En San Pedro, los plantadores de mandiocas se muestran desesperados. Aseguran que no sólo no saben dónde colocar su producto, sino también que ante la gran expectativa que había generado una promoción previa con préstamos especiales, muchos productores dejaron de lado otras plantaciones para dedicarse de lleno a la mandioca.
“Tuve que pedir préstamos a la cooperativa, tuve que sacar de la yerba para pagar el préstamo de la mandioca. Tengo cuenta y la mandioca se está pudriendo. Si no me hubiesen prometido que iba a haber buena venta, yo no hubiese plantado eso y viviría de la yerba tranquilamente”, relató con angustia Antonio Skrauva, de Paraje Liso.
Mario Rodríguez, en representación de un grupo de colonos, acotó que “la mandioca de tres años comenzó ya a fundirse”.
El problema se extiende a toda la provincia. Varias cooperativas, como las de Montecarlo, Puerto Rico y Jardín América, compran sólo a socios. La cosecha arrancó tarde y pese a las ventas de Semana Santa, sigue alto el stock en las plantas. La caída del real en Brasil complicó más la situación y los productores afirman que trabajan prácticamente a pérdida.
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