“Pasaba el arroyo y me bajaba con mi hija”

Las víctimas no pueden entender  lo que están sufriendo; siempre viajaban en el colectivo porque no tenían otra alternativa, era una odisea trasponer el puente del arroyo Acaraguá. Uno de los nietos de Ema Veiga de Lisboa (73), que perdió la vida, tuvo el presentimiento que la abuela estaba en el ómnibus pero nada pudo hacer. En tanto se supo ayer, que diez personas fueron despedidas por el colectivo, mientras que otros no recuerdan cómo lograron ser rescatados del lugar.
Roberto De Lisboa, en diálogo con El Territorio, relató cómo atraviesan la pérdida de su abuela y su sobrina: “Nadie creía que esto podía pasar, hubo dos meses que no pasaban el puente los colectivos y después volvieron a habilitarlo de la manera en que se encontraba. Mi prima y mi abuela siempre viajaban”.
Con el dolor manifiesto en el rostro, se preguntó por qué “nadie hizo nada para evitar la tragedia. Todo está mal. Por parte de la empresa y por parte de la Policía hoy tenemos que lamentar víctimas fatales”.
Jorge Vétori es primo de Roberto, y también lamentó estar del otro lado del puente y no poder ayudar a su abuela: “Nos íbamos para el lado del puente Acaraguá, llegamos antes que la Policía y vimos mucha gente ayudando, pero no pude ver a los pasajeros que estaban dentro del colectivo o del otro lado del puente, no sabía que estaba mi abuela en el viaje, pero tuve un presentimiento y me confirmó un tío que Ema estaba allí, pero a la noche recién nos enteramos de su fallecimiento, para peor  falleció a las pocas horas la beba de mi prima, que viajaba con ella”.
Jorge, otras de las víctimas,  describió el momento de terror que tuvieron que vivir, “el colectivo cae de punta, primero pasa un auto y avanza el colectivo, es donde revienta una zapata  y nos vamos para debajo del puente, una vez que el colectivo quedó sobre el resto del puente yo salí del lugar, no sé cómo, no recuerdo, llegué al asfalto y perdí el conocimiento, lo que recuerdo es que estaba liso y no podía ayudar a nadie por el dolor en el brazo”.
Jorge tiene rota la clavícula, lesiones en la espalda y en las piernas, está golpeado sin poder apoyar el pie.
Paulo Staner en tanto, estaba por llegar a destino, se paró dentro del colectivo con su hija y luego de eso sólo recuerda que la tragedia se apoderó del momento. “Pasaba el puente y me tenía que bajar del colectivo, yo me paré con mi hija de 7 años, el colectivo pasó el lomo de burro, pero cuando llegó al segundo pilar del puente se escuchó como un tiro y se fue todo para abajo, lo único que hice fue empujar a mi hija en medio de los asientos, cuando quise agarrarme no me dio más tiempo y volé para afuera por el parabrisas, fueron más de diez personas las que cayeron fuera del colectivo. Mi hija aparentemente no tuvo ninguna lesión grave”.
Paulo vive en la zona y comentó que prácticamente nada sostenía al puente, “hace más de un año que está todo roto, ya no tenía los brazos que sujetan el puente”.
A varios de los accidentados le dieron el alta médica, pero Mario Robe, papá de Maxi Fernando (16), no quiso firmar el alta, hasta que no aparezcan representantes del seguro del colectivo o de la empresa para que se hagan cargo de los gastos en la recuperación de su hijo: “No voy a autorizar el alta de mi hijo, si no se presenta la ART o el seguro del colectivo, alguien se tiene que hacer cargo de los tratamientos médicos de las víctimas, pero esto también es responsabilidad de Vialidad Provincial, hace un año atrás se pedía la mejora del puente, pero parece que en Misiones siempre se tiene que esperar una tragedia para que algo cambie”.
“Dónde estaba el cinturón de seguridad del colectivo, dónde está el chofer que no exige que usen cinturón en el colectivo, después quieren exigir cosas al resto, pero no hacen cumplir cuestiones básicas a los grandes”, resaltó indignado.

:: Notas relacionadas
Ya son dos los muertos por la caída del puente sobre el arroyo Acaraguá
Intendentes, un diputado, la Policía y Vialidad cruzan versiones
Leandro lucha por sobrevivir