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El policía detenido habría facilitado el arma para el homicidio de D’Amico

Un cabo de 27 años que cumplía tareas en Oberá fue arrestado por orden de la jueza Selva Raquel Zuetta. Ya son ocho los detenidos, ya que ayer de madrugada un joven también quedó implicado en la investigación.

sábado 09 de abril de 2016 | 6:00hs.
Policía de Misiones
Tres de los detenidos declararon ante la jueza Raquel Zuetta.
Tres de los detenidos declararon ante la jueza Raquel Zuetta.
Un cabo de la Policía de Misiones fue detenido ayer en el marco de la causa que investiga el brutal homicidio de Nicolás D’Amico (35), cuyo cadáver fue hallado el 30 de octubre pasado en el baúl de su auto incendiado en la zona rural de Leandro N. Alem.
Se sospecha que el suboficial fue quien aportó el arma con la que habrían ultimado a la víctima. En consecuencia, la jueza Selva Raquel Zuetta, titular del Juzgado de Instrucción Cinco de Alem, ordenó la detención del Guillermo Sebastián R. (27), quien hasta el jueves se desempeñó en la División Montada de la Unidad Regional II.
Tal como informó El Territorio en la víspera, el jueves el citado cabo fue demorado bajo la figura de testigo sospechoso, aunque con el correr de las horas las pruebas recabadas habrían complicado su situación procesal y la magistrada decidió detenerlo e incomunicarlo en dependencias de la Unidad Regional VI de Alem. Fuentes del caso confirmaron que el policía aún no declaró.
De esta forma, ya suman ocho los detenidos por el asesinato de D’Amico, puesto que a los seis apresados el jueves, ayer también fue capturado un joven obereño de 21 años. Se trata de un aspirante a la Prefectura Naval Argentina que fue arrestado en la localidad de San Javier.
Con relación al cabo, éste es oriundo de la localidad Alberdi y hasta hace un par de semanas se desempeñaba en la Seccional Segunda de Oberá, hasta que fue trasladado a la División Montada en el barrio Cien Hectáreas, una dependencia considerada de “castigo” dentro de la UR II.
Precisamente, fuentes de las fuerza manifestaron que dicho traslado se ordenó luego de un informe interno que comprometía al uniformado con el caso D’Amico.

Deuda y muerte
Si bien la jueza actuante ordenó el secreto de sumario, este diario averiguó que existen fundadas sospechas para creer que el cabo fue quien proveyó el arma con que habrían ultimado al preventista de carne antes de ser calcinado en el baúl de su Volkswagen Bora.
Si bien el estado del cadáver por acción del fuego complicó el hallazgo de restos de bala, el informe del entrecruzamiento de llamadas y mensajes de texto sería clave para determinar el contacto entre el policía y los demás sospechosos, precisaron.
Tal como se viene informado, entre los detenidos se encuentran el ex dueño y los empleados de una carnicería de avenida De Las Américas de esta localidad, quienes el 30 de octubre compartieron un asado con la víctima.
D’Amico vendía carne y el carnicero le adeudaba unos 350 mil pesos. Por ello, desde un primer momento estuvo en la mira de los investigadores.
Incluso, el rastreo satelital del Bora indica que estuvo en la carnicería antes de movilizarse hasta el lugar donde quemaron el coche.
Por ello, la principal hipótesis de los investigadores es que la víctima fue ultimada en el local de avenida De Las Américas, tras lo cual escondieron el cuerpo en el baúl, viajaron hasta Alem y quemaron el auto en colonia El Chatón.
En tanto, en la víspera, la magistrada que entiende en el caso ordenó la realización de pruebas de luminol para tratar de hallar sangre de la víctima en el local.
Por otra parte, los actuales dueños de la carnicería aclararon que desde febrero están al frente del comercio y no tienen nada que ver con los detenidos, quienes alquilaban el inmueble.

Trama mafiosa
Además del policía y el aspirante a Prefectura, los demás detenidos son los hermanos Diego Ramón (33) y Gustavo Germán B. (29), quienes manejaban la carnicería La Rueda y le adeudan una fuerte suma al preventista; la ex mujer del mayor de los hermanos y sus empleados Guillermo B. (28), Jhonatan G. (23) y Ramón G. (25).
Para los investigadores no hay dudas: el móvil del homicidio fue la deuda que mantenían los carniceros con D’Amico. Los hermanos habrían pergeñado el plan para deshacerse del preventista y los otros fueron cómplices.
Hubo allanamientos y se secuestraron elementos sustanciales para la causa, como ser facturas que certificaron la deuda que mantenían los carniceros para con el proveedor.
En tanto, el trabajo de los investigadores permitió reconstruir los últimos movimientos de la víctima. Así, además del rastreador satelital que ubicó el auto en la carnicería el 30 de octubre a las 20, los repartidores del frigorífico que representaba D’Amico confirmaron que ese mediodía comieron un asado con los dueños de la carnicería y sus empleados.
En ese contexto de confianza, Diego Ramón B. le habría dicho a la víctima que esa noche pase a cobrar lo que le debía. Se sospecha que en ese lugar fue asesinado.
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