“Le dije a Barzuck: 'si vos sabés dónde está Christian, decilo'”

Domingo 10 de diciembre de 2017
La participación de la denominada pata misionera en el secuestro de Christian Schaerer tuvo su confirmación con la condena a 25 años de Néstor Horacio Barzuck, en el primer juicio que se llevó a cabo por el hecho. La sentencia del Tribunal Federal de Corrientes se dio a conocer en octubre del 2007 y fue confirmada por la Cámara Nacional de Casación Penal un año después.
Según la Justicia, y la propia confesión del oriundo de Apóstoles con varios antecedentes en la Triple Frontera, Barzuck fue el encargado de cuidar al joven estudiante en Uruguayana, Brasil, durante quince días. Dos meses después del hecho, en noviembre del 2003, al señalado lo atraparon en San Javier junto a otras tres personas: su novia Pamela Alejandra Ramos (llegó al juicio pero fue absuelta) y los hermanos Carlos Ramón y Claudio Sena, quienes fueron liberados por falta de mérito pocos días después.
El operativo realizado en la zona por efectivos de la Policía Federal de Corrientes, quienes contaron con la participación de la Policía de Misiones, quedó en la retina de todos en este pequeño pueblo y alrededor de ese evento creció el mito sobre la participación de los hermanos; incluso, se llegó a decir que lo tuvieron en su casa y lo cruzaron nuevamente a Brasil en canoa.
Esta posibilidad, sin embargo, nunca fue contemplada en la investigación. En su momento, los pesquisas expresaron a este medio que el único de los cuatro que tenía orden de captura por el entonces fiscal Óscar Resoagli era Barzuck, a quien ubicaron debido a que ingresó a Brasil con un documento falso.
A 14 años de ese operativo, El Territorio ubicó y habló en exclusiva con Carlos 'Luchi' Sena (61), quien recibió a Barzuck en su casa durante varios días pero, asegura, no sabía que estaba prófugo por el secuestro del cual hablaba todo el país. Sena, quien expresó que esa detención le arruinó la vida, aclaró que accedió a la entrevista por primera vez solamente para limpiar de una vez su nombre y contar su verdad.

No supo por qué lo detuvieron

En un hotel céntrico de Posadas, entre mates y cigarrillos, detalló los hechos y sensaciones de esa redada en la casa de su madre.
“Tengo un muy mal recuerdo lógicamente. Fue un domingo 15 de noviembre a las 18, en el cual yo fui secuestrado, no fui detenido. Yo me llego a enterar de la detención al tercer o cuarto día después, en Corrientes Capital, cuando me llevaron a declarar”, empezó.
Sena detalló que lo conocía a Barzuck de Posadas, debido a que tenía un bar-pool que el ahora convicto frecuentaba. Pasaron -dice- quince años, hasta que lo volvió a verlo en sus pagos.
“Yo tenía una máquina de ruletas y juegos en el Club Juventud y me aparece una noche este muchacho”, agregó. “Los misioneros nos caracterizamos por ser hospitalarios, por ser buen amigo, si viene alguien conocido le hacemos un asado, brindarle lo mejor que podemos”, se excusó luego.
“Y este muchacho lógicamente era mi amigo y no me comentó nada del problema que tenía, ni yo tampoco le pregunté. Incluso lo veía muy tranquilo”, analizó. Su viejo conocido se quedó en un hotel frente a su casa, comieron varios asados y compartieron charlas. “Inclusive salía al centro a pie, volvía, nunca me comentó nada del problema que tenía”, se excusó nuevamente.

