Con la madera comestible, misioneros salieron a tentar al mundo gourmet

Producen en Eldorado confituras y delicatessen a partir del tronco de yacaratiá. Los pedidos de bombones, alfajores y maderitas en almíbar se incrementan y los presentarán en la exposición de Caminos y Sabores.
viernes 24 de julio de 2009 | 0:44hs.
La firma Yacaratiá delicatessen anunció el avance de la comercialización de sus bombones, alfajores, dulces y tablitas comestibles hechas a partir de la madera del árbol Yacaratiá. La buena proyección nacional de ventas llevó a la firma a presentar sus productos, en la exposición Caminos y Sabores 2009 en el predio de La Rural de Palermo.
El yacaratiá es un árbol que crece en el monte misionero y tiene un gran componente de agua en su corteza. Ya los guaraníes lo conocían por su madera comestible (Un duro que se deja..) Pero su oferta como confituras llegó hace unos seis años por el trabajo de una familia de Eldorado.
“El árbol tiene mucha agua en su madera. Sólo sirve para esto”, asegura Vanina Pascutti, representante de la firma Yacaratiá Delicatessen, que desde hace seis años elabora las confituras en la provincia.

Gastronomía distinguida
En el comienzo de su oferta, lugares turísticos de la provincia y algunos comercios (como panaderías y ventas de artículos regionales) sirvieron de promoción inicial. Hoy, los pedidos llegan desde negocios especializados en el sector de alimentos.
“Tenemos muchos pedidos de restaurantes y vinotecas especialmente. Por su sabor van muy bien para acompañar bebidas como los vinos tintos”, comentó Pascutti.
En la preferencia de los consumidores se explicó que hay mucha diversidad en las opciones de confituras que preparan. “A los turistas extranjeros les llama más la atención las maderitas que vienen en frascos o en sobres al vacío. Pero después al público en general, les gustan por igual los bombones o alfajores”.
Entre algunos ingredientes, las confituras reciben el baño de miel o de almíbar para su presentación.

A fuego lento, muy lento
Para volver comestible la madera del árbol,  que la familia consigue en chacras de colonos en Misiones, se deben respetar tiempos para su tratamiento. Una vez cortado el tronco, tiene un plazo muy corto para su almacenamiento, no dura más de 24 horas.
 “Para volverlo comestible la madera requiere una cocción de tres días a fuego constante”, acotó Pascutti.
Con el emprendimiento sus responsables destacan el aprovechamiento sustentable que realizan del bosque.


Un duro que se deja morder
El árbol de yacaratiá crece en el interior de la selva paranaense. Su altura puede llegar a los 15 metros. A diferencia de otras especies, sus células actúan como minúsculos depósitos de agua y nutrientes, según señala la información en la página oficial de firma yacaratiá delicatessen. Cuentan que la características de este árbol ya eran conocidas por los guaraníes que utilizaban su madera como recurso de supervivencia en la selva. Gastronómicamente hoy se valoran sus fibras y minerales como base para refinados postres.
La idea de aprovechamiento de yacaratiá nació tras los estudios que fueron patentados por el ingeniero Roberto Pascutti en 1996. Para su aprovechamiento, el leño es fraccionado en cortes especiales y transformado con diversos procedimientos (extracción, gelificación, hidrólisis, etc). De esta forma se quita a la madera sustancias que puedan afectar el sabor y se quita la rigidez de la madera.