“Estos libros tienen algo que los ha hecho perdurables”
Domingo 6 de octubre de 2013
Si bien Rodolfo Nicolás Capaccio (69), más conocido por “Rolo”, está jubilado, ejerce la docencia además de ser un escritor abocado, sobre todo, a la narrativa. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación Social, egresado de la Universidad Nacional de La Plata. Fue director de la carrera de Periodismo de la Unam y durante ocho años estuvo al frente de la Editorial Universitaria.
Consultado por El Territorio ubicó a Horacio Quiroga en la cúspide del listado de libros que hacen al ADN cultural misionero. De su bibliografía destacó “Cuentos de la Selva” y “Los desterrados”. “Obras ambas de amplia difusión hasta la actualidad y que contribuyeron a instalar el concepto de la selva y sus personajes desde la narrativa. A través de Quiroga, Misiones trascendió el marco de referencia regional para difundirse por todo el país y América latina”, comenta Capaccio.
Y pegadito a Quiroga propuso a Alfredo Varela con “El río oscuro”. “Este libro dio a conocer el drama de la explotación humana en el Alto Paraná en tiempos en que la selva, las distancias y la complicidad del poder económico con el poder político las mantenían soterradas”, señala.
“La curandera y el maestro” de José Antonio Cecilio Ramallo – continúa – “es un libro que plasma vivencias genuinas de la vida en el interior de Misiones y las expone de una manera coloquial. Es lo que se puede llamar “un clásico” de la narrativa misionera”.
Destaca que la obra de José A. Margalot, “Geografía de Misiones que tuvo la particularidad de presentar la provincia, a través de la enseñanza formal, a los propios misioneros. “La organización pedagógica de sus datos, claridad expositiva y la contextualización de los temas lo transformaron en un material de consulta ineludible durante años”, recomienda.
“Estos libros tienen algo que los ha hecho perdurables”, asegura el escritor nacido en Mercedes, provincia de Buenos Aires, pero que vive en Misiones desde hace 38 años.
Además de estos clásicos nombró a otros como “Las figuras del habla misionera” de Hugo Amable, “El mensú” de Ramón Ayala y “Paíto” de Rosita Escalada Salvo.
“Hay en la provincia una narrativa muy buena así como ensayo y poesía. Sólo he mencionado estos títulos que por alguna razón son popularmente reconocidos”, señala y agrega: “los libros mencionados son una selección que obedece a la propuesta planteada, de modo que como toda selección es arbitraria y deja de lado a numerosos autores y obras de valía, por lo que no puede considerársela como absoluta, de allí que el criterio de opción obedezca entonces a aquellos trabajos que, de algún modo, están instalados en esa zona inasible denominada “el imaginario colectivo” y que perduran en el tiempo”, aclara Capaccio.
Por Griselda Acuña
Twitter@griseldaacuna
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Entrevista a Ramón Ayala
Consultado por El Territorio ubicó a Horacio Quiroga en la cúspide del listado de libros que hacen al ADN cultural misionero. De su bibliografía destacó “Cuentos de la Selva” y “Los desterrados”. “Obras ambas de amplia difusión hasta la actualidad y que contribuyeron a instalar el concepto de la selva y sus personajes desde la narrativa. A través de Quiroga, Misiones trascendió el marco de referencia regional para difundirse por todo el país y América latina”, comenta Capaccio.
Y pegadito a Quiroga propuso a Alfredo Varela con “El río oscuro”. “Este libro dio a conocer el drama de la explotación humana en el Alto Paraná en tiempos en que la selva, las distancias y la complicidad del poder económico con el poder político las mantenían soterradas”, señala.
Destaca que la obra de José A. Margalot, “Geografía de Misiones que tuvo la particularidad de presentar la provincia, a través de la enseñanza formal, a los propios misioneros. “La organización pedagógica de sus datos, claridad expositiva y la contextualización de los temas lo transformaron en un material de consulta ineludible durante años”, recomienda.
“Estos libros tienen algo que los ha hecho perdurables”, asegura el escritor nacido en Mercedes, provincia de Buenos Aires, pero que vive en Misiones desde hace 38 años.
Además de estos clásicos nombró a otros como “Las figuras del habla misionera” de Hugo Amable, “El mensú” de Ramón Ayala y “Paíto” de Rosita Escalada Salvo.
“Hay en la provincia una narrativa muy buena así como ensayo y poesía. Sólo he mencionado estos títulos que por alguna razón son popularmente reconocidos”, señala y agrega: “los libros mencionados son una selección que obedece a la propuesta planteada, de modo que como toda selección es arbitraria y deja de lado a numerosos autores y obras de valía, por lo que no puede considerársela como absoluta, de allí que el criterio de opción obedezca entonces a aquellos trabajos que, de algún modo, están instalados en esa zona inasible denominada “el imaginario colectivo” y que perduran en el tiempo”, aclara Capaccio.
Por Griselda Acuña
Twitter@griseldaacuna
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