Entregó su vida al servicio de Dios y es valorado por todos sus feligreses

domingo 21 de mayo de 2006 | 2:00hs.


Su vocación e inclinación a servir a Dios cumpliendo sus mandamientos nacieron con él, según sus manifestaciones, porque de niño concurría a misa y se entregaba a la oración. Las  veces que sentía esa inclinación se entregaba a rezar de rodilla.
En su familia ya se habían consagrado algunos de sus hermanos y él a los 16, entró al seminario, para ser primero hermano y concluir después sus estudios de sacerdote para siempre. Había tanta necesidad en él de enseñar, ayudar, trabajar para la Iglesia que siendo muy joven ya servía en las iglesias.
 Fue hermano durante 20 años y se consagró sacerdote a los  40. Era el año 1985. El padre “Félix” Stabrawa, de carácter afable, risa a flor de labios, caritativo y sereno, agradece constantemente a Dios todo lo que le dio y por la vida. Asimismo, por la comunidad donde le tocó desempeñarse, tanto en Europa como en la Argentina. Se enternece al señalar que es cura por la gracia de Dios y que pertenece a la congregación del Santísimo Redentor (C.Ss. R.), o sea sacerdote redentorista, cuyo fundador fue San Alfonso María de Ligorio. Aquí en la Argentina permanece desde hace 50 años, y precisamente fue Resistencia (Chaco),  su primer destino. Realizó la viceprovincia en la Casa Parroquial "Nuestra Señora de la Asunción".

Los mandatos de Dios
El padre Stanislaw Félix no solamente realizó sus servicios de  pastor de alma, recorriendo distintos departamentos de la provincia del Chaco. Lo hizo también en en Buenos Aires, Santiago del Estero y Misiones, en esta última en las localidades de San Pedro, San Vicente, y en Posadas, en las Parroquias Espíritu Santo y San Cayetano.
Se consagró bajo el lema "Tu palabra es una lámpara para mis pasos y una luz en mi camino. Hice un juramente y lo sostengo, de cumplir tus justas decisiones"  (Salmo: 119, 105-106),indicó el padre Félix.
Lo sostuvo al  celebrar sus 50  años de vida religiosa (Bodas de Oro) el pasado 3 de mayo, en la comunidad de la parroquia San Cayetano, del barrio del mismo nombre.  
En una breve reseña de su vida, el sacerdote recordó que nació en Kruluka, Polonia, el 16 de julio de 1938, y fue bautizado al día siguiente. Sus Padres eran  Stanislaw y Ana, ya fallecidos, dos humildes agricultores. Conformaron una sencilla familia, siendo Félix el tercero de ocho hermanos (dos fallecidos a temprana edad). Su Primera Comunión lo realizó el 25 de mayo de 1947 a los 9 años y la Confirmación,  el 17 de junio del 49, a los 11 años. Aclaró el prelado que desde muy temprana edad sintió el llamado del Señor. En aquellos tiempos recién había acabado la cruenta guerra que tantos flagelos trajo a su querida Polonia. Acotó que "al finalizar la guerra, todo era pobreza".
Stanislaw Stabrawa, o bien el padre “Félix”, era un jovencito prometedor, pleno de ilusiones y de gran esperanza. Buscaba un futuro promisorio  y así fue que entre los 13 ó 14 años, en un atardecer, decidió ir detrás de un amigo de la infancia. El adolescente comunicó a sus progenitores  dicha decisión. Teniendo su consentimiento, partió así hacia el seminario redentorista de Cracovia , donde se encontraba su amigo. Éste, más adelante abandonó el seminario, pero Félix continuó hasta llegar a la meta. Su anhelo era ser Hermano religioso.
El 3 de mayo de 1956, a los 16 años, realizó sus primeros votos de vida religiosa en dicho seminario y siendo ya flamante Hermano religioso, nunca se arrepintió de tomar ese camino para seguir a Cristo. Durante 20 años trabajó en países de Europa, como ser Austria, Polonia y desde el 72 hasta el 76, en la Casa Redentorista Generalicia de Roma. En 1976, pisó el suelo argentino. De allí en más cumplió su deber como pastor de almas. Trabajó en Charata, Chaco, y en Dos de Mayo, Misiones, siempre como religioso . Entre sus tareas, él se encargaba de hacer pintar, construir y terminar iglesias. En 1978, a pedido de sus co-hermanos, ingresó al seminario Mayor  " San José", del arzobispado de La Plata. Con el lema "Él me envía para llevar la palabra a los pobres", fue en oportunidad de haber recibido los votos sacramentales. Se ordenó como sacerdote el 25 de marzo de 1985.
El padre redentorista Félix realizó una obra de entrega y religiosidad hacia el Ser Supremo, siendo su primer destino  Villa Ángela, Chaco, durante tres años, y al mismo tiempo cooperó en distintas otras comunidades. En 1988 llegó a San Pedro, Misiones, como párroco, donde estuvo cuatro años, desde 1991 hasta 1999, año en que regresó al Chaco. Esta vez volvió a Charata, lugar donde permaneció por  9 años, en los cuales trabajó con mucho entusiasmo y con dedicación, entregándose a su sacerdocio. Fue allí donde percibió la necesidad del amor de Dios,  pues aclaró luego que en esa comunidad él dejó parte de su corazón, allí donde vive gente sencilla, humilde. “Atendía a los aborígenes, hermanos casi olvidados, específicamente los mocovíes y a nuestros colonos”, manifestó. Fueron ellos, quienes le enseñaron y motivaron a luchar.  "He aprendido mucho de esos hermanos", había comentado.

