Un múltiple homicida brasileño fue detenido en la aduana de San Antonio

jueves 14 de abril de 2016 | 6:00hs.
Un múltiple homicida brasileño fue detenido en la aduana de San Antonio
Un múltiple homicida brasileño fue detenido en la aduana de San Antonio

Un peligroso criminal brasileño, acusado de cometer múltiples homicidios con frialdad y alevosía, fue detenido el martes a última hora, cuando intentaba ingresar a la localidad misionera de San Antonio por el paso aduanero y la Policía local logró identificarlo por un característico tatuaje.
El sujeto estaba siendo búsquedo desde hace varias semanas por las fuerzas de seguridad de ambos países, tras confirmarse la muerte de un hombre del paraje Puente Alto, en Pozo Azul, a quien el ahora detenido había atacado a balazos en confusas circunstancias, aunque se especula con la hipótesis de un sicariato.
Según indicaron fuentes policiales, el hecho por el cual era perseguido en Misiones ocurrió el 29 de febrero último, cuando el sindicado sujeto irrumpió armado en la vivienda de Elvio Antúnez (35) y Viviana R. (32).
Sin palabras de por medio, la pareja fue baleada por el sujeto que luego se dio a la fuga. La investigación en primera instancia fue caratulada como “doble tentativa de homicidio”, aunque pocos días después Antúnez falleció y la causa se agravó.
Tras las recabaciones practicadas por el personal policial abocado a la investigación del caso, se estableció que el atacante era conocido en la zona como “El Brasilero” y a partir de ahí se comenzaron a atar los cabos sueltos que el martes permitieron concretar su captura.
El criminal fue detenido poco antes del anochecer, cuando intentó ingresar al país por el paso fronterizo que une a San Antonio con el municipio brasileño de Santo Antonio.
Para ese entonces, la Policía local, mediante operativos conjuntos con las autoridades policiales de Brasil, ya estaba al tanto del posible accionar en esa zona fronteriza de un temible homicida que se encontraba prófugo de la Justicia de ese país.
La atenta labor de los efectivos intervinientes en la Aduana permitió que el sujeto sea demorado preventivamente. La Policía revisó su documentación y observó que se trataba de un sujeto con doble nacionalidad, utilizando nombres distintos en cada país. Sin embargo, lo que el implicado no pudo cambiar fue su fisonomía y algunas características físicas que lo terminaron delatando.
Al tanto de todo lo informado por fuerza brasileña, los uniformados revisaron al sujeto y efectivamente hallaron el tatuaje de una bola 8 de pool en el brazo derecho. No habían más dudas, el implicado era unos de los criminales más buscados al otro lado de la frontera.
“La Policía brasileña lo venía siguiendo hace varias semanas pero ahora se sintió acorralado e intentó volver a San Antonio, donde también lo estabamos buscando”, relató un investigador que participó en el operativo.

Prontuario sangriento
Ya en sede policial, se estableció que el implicado era identificado en Argentina como Carlos Ponce y en Brasil como Jair Figleski. Al confirmarse sus datos, se realizó un intercambio informativo con la Policía Militar y Civil brasileña, cuyas autoridades consignaron que el sujeto tiene al menos cuatro causas por asesinatos cometidos en ese país desde 2011 en adelante.
El nombre de Jair Figleski no pasa desapercibido en Brasil. El hombre de 29 años es sindicado en su país como un “criminal de máxima peligrosidad” y así lo demuestra su sangriento prontuario.
Según pudo averiguar El Territorio, el hombre estuvo detenido desde mediados de 2013 hasta enero de 2014, cuando se escapó de la Prisión Estadual del municipio de Vacaria, en Río Grande Do Sul, distante a unos 550 kilómetros de la frontera con Misiones.
El hecho por el cual fue detenido ocurrió el 25 de septiembre de 2013 en San Pedro, en el interior de Vacaria. Según lo establecido por la pesquisa del caso que conmocionó a la población local, Figleski llegó a una vivienda rural y sin mediar palabras remató a balazos Zelcio Dos Santos Lima (44) y a Dário Sotil de Carvalho.
Luego, con el mismo revólver calibre 38 apuntó en la cabeza a Clovis José Lima Blanco (64), a quien obligó a juntar todos los elementos de valor que había en el lugar y cargarlos en el Chevrolet Corsa de Dos Santos.
Figleski logró un magro botín consistente en un equipo de música y 700 reales. Antes de escapar,  gatilló contra Blanco y prendió fuego la vivienda con sus tres víctimas adentro.
Sin embargo, su último disparo no fue tran preciso como los dos anteriores. El proyectil impactó en el cuello de Blanco, quien fingió su muerte y cuando vio que el atacante huyó, logró escapar de la casa en llamas para ser socorrido por vecinos. El hombre quedó internado en el hospital local y desde allí aportó datos clave para la Policía.
Al día siguiente, el Chevrolet Corsa apareció calcinado cerca de la casa de Figleski, por lo que su captura no demoró en concretarse y ante los uniformados confesó la autoría del macabro doble crimen.
En ese momento, tampoco fue la primera vez que su nombre era escrito en expedientes judiciales, ya que registraba al menos otras catorce acusaciones en su contra por asesinatos, robos calificados, lesiones, conspiración y conducción temeraria, entre otras.
El peligroso criminal fue llevado luego a la Prisión Estadual de Vacaria, donde permaneció alojado a la espera de un juicio en el cual podía recibir entre 48 y 80 años de prisión, según lo establecido por las normas punitorias de ese país.
Pero, Figleski tenía un ardid más bajo la manga. El 25 de enero de 2014, el personal penitenciario descubrió su ausencia en el penal  durante un conteo de reos.
Su fuga fue concretada ante de las 8, cuando el homicida salió de uno de los baños de su pabellón, saltó una reja y logró evadir el predio carcelario por el techo.
Desde ese momento, Figleski se mantuvo prófugo de la Justicia y se presume que siempre estuvo entre Santo Antonio y San Antonio en Misiones, donde volvió a mostrar su despiadada faceta criminal, atacando a balazos y matando casi sin motivos a un colono de Pozo Azul.