La hora de participar

Cuando cada tanto se eligen convencionales para crear o modificar la carta orgánica de los municipios, se repite una constante, el poco interés que despierta en la ciudadanía. No solamente en los comicios en general sino entre los mismos votantes que están decidiendo con su voto qué perfil de sociedad tendrán a partir de entonces. Y esto es una pena. Es como que no se da el valor que verdaderamente tiene una carta orgánica en un municipio y su impacto en el desarrollo de la vida diaria.
Una definición: La carta orgánica es un conjunto de normativas desarrolladas para regir la vida institucional, política y económica del municipio. Es la ley fundamental del municipio, ya que declara los principios que regirán el sistema, su modelo de organización, de crecimiento y de distribución de recursos. Se constituye en el instrumento político y jurídico que posibilita la fijación de una serie de derechos, organizando los poderes y determinando atribuciones de los órganos municipales.
Misioneros que residen en siete municipios de la provincia tendrán la oportunidad este año de hacer que su lugar se les parezca un poco más. Que la idiosincrasia propia del pueblo sea -o no- parte de la normativa estructural de su comunidad. En marzo en 25 de Mayo, San Javier, Wanda, San Pedro, Puerto Esperanza y San Ignacio empezarán a discutir sus respectivas cartas orgánicas. En la ciudad de Eldorado, los vecinos tendrán la oportunidad actualizar las normas que ya rigen o sumar otras (páginas 3 y 4).
Es el momento de hacer que el lugar donde uno vive se parezca un poco más a lo que se quiere. Y para ello es clave participar.

Por Roberto Maack
Jefe de Redacción
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