Secuelas
“Él adelante mío, delante de todos, le mencionó al fiscal que yo no tenía nada que ver, pero a nosotros esta situación nos arruinó la vida. A mí me costó la separación, mis hijos quedaron traumados porque en la escuela, el más chico tenía 10 años, le preguntaban ‘tú papá secuestró a un chico’, sabés como son los chicos”, se lamentó.
“Aparte en la televisión, en la radio y en los diarios agrandaban más de lo que era. Desconocían la realidad. Algunos medios no pensaron que yo tenía una mamá, que yo tenía familia e hijos. Fueron bastantes crueles en parte”, acusó el entrevistado recordando una y otra vez lo mal que la pasó.
Luchi expresó que tanto él como su hermano recibieron apremios. “Yo ya quería que me maten, porque la tortura no es solamente física, es psicológica. Es una cosa que vos no sabés, porque todos preguntaban ‘y Christian dónde está, vos no sabés’”, se sinceró. “A mi hermano también le arruinaron, era diabético y andaba como una azucarera andante. Fue salvajemente torturado también. ¿Y ahora? Al poco tiempo quedó ciego, se murió y las cosas quedaron así. Esto es como remover una pesadilla”, agregó sobre Claudio.

Infierno grande
Consultado por los rumores que generaron en el pueblo, Sena dijo que “hubo miles, pero yo no creo que haya estado ahí –por Christian-. Incluso yo hablé con Barzuck después, que era al único que conocía de toda esa banda y ni él sabía dónde estaba. Él no tenía voz ni voto ahí, los que decidían a mi criterio, por lo que escuché, eran Lorhman y Maidana”.
“Entonces no le van a decir a Barzuck donde estaba ni nada. Yo en su momento le dije ‘escuchame, si vos sabés dónde está, decí dónde está. No me podés hacer que me esté comiendo este garrón. A mí y a mi hermano’, especuló.
“Lógicamente, la verdad triunfó y yo estoy libre. Si tuviera problemas de conciencia no me iba a quedar por acá. Debe haber miles de casos como el que me pasó a mí, de gente que está en la Justicia (sic) y no tiene nada que ver. Yo en su momento fui muy, pero muy perjudicado porque me costó muy caro y a mucha gente le queda la duda. San Javier es un pueblo que quiero y amo, pero cuando el pueblo es chico el infierno es grande”, parafraseó.
Explicó que cuando estuvo con Barzuck le recriminó el hecho de que no le haya dicho nada y que hasta casi se fueron a las manos en una oportunidad que coincidieron en una celda. “Le dije ‘mirá hermano, vos me tuvieras que haber limpiado si vos sabés que yo no tengo nada que ver. Me hubieras hablado, pero fuiste y me llevaste semejante situación y yo no estoy en ese palo’”, reconstruyó.

La coartada
El fiscal Oscar Resoagli solicitó la liberación de los hermanos el 27 de noviembre, aunque para el entrevistado el tiempo en prisión “fueron 24.000 años”. Considera que la coincidencia del día del secuestro de Christian con el cumpleaños de su hermano lo favoreció y reforzó su coartada ante las autoridades que llevaban el caso.
“Si eso fuera el 20 de septiembre, o el 22, yo no me iba a acordar lo que hice. Pero el 21 de septiembre es una fecha muy cara a mis sentimientos, porque es el cumpleaños de mi hermano mayor. Ese domingo, como hago todos los años, me levanto y lo llamo y después le llamo a Durval Molina -locutor local- que tenía un programa de radio y le dedico un tema. Le llamo a mi hermano otra vez y le hago escuchar. En eso se hizo el mediodía”.
Sena incluso recuerda el número de la radio. Agregó que ese día realizó un asado en su casa y después viajó hasta Itacaruaré a una carreras de caballos “donde me vieron más de mil personas”. “Me acuerdo que el fiscal dijo ‘puta, yo no me acuerdo que hice ayer y él se acuerda qué hizo hace dos meses atrás’. Ahí expliqué por qué me acordaba y eso fue una de las cosas que fortaleció mi posición”, aseguró.
Pero su sufrimiento, según dice, no se detuvo ahí. “Estuve traumado como dos años por este tema. Uno queda con un montón de temores, porque ese chico tiene una familia y uno comienza a pensar si el padre no te manda a hacer una cosa, que yo también tengo hijos. No fue una cosa fácil”, concluyó.

Por Carlos Manuel Cardozo
fojacero@elterritorio.com.ar

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