Relevan a un comisario por presuntos vínculos con el contrabando de soja

Era el jefe de la comisaría de El Soberbio. Está sospechado de facilitar el paso de la oleaginosa al Brasil. Investigan las comunicaciones que mantuvo con un contrabandista detenido.
jueves 31 de octubre de 2013 | 0:00hs.
Fraccionada.
Fraccionada.

La Jefatura de Policía intervino la Comisaría de El Soberbio por una presunta relación entre el jefe de la dependencia, Héctor Araujo, con un hombre que fue detenido el martes a la noche, cuando intentaba pasar a Brasil un cargamento de soja.
El vínculo ya estaba siendo investigado y, finalmente, habría sido corroborado al revisar el teléfono celular de uno de los hombres dueños de la carga, quien tenía -según se supo por fuentes policiales- mensajes de textos dirigidos al comisario Araujo. 
La prueba sería contundente y derivó en la intervención inmediata de la Dirección de Asuntos Internos de la Jefatura de Policía y como consecuencia, el traslado del jefe de la dependencia a la Unidad Regional VIII de San Vicente, hasta tanto concluya la investigación. 
Mientras esto ocurre, el comisario inspector Juan Francisco Gómez dejó ayer la Unidad Regional II de Oberá para asumir al frente de la comisaría intervenida, en tanto que Raúl Alberto Dujaut seguirá, por el momento, siendo el segundo jefe de la dependencia.
El Jefe de la UR VIII, Evaldo Katz, aclaró ayer que Araujo no está detenido, sino que cumple funciones en dicha institución “hasta tanto se confirme, o descarte, su vinculación con los detenidos por contrabando de soja al vecino país”.
“Se ha dispuesto la intervención hasta tanto se establezca si realmente existe algún tipo de vínculo o responsabilidad del titular de la comisaría, pero mientras tanto, seguirá desempeñando sus funciones”, aclaró Katz.
Fuentes ligadas a la investigación informaron que no se descartan más detenciones en las próximas horas, puesto que habría quedado al descubierto una banda que estaría integrada por distintas patas y con roles bien definidos.
Se busca conocer también si existen zonas liberadas para concretar los millonarios contrabandos o si con los mensajes enviados al teléfono del uniformado se pretendía lograr algún tipo de cobertura policial.  

Mensajes
El operativo que derivó en el inicio de la investigación fue el martes a la madrugada, tras un llamado anónimo que recibieron los efectivos del destacamento de Puerto Paraíso, por medio del cual se alertaba de movimientos extraños en la zona de Colonia Monteagudo Bajo, a 30 kilómetros de la zona urbana de El Soberbio.
Sin más elementos que ese dato, se trasladó hacia el lugar un grupo de uniformados y se toparon con dos hombres que transportaban arriba de un camión Ford 4000, alrededor de cinco toneladas de soja, distribuidas en 95 bolsas de 50 kilogramos cada una.
El procedimiento terminó con los dos sujetos detenidos, que son oriundos de esta localidad y fueron identificados como Rubén Petters, de 45 años y Oscar Schulz, de 47.   
Hasta ese momento no era más que un nuevo cargamento de soja de varios que se han secuestrado a lo largo del año, pero el procedimiento adquirió un ribete llamativo tras la requisa que hicieron los efectivos en las pertenencias de los hombres.
Entre otros elementos que fueron incautados y aportados a la causa, figura el teléfono celular que en su bandeja de salida tendría varios mensajes emitidos al propio jefe de la comisaría, que habrían sido enviado minutos antes de la intervención policial. 
La prueba, que vincularía directamente al comisario Araujo con los contrabandistas, derivó entonces en la investigación que intentará desenmascarar a una banda que opera en la zona y está dedicada a explotar un negocio clandestino que mueve varios millones de pesos e incluso, tendría bien arraigada la manera de operar.
La permeabilidad de la frontera es aprovechada por contrabandistas de ambos lados del río y prueba de ello, es que solamente algunas horas después del operativo detallado anteriormente, fue arrestado un hombre de nacionalidad brasileña, de 20 años, que pretendía llevar a Brasil de manera ilegal, siete toneladas y media de soja, utilizando una canoa para lograr su cometido.


Millonario contrabando frustrado
EL SOBERBIO. A mediados de agosto, algunas autoridades políticas de El Soberbio se vieron involucradas directa e indirectamente a un millonario contrabando que resultó frustrado debido a un gran operativo que llevó adelante la Afip.
En esa oportunidad habían sido detenidas cinco personas en el paraje Monteagudo, en cercanías de la costa del río Uruguay. Con apoyo policial se incautó un camión con 220 bolsas de 50 kilogramos cada una, como también otras 580 de similares características, que estaban listas para ser llevadas a territorio brasileño.
Uno de los hombres resultó ser sobrino de un concejal afín al ahora ex intendente Alberto “Coleco” Krysvzuk, quien había manifestado ser propietario de la carga de soja e incluso, ofreció dinero para evitar el secuestro del producto.
La negativa de los uniformados hizo que el ofuscado sujeto intercepte también al comisario Araujo, a quien también intentó sobornar  pero fue detenido y puesto a disposición de la justicia federal.
En ese hecho también se vio salpicado Krysvzuk, quien fue acusado de ocultar en un galpón que sería de su propiedad (conocido como “el quincho del tío Coleco”) cerca de 25 toneladas de soja en bolsas de fertilizantes con el logo de YPF.
El hecho derivó en la conformación de una comisión investigadora, que terminó destituyendo al por entonces jefe comunal.


Negocio ilegal y muy rentable
La soja es vendida directamente a los acopiadores brasileños, quienes la declaran en su país como producción propia y la exportan aprovechando que no pagan retenciones.
Los misioneros cobran precios inferiores al valor internacional, pero les resulta conveniente porque al ser una venta informal, no deben declarar sus divisas y menos aún, cambiar sus dólares o reales a cotización oficial. 
El negocio resulta redondo, puesto que terminado el paso de la mercadería, cuentan con dinero extranjero que introducen al país  a valores vigentes del mercado paralelo, mucho más altos que los oficiales.
Según fuentes ligadas a las investigaciones, por 50 toneladas de soja enviada ilegalmente a Brasil, las ganancias rondan los 30 mil pesos por encima de los valores en la Argentina.