Ni con los plantones

jueves 08 de febrero de 2018 | 5:00hs.
Por María Marta Fierro
Por María Marta Fierro
Los pasos fronterizos de Misiones volvieron a estar arriba en la lista de los más transitados del país. Con el puente internacional Posadas-Encarnación en el primer puesto y el de Iguazú-Foz de Iguazú en el segundo, la provincia acapara más del 30 por ciento de todo el movimiento migratorio del país. Recién en el tercer puesto se encuentra el aeropuerto de Ezeiza (Página 4).
Entre ambos, suman 24 millones de personas que usaron esos pasos el año pasado ya sea en el transporte público, auto, moto o tren. Y eso sin contar la imparable actividad de los casi 20 pasos fronterizos habilitados en la extensísima frontera internacional misionera. Y, por supuesto, quedan fuera los no habilitados.
Estas cifras no hacen más que poner números a una realidad que los misioneros palpan todos los días. Las ciudades vecinas no son territorio extranjero sino una extensión más de la vida cotidiana de los habitantes de estas zonas.
Las personas cruzan hacia uno y otro lado de la frontera -ya sea con Brasil o con Paraguay- para hacer compras, sí, pero también para trabajar o estudiar todos los días, para recibir atención sanitaria, para visitar parientes o amigos, para pasear o disfrutar de un espectáculo artístico, para cortarse el pelo o para disfrutar de la oferta gastronómica. Difícilmente muchas de esas personas se sientan en el extranjero tan habituadas como están a estos otros tan parecidos a nosotros. 
Y toda esa vida fluyendo no se ha detenido a pesar de las colas de cinco horas, de los plantones sin tregua las 24 horas en los feriados, de los descompensados, las emergencias, los nacimientos y las muertes por las largas esperas en el puente, de un caos organizado que exige infraestructura acorde al inmenso tráfico.

Por María Marta Fierro
Prosecretaria de Redacción
mfierro@elterritorio.com.ar