Municipios fronterizos en alerta máxima ante el incremento de casos de Covid-19 en Brasil

sábado 06 de junio de 2020 | 6:00hs.
Yo amo Dionisio Cerqueira, reza el cartel en Brasil a espalda del gendarme.
Yo amo Dionisio Cerqueira, reza el cartel en Brasil a espalda del gendarme.
Nazarena Torres

Por Nazarena Torrespolitica@elterritorio.com.ar

Los más de 700 kilómetros de frontera que comparte Misiones con Brasil han sido motivo de numerosos intercambios comerciales, culturales y financieros durante años. La cercanía que existe entre algunas localidades lindantes profundiza esta reciprocidad, como en el caso de Bernardo de Irigoyen, separada apenas por una vereda de Dionisio Cerqueira.
Sin embargo, hace más de dos meses que esta correspondencia mutua fue paralizada por el avance del Covid-19. Esto hace que por ahora Misiones decida mantener la cuarentena como hasta ahora (ver Misiones mantiene...)Es que si bien la proximidad es tal que la zona creó incluso un dialecto propio (el portuñol), las decisiones sobre la pandemia son totalmente distintas.
Del lado argentino, la cuarentena total logró canalizar los casos, y aunque siguen apareciendo, las cifras son sustancialmente menores a las que registran otros países. Mientras que del lado brasileño las medidas tomadas por el gobierno fueron letales para la población, que llora ya más de 34.000 decesos.
Esto pone en alerta a los intendentes misioneros de municipios fronterizos, pues aunque la hermandad estrechó lazos inquebrantables con sus pares gaúchos y catarinenses, el temor de que el virus ingrese a la provincia obliga a reforzar la separación de los países.
Por ese motivo, las fuerzas de seguridad se encuentran abocadas al trabajo de control, principalmente en aquellos pasos no habilitados pero utilizados, principalmente por aquellos que comercializan productos en uno u otro lado de la frontera. Esta tarea se vuelve realmente compleja, al tener en cuenta que cada comuna cuenta con extensos kilómetros de costa o límites terrestres.
Mientras tanto, en lo que respecta a camiones de cargas, la actividad sigue pero no sin extremas medidas de seguridad. Los vehículos cruzan por las fronteras habilitadas, pero no pueden detenerse en los municipios lindantes.
En todo esto, el comercio sufre una de sus peores caídas. Y aunque la idea de abrir las puertas de la provincia nuevamente es tentadora para repuntar la economía, la emergencia hace primar el cuidado y la prevención sanitaria, ante todo.

Irigoyen, complicada
En la edición del domingo 22 de marzo, El Territorio dio cuenta de la complejidad a la hora de aislar a Bernardo de Irigoyen de Dionisio Cerqueira y Barracao. La tarea llevada adelante por Gendarmería no cesa y aunque todos los días, durante las 24 horas, se apostan efectivos a cuidar la entrada al país, los extranjeros siguen intentando, por todos los medios posibles, ingresar mediante la ilegalidad.
Irigoyen y Dionisio Cerqueira, separadas por casi 30 kilómetros (de Irigoyen hasta San Antonio) de frontera seca, se encuentran en constante contacto. La zona urbana del límite, comprendida en unos seis kilómetros, se encuentra dividida tan sólo por una vereda.
En este sentido, el intendente Guillermo Fernández indicó que “estamos haciendo lo que se puede para prevenir, para que el virus no cruce para acá, trabajando con las fuerzas y con la municipalidad”.
“Todavía hay gente que quiere que se abran las fronteras, por el tema económico, pero sé que el 80 por ciento prefiere no abrir, acá cerca no hay tantos casos, pero el problema está a unos 100 kilómetros, y la gente tiene miedo de que siga avanzando para acá”, explicó.
Al tiempo que adujo que “agradecemos a la gente que entiende, a las fuerzas, a la provincia, porque realmente esto es complejo”.

La última en abrir
El municipio de San Javier limita a través del río Uruguay con Porto Xavier. Es uno de los municipios que mayor conexión tiene con Brasil, principalmente por el comercio.
“Tomamos medidas desde el día uno, con problemas pero trabajando en conjunto y entendiéndonos. Lamentablemente el control del pasaje informal es difícil pero los vecinos tomaron postura con mucha responsabilidad”, explicó el jefe comunal Matías Vilchez.
En ese marco, aseguró que la localidad que administra “será la última en abrir sus fronteras para el pasaje de personas”.
“Realmente estamos cerca de la enfermedad, está llegando y debemos tomar decisiones. Hay que agradecer también eso, que las medidas tomadas fueron acompañadas por la gente, porque si no sería imposible mantener la baja tasa de contagios que hay en la provincia”, apuntó.
Expresó que el comercio sufre las consecuencias y el impacto es notable, pero que un concepto arraigado en el municipio es el de solidaridad. “Debemos redoblar esfuerzos y ayudarnos entre todos, económicamente pero también en salud y convivencia”, dijo.

Kilómetros de costa
Así como San Javier, también otras comunas misioneras se encuentran preocupadas y atendiendo a la situación en el vecino país.
Uno de esos casos es el del intendente de El Soberbio, Roque Soboczinski quien manifestó estar “muy preocupado porque por ejemplo, Tiradentes que está a 15 kilómetros aproximadamente de El Soberbio presenta cuatro casos y una muerte, la zona de Alto Uruguay que está frente a Colonia Monteagudo está teniendo casos, que puede ser un factor de riesgo, a esto hay que sumarle la ciudad de Tress Passos que está teniendo más de cincuenta casos”.
No obstante, el jefe comunal evaluó como muy positivo el trabajo que se realizó en la cuarentena, aunque señaló que es necesario no descuidarse, puesto que “seguimos expuestos por la gran cantidad de casos que se detectaron del otro lado”.
“Agradezco el apoyo de las fuerzas de seguridad y los miembros del comité de crisis, se ha formado un gran equipo, el trabajo que se hizo fue muy bueno y las medidas siguen siendo la distancia, el barbijo, lavarse las manos con alcohol al 70/30 en los negocios, ingresa de a uno a los locales, entre otras”, aclaró.

En balsa
Por su parte, Alba Posse es una de las comunas más transitadas por personas. En épocas estivales registran una alta demanda en la balsa que funciona todos los días, transportando brasileños y argentinos.
Hoy la realidad es otra muy distinta, con una paralización total del paso de personas y una preocupación muy grande en cuanto a la cantidad de casos cercanos.
Lucas Gerhardt, alcalde de la ciudad, especificó que “los casos ya llegaron a Porto Mauá (límite con Alba Posse), lo que nos deja en alerta. Por eso estamos trabajando diariamente con las fuerzas de seguridad, porque sabemos que es una zona permeable”.
“La manera en que se están manejando las cosas en Brasil asusta a los vecinos de este lado, y es difícil cuidar todo porque tenemos unos 180 kilómetros de costa, pero uno busca hacer un trabajo de conciencia con la gente más que nada, para que denuncien si ven gente pasando”, afirmó.

En San Pedro
En tanto, algo similar ocurre en San Pedro, que limita con Sao Miguel do Oeste a través del puente Pepirí Guazú, desde donde destacaron que “la preocupación es grande, por eso ni siquiera se liberan muchas actividades”.
“La gente, todos estamos muy preocupados, sobre todo por el comercio ilegal. Son varios los rubros que traen mercadería de contrabando y es por donde puede ingresar el virus”, señalaron en la comuna.

Con información de corresponsalías San Pedro y El Soberbio