La ciudad flotante de la ONU

lunes 08 de abril de 2019 | 14:00hs.
La ciudad flotante de la ONU
La ciudad flotante de la ONU
Con la amenaza del cambio climático que se avecina, las Naciones Unidas ahora están considerando las ciudades flotantes como una forma de proteger a las poblaciones costeras del aumento del nivel del mar.

Esta semana, el grupo intergubernamental presentó Oceanix City, un concepto para una de esas ciudades flotantes futuristas. La idea fue desarrollada como una asociación entre el arquitecto Bjarke Ingels y Oceanix, una compañía que se especializa en la construcción de estructuras flotantes, y es una visión sorprendente del futuro de la vida urbana.

Cada ciudad de Oceanix consistiría de varias plataformas hexagonales, cada una anclada al fondo marino y con capacidad de hasta 300 habitantes. Las plataformas encajarían juntas para formar una ciudad flotante completamente autosuficiente de 10.000 residentes.

El diseño de la ciudad le permitiría soportar inundaciones, tsunamis y huracanes de categoría 5, los tipos de fenómenos meteorológicos extremos que aumentan tanto en gravedad como en frecuencia debido al cambio climático.

A diferencia de los innumerables conceptos de ciudades anteriores, Oceanix City podría llegar a hacerse realidad gracias al respaldo del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), la agencia de las Naciones Unidas para el desarrollo urbano sostenible.

El director ejecutivo de ONU-Hábitat, Maimunah Mohd Sharif, dijo que la agencia planea trabajar con Oceanix, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y el Club de Exploradores para construir un prototipo de Oceanix City atracado en el East River cerca de la sede de la ONU en Nueva York en unos meses.

"Todo el mundo en el equipo realmente quiere construir esto", dijo el CEO de Oceanix, Marc Collins, a Business Insider. "No solo estamos teorizando".

El diseño podría permitir vehículos autónomos sin conductor, y la ciudad podría experimentar con nuevas tecnologías, como las entregas de paquetes por medio de drones.

Además de los hogares, la ciudad contaría con un centro espiritual, un centro cultural y una biblioteca comunitaria, donde los residentes pueden alquilar computadoras, bicicletas y libros. También sería capaz de producir su propia energía, agua y calor, así como su propio alimento. Para esto se crearían "granjas acuáticas" debajo de las plataformas, donde habría jaulas que servirían para cosechar diversos tipos de plantas o vegetales, así como para criar algún tipo de especies animales.

Todos los edificios serían construidos con materiales sostenibles como madera y bambú. También están diseñados para ser desmontados para que las futuras generaciones de arquitectos puedan reconfigurar el concepto.

Una de las supuestas ventajas de este aglomerado, es que podría ser remolcado para reubicarlo en una nueva zona en caso de posibles desastres. La idea es que este tipo de urbes se construyan a una distancia de máximo dos kilómetros de las principales ciudades costeras, por lo que podrían ser accesibles para un ciudadano promedio.

Los responsables de Oceanix City afirman que este proyecto no será para sustituir la vida en tierra, sino que se plantea como una opción más para la vida en nuestro planeta.