Plan para matar al juez: el lunes declara la última detenida

sábado 11 de julio de 2020 | 13:30hs.
Plan para matar al juez: el lunes declara la última detenida
Plan para matar al juez: el lunes declara la última detenida
La última detenida en el marco de la causa que investiga el presunto plan orquestado desde la cárcel por el narco-sicario Néstor Fabián “El Negro” Rojas (54) para matar a un juez posadeño comparecerá ante la Justicia el lunes. 

Se trata de Vanesa D. L., aprehendida el miércoles tras una serie de allanamientos ejecutados por efectivos de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y de la Policía de Misiones. 

Según indicaron fuentes consultadas por El Territorio, ayer la muchacha fue llevaba hasta el Juzgado de Instrucción Uno y designó abogado defensor, pero la audiencia de declaración indagatoria fue programada para el lunes.   

La implicada se trata de la esposa de Luis Miguel Baden (35) y hermana de los otros dos posadeños que cayeron junto a éste a fines de mayo. 

Todos ellos, más un ciudadano paraguayo que también formaba parte del grupo, fueron implicados inicialmente en una causa por “tenencia de arma de guerra y acopio de proyectiles”, pero en el transcurso de la pesquisa se detectó que mantenían contactos fluidos con Rojas y que posiblemente formaban parte del plan que el narco-sicario orquestaba desde el penal de Ezeiza para asesinar al juez Fernando Verón, que lo investiga por el doble crimen de El Acuerdo, registrado en 2015 en Posadas. 

El plan quedó al descubierto a partir de las pericias efectuadas a los teléfonos celulares incautados en poder del grupo. 

“Filmá todo, así ya voy armando, es necesario, yo sé lo que te digo. Hacele seguimiento estos días temprano, cuando sale a trabajar. Lo mandamos a un semáforo y chau de última. Preocupate por eso porque ese nos va a traer problemas a todos. Foto, filmación y el horario que sale para el trabajo. Esa es la hora, yo traigo la gente”, fue una de las transcripciones de mensajes que trascendieron.

Según las estimaciones elaboradas a partir de los elementos obtenidos, el plan consistía en interceptar al juez con motocicletas y ultimarlo en un semáforo.

Toda esa inteligencia -se supone- era labor de Baden y el paraguayo implicado, mientras que del crimen en sí se iban a encargar unos mercenarios brasileños que vendrían con equipos de comunicación, vehículos y armamentos propios, aunque ellos nunca entraron en acción.