El Gran Capitán duerme confinado en Virasoro desde hace más de dos años

Afirman que está en condiciones de volver a circular, pero las vías están muy deterioradas. Unió por ocho años la Mesopotamia con Buenos Aires. Hoy las estaciones están abandonadas. En Santo Tomé sólo queda el tren de cargas.
jueves 20 de febrero de 2014 | 0:00hs.
Poco y nada.
Poco y nada.
Los vagones de El Gran Capitán languidecen abandonados en Gobernador Virasoro desde hace casi dos años y medio, mientras en la estación de trenes de Santo Tomé la actividad es mínima.
El viceintendente de Virasoro y ex director de Transportes y Puertos de Corrientes, Gustavo Adolfo Sabio, detalló la situación del convoy que se encuentra en su comuna.
“A la formación la dejaron abandonada acá, tiene un sereno. Después del secuestro que tuvo el tren en Apóstoles, fue retenido aparentemente por miembros de La Fraternidad, lo llevaron hasta Caza Pava (a unos 30 kilómetros de Santo Tomé), ahí retiraron de la locomotora la palanca de frenos y dejaron abandonada la formación. Lo que se logró después fue traer la formación a Virasoro, y quedó acá prácticamente sin funcionar”, expresó Sabio.
“En realidad, la formación está lista para volver a funcionar en el momento en que las autoridades a nivel nacional así lo decidan”, afirmó.
En noviembre de 2011, Transporte de la Nación le retiró la concesión del tren entre Misiones y Buenos Aires a El Gran Capitán y se la otorgó a TBA, que sólo la explotó durante unos meses, hasta su cierre por la tragedia de Once, luego de lo cual la conexión se interrumpió.
Desde ese tiempo se hicieron muchas movilizaciones en las estaciones de la Mesopotamia.
Sabio explicó que “el grave problema que tiene El Gran Capitán es el estado de las vías, no es un problema en sí mismo del tren. La empresa que tiene la concesión nunca hizo las inversiones necesarias en vías y en reparaciones. El tren debía circular a entre 70 y 80 kilómetros por hora, y en algunos tramos podía ir como máximo a 10 kilómetros por hora. ¿Cómo va a funcionar un servicio de pasajeros que para cubrir el trayecto de Posadas a Federico Lacroze tardaba a veces 30 horas?”.
Las estaciones en todo el recorrido del tren han sido desmanteladas en este último tiempo y lo único que continuó fue el transporte de cargas.
El viceintendente de Virasoro recordó que en los años '90, cuando se pararon todos los trenes, la Nación le transfirió a la provincia de Corrientes el servicio interurbano de pasajeros del ex Ferrocarril Urquiza, “y fue la Provincia la que puso en marcha nuevamente el servicio en 2003, y funcionó durante 8 años de manera ininterrumpida, con dos frecuencias semanales, siendo realmente un tren que cubría las expectativas sociales de la región, ya que hay gente que no tiene posibilidades económicas para tomar un servicio de ómnibus, por lo que viajaban en tren. A mí me ha tocado viajar con familias enteras que después de muchos años viajaban a encontrarse con su familia en Buenos Aires, gente que venía de Paraguay a reencontrarse con gente en Buenos Aires”.
Además, el funcionario recordó que El Gran Capitán fue el único servicio de transporte ferroviario que no tuvo ningún subsidio durante los ocho años de funcionamiento.
“Se cubrían los costos con la venta de los pasajes. Es más, me consta que muchísimas personas que necesitaban viajar para ser atendidos en el Garrahan o en cualquier otro hospital de Buenos Aires, viajaban sin costo. Hemos mandado a muchos chicos que nunca habían viajado en tren desde Virasoro a Monte Caseros, o algunas ciudades de Entre Ríos, sin cargo”, señaló.
Resaltó además la utilidad turística que se le pretendió dar al tren y que quedó trunca por los contratiempos y, luego, por la suspensión del recorrido.

En Santo Tomé, más abandono
Con amplias arboledas, galerías vacías y carteles algo despintados, la estación de trenes de Santo Tomé se conserva como un lugar emblemático que aún se utiliza. Los trenes cargueros pasan por allí periódicamente. Hay un taller muy grande al frente, vía de por medio, que también funciona. Un par de oficinas son utilizadas, aunque algunas mañanas son más que silenciosas.
Al respecto, el viceintendente Jorge Daniel Maciel señaló: “La estación de trenes funciona muy poco. Lo que más anda es el tren de cargas, principalmente en lo que es traslado de rollos, madera en sí”.
En relación al edificio, Maciel dijo “está en buenas condiciones, pertenece a la empresa brasileña ALL, que utiliza algunas de las oficinas que hay allí. El edificio está bueno, son antiguos pero bien hechos. Uno de los tornados hizo caer una parte, hace unos años, pero está bien”.
“Una de las oficinas de la estación es utilizada por el personal que maneja la radio de comunicaciones”, acotó Lucas Velázquez, titular de la Oficina de Empleo de la comuna.