diferentes fuerzas federales, la Justicia e Interpol.

“Hay trabajo confidencial, que no se puede dar a conocer públicamente, pero está zona - por Misiones - es una de las zonas donde el Ministerio de Seguridad de la Nación, con la colaboración de la Justicia y de las fuerzas federales tenemos puesto especialmente el ojo”, resaltó.

Aunque señaló que aún esas pesquisas no arrojan datos que preocupen: “No tenemos de momento ninguna información que nos permita entrar en una situación de terror, miedo o pánico.

Estamos lejos de esa situación, pero está muy controlada la zona y estos casos en general se detectan a tiempo”.

También destacó los trabajos de la Policía Federal Argentina, que trabaja con Interpol y mencionó que en la actualidad PNA es la encargada de custodiar al juez Verón, añadiendo que están atentos a cualquier solicitud de él u otro magistrado.

Los detalles de la pesquisa sobre la banda de Rojas

El juez Cardozo ya dictó la prisión preventiva para todos los detenidos.
Como viene informando El Territorio, las investigaciones sobre la banda se iniciaron el 26 de mayo sobre la ruta nacional 12, en un control vehicular. Baden y León Torres se movilizaban en un auto con pedido de secuestro por robo y fueron interceptados por Gendarmería Nacional.

Al posadeño la misma fuerza ya lo investigaba desde septiembre del año pasado, cuando se determinó que asistió a un grupo de cuatro brasileños atrapados en San José con armas, silenciadores, precintos, ropas de la Policía Federal Argentina -gorras, chombas, camperas- y un poco de marihuana. Esa banda también era guiada por Rojas desde la cárcel, según la pesquisa.

Los delincuentes extranjeros fueron entonces rápidamente asociados a bandas criminales como el PCC y Luis Miguel Baden como su “nexo local”. Se determinó que les llevó comida y estuvo en contacto con el grupo en su estadía en Misiones.  

En su casa, que inmediatamente fue allanada, los centinelas incautaron un fusil M16, municiones y elementos con las inscripciones de la fuerza federal como cascos, guantes tácticos y pasamontañas. Entre lo incautado hay un detalle que reafirma la relación con los brasileños presos: un abrojo con el nombre Nebriski apareció en los dos procedimientos.

Allí se concretó la detención de los hermanos implicados. Este medio pudo establecer mediante importantes fuentes de la fuerza que -contrario a lo que manifestó su hermana- se los vio antes del allanamiento guardando el M16 dentro del auto que le atribuyen a Rojas. Incluso en el expediente figuran imágenes que avalan esa maniobra. “Pero su rol no se reduce a eso, ellos participaban de las otras operaciones también”, señaló un investigador  calificado en la víspera.

El plan
Los análisis de teléfonos determinaron luego que Baden y Andy Torres venían de hacer un transporte de marihuana, además de la relación con Rojas. También se detectaron mensajes que activaron todas las alarmas.

“Filmá todo, así ya voy armando, es necesario, yo sé lo que te digo. Hacele seguimiento estos días temprano, cuando sale a trabajar. Lo mandamos a un semáforo y chau de última. Preocupate por eso porque ese nos va a traer problemas a todos. Foto, filmación y el horario que sale para el trabajo. Esa es la hora, yo traigo la gente”, ordenaba intramuros el Negro Rojas.

Esos fueron algunos de los mensajes de texto que le mandaba al grupo el oriundo de Puerto Iguazú alojado en la cárcel de máxima seguridad de Ezeiza.  La idea era que los dos primeros detenidos hagan la inteligencia previa y que brasileños arriben al país para concretar el crimen del juez Fernando Verón, aunque todo se habría frustrado por el cierre de las fronteras  20 de marzo, cuando inició la cuarentena.

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