Reza por enfermos y ancianos
Contó el padre Félix que  le gustaba vivir tanto en el interior de Misiones como en el Chaco. Es un amante de la naturaleza y se sentía bien en ese contacto especial de aire puro . En ocasión de haber sido trasladado a San Pedro, se dedicó a la construcción de la  nueva parroquia en honor al  Santísimo Redentor.
Fue el 17 de febrero del 2001 cuando lo designaron en la vicaría de San  Cayetano. Estando aquí, en Posadas, el  4 de junio del 2005 , dicha  vicaría se convirtió  en parroquia. Fue así que Stanislaw Stasbrawa llegó a ser el primer cura párroco de dicho templo. Su misión continúa paralelamente con su ministerio sacerdotal a cargo de más de 20.000 feligreses aproximadamente. Actualmente está finalizando la obra de la capilla de San Gerardo. Asimismo continúa su la construcción de la capilla de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y diez salones para catequesis en la parroquia San Cayetano, entre otras realidades. Al cura se lo conoce  como “el arquitecto de su congregación y mendigo por excelencia”. Otra de las características propias en él es que reparte pan y dulces a los niños, abuelos y enfermos, tanto en Navidad como en Pascuas y las veces que puede, comentaron quienes lo conocen 
Recordó haber conocido personalmente a quien papa Juan Pablo II y  a la samaritana madre Teresa de Calcuta. Opinó que le impactó la atención, sencillez y humildad, de estas personas que transmitían lo que realmente eran, algo sublime, inexplicable, aseguró.
El padre Félix, en sus 67 años de edad, continúa con su vigor y no se amilana. Y sus feligreses dicen que es por ser un elegido del Señor.  Por ejemplo, la señora de Viana aclaró que es un sacerdote con mayúsculas, un orante, humilde, paciente y devoto de la Virgen María.
Además le tocó un largo caminar, trabajar duro cargado de  tristezas y alegrías, soledad, dolores y gozos, pero todo fue superando por su carácter firme y fuerte. Siempre en oración y en acciones, ayudando espiritualmente a quienes acuden a él en busca de esperanza. "Todo lo piensa, dice y hace por amor a Cristo", indican quienes lo conocen bien.
La comunidad  lo agasajó en sus bodas de oro sacerdotales, con serenata y pasacalle. En horas de la noche hubo misa en acción de gracias  y cena, a la luz de las velas (porque se cortó la luz).
Aconteció en  la escuela 729, con canciones a cargo de los mariachis.

Mercedes “Mecha” Villalba