Pacientes parapléjicos vuelven a caminar con un implante
domingo 04 de noviembre de 2018 | 5:00hs.
Pacientes parapléjicos vuelven a caminar con un implante
Por Gerardo Schafer sociedad@elterritorio.com.ar
Un neurocientífico y una neurocirujana suizos fueron los que lograron que personas con las piernas paralizadas por años vuelvan a caminar tras introducirles implantes en la médula espinal. Después de unos meses de entrenamiento con arneses inteligentes, los pacientes controlaron los músculos de las piernas y dieron pasos por sí solos sin necesidad de estimulación eléctrica.
Uno de los responsables, Grégoire Courtine, es un reputado neurocientífico de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), lleva años investigando cómo hacer que personas con la médula espinal dañada vuelvan a andar. Ya ha demostrado previamente sus avances en monos y ratas. Ahora, en colaboración con la neurocirujana Jocelyne Bloch, del Centro hospitalario Universitario de Vaud, lograron que tres hombres parapléjicos puedan caminar con ayuda de muletas o andadores gracias a implantes inalámbricos en la médula espinal, que se pueden activar y desactivar mediante un dispositivo en forma de reloj que obedece a la voz del usuario. Los resultados de la investigación fueron publicados en las revistas Nature y Nature Neuroscience.
Las lesiones en la médula espinal interrumpen las conexiones entre el cerebro y las neuronas de la médula espinal, creando déficits motores y sensoriales en áreas del cuerpo debajo de la lesión y, en ocasiones, causan parálisis. En la mayoría de los casos, todavía hay algunas conexiones entre el cerebro y las neuronas motoras en la médula espinal debajo de la lesión, pero podrían no ser suficientes para permitir que una persona se mueva. El equipo de Courtine utilizó la estimulación eléctrica para dar a estas neuronas motoras una excitación adicional, aumentando las señales recibidas de las conexiones restantes con el cerebro.
Primero identificaron qué áreas de la médula espinal están involucradas en cada movimiento requerido para caminar, como flexionar la cadera o extender el tobillo. Luego implantaron estimuladores eléctricos en tres personas con diferentes niveles de deterioro motor en sus piernas debido a una lesión de la médula espinal.
Habiendo descubierto qué partes de la médula espinal participan en la caminata, el equipo pudo programar una secuencia de pulsos eléctricos que estimularían la médula espinal en el momento y la ubicación correctos para facilitar esos movimientos.
Esta estimulación eléctrica no produjo movimiento por sí misma, solo funcionó cuando los participantes del estudio intentaron hacer movimientos por sí mismos. “Realmente funciona como un amplificador”, dijo Courtine. “No es que estamos tomando el control de la pierna. Los pacientes tienen que hacerlo”, precisó. Y agregó que después de solo dos días de entrenamiento, se volvió casi natural para los pacientes el comando de los dispositivos. En una semana, los participantes pudieron caminar con la ayuda de dispositivos que sostenían parte de su peso corporal.
Courtine indicó, “el momento exacto y la ubicación de la estimulación eléctrica son clave para que el paciente pueda producir el movimiento deseado. También es esta coincidencia temporal la que desencadena el crecimiento de nuevas conexiones nerviosas”.
En conclusión, los implantes electrónicos lograron unir las órdenes del cerebro, con la médula y los músculos de las piernas.
Los avances son importantes, pero aún queda mucho por seguir experimentando, cada persona puede tener una lesión diferente y por ahora habrá que personalizar cada implante.