Más vale prevenir que curar

martes 09 de enero de 2018 | 6:00hs.
La confirmación de casos de fiebre amarilla en el Brasil causan preocupación en la Argentina por la proximidad de ese país y por la gran cantidad de argentinos que viajan a sus playas en esta época, sobre todo desde Misiones (página 3). Y esa preocupación es positiva en cuanto deviene en prevención, que es, como se sabe, lo primordial en materia de salud.
En ese sentido, la vacunación sigue siendo la mejor arma para combatir tal enfermedad. La vacuna contra la fiebre amarilla está incluida en el calendario oficial, debiéndose aplicar a los 18 meses de edad y un refuerzo a los 11 años. Pero a su vez, si se recibe luego del segundo año de vida, una dosis es suficiente, es decir que no necesita revacunación, proporcionando protección al cabo de diez días de su aplicación. Según destaca el Ministerio de Salud de la Nación, la vacuna es segura y raramente puede causar efectos adversos.
A su vez, por una modificación adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud, a partir del 11 de julio de 2016, el período de validez de todos los certificados de vacunación contra la fiebre amarilla -incluidos tanto los ya expedidos como los nuevos- pasa de diez años a la totalidad de la vida de la persona vacunada.
Por ello, más allá de las exigencias en cada región, lo más recomendable si se va a viajar al Brasil es que todos los integrantes de la familia se vacunen contra la fiebre amarilla, desde el año y medio de edad en adelante, si es que ya no han recibido la dosis.
Hay que recordar que la fiebre amarilla es una enfermedad que hasta puede causar la muerte si no es tratada a tiempo, por lo que en este caso tiene gran validez el viejo refrán que reza "más vale prevenir que curar".

Por Carlos Serenelli
Jefe de cierre
cserenelli@yahoo.es