“Me puse contento cuando vi de nuevo la tierra colorada”

jueves 16 de julio de 2020 | 7:00hs.
“Me puse contento cuando vi de nuevo la tierra colorada”
“Me puse contento cuando vi de nuevo la tierra colorada”

Por Esteban Bueseck interior@elterritorio.com.ar

El deseo se cumplió ayer y después de esperar durante días, Alejandro Leonel Suárez pudo llegar a Misiones.
Luego de la publicación de El Territorio el pasado 9 de julio, se formó una cadena solidaria que llegó hasta Italia.
Es que desde hace semanas la familia de Asunción Bogarín vivía con la incertidumbre de no saber más cómo ayudar a un joven de 18 años que apareció en la puerta de su casa en Resistencia, Chaco. 
Ante el desasosiego de no saber a quién más acudir, la mujer llamó desde Chaco a este medio y relató que hace días ella y su familia asistían a un joven eldoradense. El chico quedó varado en la capital chaqueña sin recursos ni movilidad para volver a su hogar en Eldorado, donde vivía con su abuela.
Según comentó el joven, arribó en enero al Chaco en busca de un futuro mejor, pero iniciada la pandemia no pudo volver más y estuvo en situación de calle.
“Desde los 8 meses lo crió la abuela y ahora estaba en una situación económica mala. Decidió venir a Resistencia a buscar algo mejor. Bajó en la terminal de colectivos y se quedaba a dormir ahí”, relató Asunción.
El chico de 18 años vendió casa por casa estampitas hasta que llegó al domicilio de una familiar de Asunción que optó por pedirle que barra la vereda. “A partir de ahí mi cuñada tuvo la idea de comprarle una escoba y pala para que comience a barrer por el centro de Resistencia. Así empezó a ganar dinero y confianza de la gente, porque es un chico excelente y educado”, lo calificó.
Luego -explicó Asunción- el muchacho desapareció unas semanas y cuando retornó, estaba mal de salud y con una sonda en las vías urinarias porque fue golpeado.
“Lo había visto un policía en la calle y lo llevaron al Hospital Perrando, donde estuvo internado. Ya de alta, volvió donde está mi cuñada Graciela. Estaba delgado, muy frágil, enfermo”, contó.
En el nosocomio chaqueño le recetaron medicamentos que esta familia solidaria se comprometió a comprar.
“Cuando vimos que seguía viviendo en la calle, en la rampa de una escuela, sobre un colchón, mi hija dijo ‘no puede seguir así’, nos fuimos a buscarlo y lo traje a mi casa. Se dio una ducha caliente, mi hija le preparó una habitación y lo empezamos a atender. Le dimos de comer y empezó a tomar la medicación”, comentó.
Apenas mejoró, se le retiró la sonda y manifestó su deseo de volver a ver a su abuela. Ante la desazón de no saber cómo ayudar fue que Asunción salió a los medios. Y los llamados llegaron desde todo el país e incluso desde Europa.
Ayer Alejandro Leonel pudo retornar a la provincia. Se le practicaron previamente testeos de coronavirus que dieron negativo.
En un auto del Estado provincial del Chaco llegó hasta el Arco, límite entre Corrientes y Misiones, allí lo esperó otro móvil de la Municipalidad de Eldorado que lo trasladó hasta la Capital del Trabajo.
Tímido y de pocas palabras, Leonel le dijo a este medio apenas ingresó a Posadas: “Me puse contento cuando vi de nuevo la tierra colorada".
Comentó que tuvieron problemas para cruzar desde Resistencia a Corrientes, lo que demoró el viaje, pero finalmente pudieron atravesar el puente General Belgrano. “Fue complicada mi estadía allá, pero Asunción y mi familia me trataron re bien, me cuidaron mucho, me llevaron al médico y pude curarme”, recordó Leonel.
El martes a la noche le hicieron una cena de despedida. “Fue muy lindo, muy emotivo. Apenas pase todo esto del coronavirus voy a volver a agradecerles todo lo que hicieron por mí”, prometió el chico y reconoció que quiso volver porque “extrañaba a mi abuela Sebastiana”, quien lo crió desde bebé.
Ayer por la tarde llegó a Eldorado y aunque los testeos dieron negativo para Covid-19, deberá estar unos días aislado en un hotel.
Desde la capital chaqueña y feliz por la noticia, Asunción expresó: “es un chico excelente y realmente se merece algo bueno. Sufrió mucho. No tengo palabras para calificarlo”.
“Hasta desde Italia nos contactaron y mandaron un poco de plata. Hablé con la abuela y me dijo que él no tiene colchón ni puerta en la habitación. Eso me partió el corazón, así que le voy a acercar la plata para que al menos pueda hacer algo o alguien pueda regalarle un colchón”, finalizó la mujer.