Gentilini custodia la urna con las cenizas del padre Sepp

domingo 09 de julio de 2017 | 6:00hs.
Gentilini custodia la urna con las cenizas del padre Sepp
Gentilini custodia la urna con las cenizas del padre Sepp
El Instituto Agrotécnico Pascual Gentilini, ubicado a seis kilómetros del centro de San José, conserva reliquias históricas de las reducciones jesuíticas. La localidad está en el límite con la provincia de Corrientes y se encuentra en un cruce de rutas provinciales.
San José corrió la misma suerte que Apóstoles, Concepción de la Sierra y Santo Tomé, donde estaban algunos de los asentamientos jesuíticos que no pudieron ser rescatados ni restaurados. Los vestigios quedaron bajo las construcciones de la era moderna.
No obstante, hay patrimonio que amerita rescate y, en ese sentido, el Instituto Gentilini cumple un rol más que importante, pues custodia tesoros de lo que fue la misión de San José. En el museo del colegio, se encuentra el Acamanil, que está hecho de piedra  y data del año 1700, fabricado por los guaraníes. También alberga baldosas, tejas, la piedra de un molino y muchos objetos de la época de los jesuitas, pero el tesoro mayor es la urna que, se supone, contiene los restos del padre jesuita Antonio Sepp, quien nació en una familia de la nobleza el 22 de noviembre de 1655 en Kaltern, Austria. Según datos históricos, murió en 1733 en San José, Misiones.
El profesor de historia, docente en el colegio Gentilini, Eduardo Miranda, en diálogo con El Territorio comentó: “El padre Sepp fue una figura ilustre y multifacética, se destacó en varias ramas del arte tanto literaria como musical, ayudó de manera incondicional, actualmente y desde el año 1920, en nuestro instituto se conserva una urna en la que se cree que están los restos del padre Sepp”.
Al momento de su muerte y como era habitual, Sepp fue sepultado en la iglesia de la reducción, dijo Miranda. En tanto, a finales de 1800 y principios de 1900, los gobiernos fueron indiferentes a la conservación de la historia jesuítica. Y así fue como gran parte de la de San José fue llevada por los ciudadanos de la época para construir casas, entre otras edificaciones.
Los huesos fueron encontrados hace algunos años ya cuando excavaron unos aficionados en la zona del presbítero del templo.  Y como estaban allí lo asociaron con los restos del sacerdote Sepp.
“Como el sector de la iglesia jesuita se estaba deteriorando de manera muy rápida, se rescataron los restos de lo que se cree corresponden al padre Sepp y se colocaron en una urna, la que fue traída a las instalaciones de la escuela que formaba parte de la congregación Saleciana”, contó el docente.

A la espera de estudios
El hermano Agustín Borzi  señaló: “Es una reliquia histórica muy valiosa y la cuidamos con mucho amor a nuestros antepasados, ahora estamos esperando que se realicen los estudios arqueológicos correspondientes para confirmar la teoría que para nosotros es una realidad firme”.
“Sobre el padre Sepp puedo decir que ha sido un grande, un sacerdote que cumplió con un ideal a través del sacerdocio, se entregó por entero a su labor de misionero jesuita y es un orgullo, una gran satisfacción poder conservar aquí la urna con los restos de lo que fue él, un hombre que hasta fue capaz de extraer hierro de la piedra mora, una piedra que aún hoy se encuentra en las costas de los ríos Paraná y Uruguay”. 
Sepp ingresó a la Compañía de Jesús entre 1674 y en 1682, ya siendo sacerdote, solicitó al general de la compañía que lo destinara a misiones ultramarinas. Mientras esperaba, estudió la ejecución de varios instrumentos. En 1687 fue autorizado a partir a América.